Alerta en Cataluña a las puertas del 21-D: el alquiler empresarial se desploma un 50%

Cuando apenas faltan unas horas para las elecciones en Cataluña, siguen trascendiendo datos respecto al impacto que la crisis independentista está teniendo sobre su propio mercado inmobiliario, en especial en su capital, Barcelona.

Tanto la inversión como los alquileres se han visto afectados en todos aquellos activos inmobiliarios necesarios para llevar a cabo cualquier actividad empresarial, es decir, oficinas, espacios logísticos y espacios comerciales.

Un ejemplo, en el cuarto trimestre del año, la absorción en el mercado de oficinas se ha desplomado en torno a un 50%, es decir, desde la celebración del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, y un 15% en términos anuales. Y es que, para los tres últimos meses del año, Knight Frank preveía una absorción bruta en el mercado del alquiler de oficinas de 100.000 metros cuadrados para el últimos trimestre del año, cifra que finalmente se verá reducida en unos 50.000 metros, es decir, la mitad.

Son los datos que maneja la consultora Knight Frank que, hasta antes del estallido de la crisis independentista, estimaba que Cataluña iba camino de cerrar el año con una cifra anual de absorción de oficinas de 350.000 metros cuadrados, número que ahora ha rebajado hasta 300.000, debido a que "ha habido un frenazo absoluto y no se ha cerrado prácticamente ninguna operación", señala Humphrey White, director general de la consultora.

En su opinión, los sectores logísticos y de 'retail', por su carácter más defensivo, han sabido capear capear la crisis, mientras que el sector de oficinas, mucho más sensible a situaciones de inestabilidad, ha sufrido mucho más.

Esta cifra que contrasta significativamente con el medio millón de metros cuadrados que se espera superar en Madrid, que aumentará en un 13% las cifras de hace un año, mientras que en Barcelona, la absorción permanecerá estancada, tal y como muestra el gráfico superior.

Se reduce un 10% la inversión

A nivel nacional, la incertidumbre política en Cataluña también ha tenido un importante impacto sobre los volúmenes de inversión en el sector terciario (oficinas, 'retail' y logístico), lo que ha llevado a Knight Frank a corregir a la baja sus estimaciones para el conjunto del año. En concreto, frente a los 8.000 millones inicialmente previstos, la firma habla ahora de concluir el ejercicio en torno a los 7.200 millones, recorte del algo más del 10% que justifica, sobre todo, por el parón en el segmento de oficinas en Cataluña, un auténtico jarro de agua fría en la recta final del año, caracterizada siempre por un alto volumen de transacciones de última hora.

Para los expertos de Knight Frank, el traslado de sedes a otras comunidades de España es sólo el pistoletazo a una progresiva mudanza de metros cuadrados desde Barcelona a Madrid, recorrido que se irá haciendo paulatinamente y que se notará con mayor intensidad en un plazo de dos años, aunque este ritmo puede acelerarse en función de los resultados electorales de este jueves. En opinión de White, "necesitamos un Gobierno estable, sin mayoría soberanista, para recuperar la actividad con normalidad".

Las elecciones del 21-D también pueden ser determinantes para consolidar los pequeños brotes verdes que habían empezado a verse en las últimas semanas, tras dos meses de absoluto frenazo, como la venta de las instalacionesd de Mango en Palau de Plegamans por 100 millones, o la adquisición de un edificio residencial en Paseo de Gracia por parte del family office Twin Peaks. Operaciones que desde Knight Frank interpretan como la apuesta de los inversores por un resultado positivo el 21-D, pero también por el ajuste de precios que han experimentado determinados activos ante la incertidumbre política.