La economía española vuelve a sorprender con un avance del PIB del 0,7% en el inicio del año

La economía española volvió a mostrar un elevado dinamismo en el inicio del año con un crecimiento del PIB del 0,7% en el primer trimestre del año respecto al cuarto de 2023. Según el dato adelantado por el INE de la contabilidad nacional, la actividad siguió acelerando en el inicio del año, dejando definitivamente atrás las dificultades provocadas por la guerra en Ucrania y la crisis inflacionista. Se trata del mayor avance trimestral registrado desde la primavera de 2022.

El INE también ha revisado la serie desestacionalizada de crecimiento de 2023 recortando el avance del PIB del inicio del año y concentrando el crecimiento en el final del ejercicio. Como resultado, el PIB del cuarto trimestre es un 0,1% superior al cálculo previo. Este dato de crecimiento incluso supera las expectativas de los economistas. Por ejemplo, el Banco de España esperaba un avance del 0,4% para este trimestre, y ha sido casi el doble.

El secreto del éxito de la economía española volvió a estar en el turismo, gracias a la desestacionalización de la llegada de viajeros. Cada vez llegan más visitantes extranjeros en la temporada baja, lo que supone un impulso para la actividad en estos meses. En concreto, la exportación de servicios turísticos se disparó un 19% en el primer trimestre del año y tuvo una contribución al PIB de 0,9 puntos. Esto es, todo el crecimiento del PIB en el inicio del año se explicaría por la llegada de extranjeros.

La otra noticia positiva corre a cargo de la inversión, que durante todo el año 2023 fue el gran foco de preocupación. La inversión total en el inicio del año ha aumentado un 2,6% trimestral, con una aportación al crecimiento de 0,5 puntos. La inversión en bienes de equipo, esto es, inversión productiva, creció un 3,7% respecto al cuarto trimestre y las infraestructuras y oficinas, un 6,9%. Sin embargo, la inversión en vivienda no remonta y cayó un 0,3%.

"Se trata de un crecimiento equilibrado", ha señalado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, "con una aportación positiva tanto de la demanda interna como del sector exterior". Sin embargo, el crecimiento del consumo de los hogares sigue siendo pobre, de apenas el 0,3%, como consecuencia de la pérdida acumulada de poder adquisitivo y de la preferencia de las familias por el ahorro. Por su parte, el consumo privado se redujo en el inicio del año, con un descenso del 1%.

Las exportaciones de servicios mantuvieron un alto dinamismo en el inicio del año, empujadas por el turismo. Sin embargo, las exportaciones de bienes se redujeron un 1,7%, volviendo a evidenciar los problemas del comercio global y, en especial, de los socios europeos.

La productividad también mejoró algo en el inicio del año gracias a un crecimiento del PIB superior al empleo. Si se compara con el primer trimestre del año anterior, la productividad por hora trabajada aumentó un 1,1% tras dos trimestres en negativo. Sin embargo, dada la cantidad de horas que se pierden a lo largo del mes (vacaciones, bajas, permisos, etc.), la productividad por trabajador siguió siendo un 0,9% inferior a la del mismo periodo del año anterior.

Con este dato del inicio del año y la revisión al alza de 2023, el Gobierno da un paso decisivo para lograr el objetivo de crecimiento del PIB del 2% en el conjunto del año. De hecho, lo más probable es que se produzca una nueva oleada de revisiones al alza de las expectativas como consecuencia de esta sorpresa al alza. Es previsible que la mayor parte de las estimaciones que se publiquen a partir de ahora se sitúen por encima de ese 2%.