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Las empresas desconfían del optimismo del Gobierno y limitan su inversión
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Encuesta de la Comisión Europea

Las empresas desconfían del optimismo del Gobierno y limitan su inversión

El Gobierno ha elaborado su cuadro macro sobre la previsión de un gran aumento de la inversión, pero el aumento del número de empresas inversoras se ha frenado en el inicio del año

Foto: Presentación del informe 'unión bancaria ¿retorno a la rentabilidad?'
Presentación del informe 'unión bancaria ¿retorno a la rentabilidad?'
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La inversión es el gran reto pendiente del crecimiento de la economía española. En 2023 aumentó apenas un 0,8% a pesar del intenso ritmo de producción que alcanzó el país. Y todavía se mantiene un 4% por debajo de los niveles previos a la pandemia, con un descenso que alcanza el 8% en maquinaria y bienes de equipo. Este pobre desempeño empañó las buenas cifras de crecimiento de 2023. Aunque la economía española consiguió crecer seis veces más que la europea, el país necesita recuperar pronto esta partida: la inversión de hoy es el crecimiento de mañana.

El Gobierno confía en superar este bache ya en 2024. En su cuadro macroeconómico recién actualizado prevé un crecimiento de la inversión (FBCF) del 2,8% en 2024 y del 4% en 2025. De esta forma, la inversión no solo sería un motor de crecimiento, también será un impulso para la productividad y el crecimiento potencial del país. La Autoridad Fiscal (AIReF) es algo más prudente, anticipa un aumento de la inversión del 2,7% este año y del 2,1% en 2025.

La inversión está aumentando gracias a los fondos europeos del Plan de Recuperación, pero el verdadero reto está en conseguir que las empresas acompañen al sector público con inversión privada. Solo así se puede conseguir un multiplicador fiscal superior a la unidad. Esto es, que cada euro de dinero público invertido genere un aumento del PIB superior a un euro.

Sin embargo, las empresas siguen siendo reticentes a la inversión. La encuesta semestral sobre inversión productiva que realiza la Comisión Europea indica que el incremento de la inversión empresarial lejos de acelerar se sigue frenando en 2024. Un 19% de las empresas del sector servicios está aumentando su inversión en el inicio del año respecto al 23% del año pasado y al 30% de hace dos años. Y en el sector industrial, un 30% de las empresas está aumentando su inversión, frente al 38% de hace un año.

Los resultados del sondeo sobre inversión anticipan que la tendencia de los últimos meses se estaría prolongando en el inicio de 2023. Y eso a pesar de que la coyuntura económica está siendo muy favorable a la inversión. Por el lado de la demanda se suceden las buenas noticias: los servicios siguen tirando con fuerza y la industria empieza a recuperarse tras la crisis energética. El mercado laboral también está dejando atrás los problemas de vacantes de los años de la pandemia. El desapalancamiento empresarial vuelve a dar margen financiero a las empresas. Y, lo más importante, el crecimiento de los márgenes de beneficio debería ser un incentivo para vender más.

Es cierto que la subida de los tipos de interés sigue encareciendo la inversión, pero esta es una constante en toda Europa. Sin embargo, los pobres datos de inversión productiva son una particularidad de España.

¿En qué invierten las empresas?

En el sondeo de otoño, la Comisión Europea pregunta a las empresas sobre el destino de su inversión: aumentar su producción, reponer capital o mejorar procesos. En caso de España, apenas el 16% de las empresas industriales tenía la intención de invertir más para aumentar su producción. El 26% señaló que destinaría el aumento de la inversión a reponer el capital que se ha quedado obsoleto o deteriorado y el 20%, a mejorar procesos internos o cumplir requisitos normativos.

Esto es, una buena parte de la inversión no se destinará a mejorar la producción, sino a mantener el capital o al cumplimiento de la regulación vigente. Si se compara con la media de la eurozona, en España hay más empresas inversoras, pero menos cuya inversión se destine a aumentar la producción. De hecho, se trata de uno de los peores datos de toda la eurozona.

Este bajo nivel de inversión no era habitual antes de la pandemia. De hecho, entre 2017 y 2019 el número de empresas que expandía su capacidad productiva alcanzó el 35% anual. Más del doble que en los últimos años.

En el sector servicios los datos son algo mejores, pero no mucho: el 24% de las empresas prevé invertir para aumentar su producción a lo largo de 2024. En línea con la media europea.

Este sondeo muestra que la predisposición de las empresas a invertir todavía es reducida. Al contrario, la mayor parte prefiere aprovechar el aumento de sus beneficios para reducir deuda y sanear su balance. Pero el objetivo no es reducir deuda, sino ganar tiempo ante la incertidumbre económica y política existente.

Es cierto que el crecimiento económico ha sido muy relevante, pero las empresas siguen señalando la incertidumbre política como un freno a su inversión. Así lo muestra la encuesta de confianza de la Comisión Europea y también la Encuesta de Actividad Empresarial del Banco de España (EBAE). En esta última, la incertidumbre aparece como el mayor freno de la inversión productiva.

Sea la causa que sea, la realidad es que las empresas dudan del optimismo del Gobierno con la inversión. Los fondos Next Generation ayudarán al crecimiento de la formación de capital, pero el sector privado sigue receloso a invertir. Y más si es para aumentar la capacidad productiva. El Gobierno tendrá que convencer a las empresas sobre el futuro de sus inversiones si quiere que sus previsiones se hagan realidad.

La inversión es el gran reto pendiente del crecimiento de la economía española. En 2023 aumentó apenas un 0,8% a pesar del intenso ritmo de producción que alcanzó el país. Y todavía se mantiene un 4% por debajo de los niveles previos a la pandemia, con un descenso que alcanza el 8% en maquinaria y bienes de equipo. Este pobre desempeño empañó las buenas cifras de crecimiento de 2023. Aunque la economía española consiguió crecer seis veces más que la europea, el país necesita recuperar pronto esta partida: la inversión de hoy es el crecimiento de mañana.

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