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La revalorización de las pensiones desde 2022 supera el gasto anual en Educación Primaria
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Una subida del 16%

La revalorización de las pensiones desde 2022 supera el gasto anual en Educación Primaria

La protección del poder adquisitivo de los pensionistas en la crisis inflacionista tiene un coste anual de más de 26.000 millones. En 2024, la subida de las pensiones costará 7.600 millones

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (Europa Press/Carlos Luján)
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (Europa Press/Carlos Luján)
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Cuando comenzó la crisis inflacionista, en los prolegómenos de la invasión de Ucrania, hubo un grupo social que estaba blindado ante cualquier dificultad económica: los pensionistas. El Gobierno ya había aprobado la ley para indexar la revalorización al IPC de modo que su poder adquisitivo estaba ya blindado. En 2022 subieron un 2,5%; en 2023, un 8,5% y en 2024 la subida será previsiblemente del 3,8%. Solo queda un mes para tener la cifra definitiva, porque el cálculo se realiza con la media de 12 meses hasta noviembre de cada año. Esto significa que el margen de error es mínimo.

Según los cálculos elaborados por el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social, formado principalmente por profesores de la Universidad de Valencia y la Universidad de Extremadura, esta revalorización tendrá un coste de 7.600 millones de euros, incluyendo las pensiones mínimas y las clases pasivas. Se trata de una cifra que se consolida, esto es, es un gasto que se repetirá cada año.

Con esta cifra son ya más de 26.000 millones de euros el coste de la revalorización de las pensiones durante la actual crisis inflacionista (con los datos de la AIReF para 2022 y 2023 y del Grupo de Investigación la estimación de 2024). En 2021, el incremento del gasto fue de algo más de 4.000 millones de euros y en 2023, el año que se aplicó la gran subida del 8,5%, el coste casi ha alcanzado los 15.000 millones. Estas cifras no incluyen el efecto de la subida del número de pensiones por el envejecimiento de la población, ni tampoco el efecto sustitución entre las nuevas pensiones y las que causan baja, factores que también empujan al alza el gasto total.

Este encadenamiento de subidas hace que la revalorización tenga ya un coste de 26.000 millones de euros al año, lo que supone un gran esfuerzo para el presupuesto público. Por ejemplo, esta cuantía es equivalente a la inversión presupuestada para este año con los fondos de recuperación. Sin la indexación de las pensiones, España tendría capacidad para desplegar su propio plan de recuperación cada año de forma indefinida.

Foto: Manifestación de pensionistas en Bilbao. (EFE)

El coste de la revalorización de las pensiones con el IPC multiplica por cinco el gasto anual de Justicia y es superior al gasto anual en Educación Primaria o Secundaria de todas las Administraciones Públicas. En definitiva, recursos que se detraen de otras partidas que necesitan un refuerzo para homologar a España a los principales países europeos.

Acorrala al presupuesto

El gasto en pensiones requiere tal esfuerzo presupuestario que impide que se puedan potenciar otras partidas. Por ejemplo, en 2023 el Gobierno aumentó el gasto en Justicia en 150 millones de euros, cuantía que refleja "la apuesta del Gobierno y del Ministerio de Justicia para llevar a cabo la modernización y la transformación del sector". Esta apuesta estratégica por la Justicia es apenas un 1% del incremento del gasto en pensiones de este año. Las becas fueron también una de las apuestas clave del Gobierno en los presupuestos de 2023 y su incremento fue de 400 millones de euros. Muy lejos de los casi 15.000 millones de subida del gasto en pensiones.

El incremento del gasto en pensiones previsto para 2024, de 7.600 millones de euros, se prolongará en el tiempo hasta que todos los beneficiarios causen baja del sistema. El grupo de expertos también ha calculado cuánto gasto supondrá a futuro, lo que se conoce como valor actual actuarial (VAA). Esta cifra asciende a 102.000 millones de euros.

En paralelo, también están creciendo rápidamente los ingresos por cotizaciones sociales. La recaudación desde 2021 hasta 2023 (con datos acumulados hasta septiembre) ha aumentado en 18.500 millones de euros. Una cifra que no está lejos del incremento del gasto en pensiones en este periodo. La creación de empleo y las subidas salariales están permitiendo financiar una buena parte del gran esfuerzo presupuestario que requieren las pensiones.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el del PNV, Andoni Ortuzar. (EP/Eduardo Parra)

Las previsiones de inflación para el año 2024 todavía son elevadas, lo que significa que en 2025 todavía queda una importante subida del gasto. Según las previsiones del Panel de Funcas, el IPC medio de 2024 será todavía del 3,3%. Si se cumple esta proyección, el gasto en pensiones aumentará en no menos de 6.000 millones de euros. El saldo de la crisis inflacionista tendrá un coste ampliamente superior a los 30.000 millones de euros anuales para las cuentas públicas.

Los salarios también han subido en este periodo, pero lo han hecho en una cuantía inferior a las pensiones. Eso significa que los trabajadores sí están soportando una pérdida de poder adquisitivo. Según la Encuesta trimestral de coste laboral, desde la primavera de 2021 a la de 2023 el aumento del salario por trabajador fue del 12%, y el salario por hora aumentó un 7,5%. La diferencia entre los dos indicadores se explica por el aumento del empleo a tiempo completo frente al parcial.

En este mismo periodo los precios subieron un 14%, dos puntos por encima de los salarios. Eso sí, el salario por hora trabajada creció poco más de la mitad, lo que significa que los trabajadores han compensado la caída de su poder de compra aumentando su jornada laboral. En definitiva, mientras los pensionistas mantenían su poder adquisitivo, una buena parte de los trabajadores ha perdido poder de compra.

Cuando comenzó la crisis inflacionista, en los prolegómenos de la invasión de Ucrania, hubo un grupo social que estaba blindado ante cualquier dificultad económica: los pensionistas. El Gobierno ya había aprobado la ley para indexar la revalorización al IPC de modo que su poder adquisitivo estaba ya blindado. En 2022 subieron un 2,5%; en 2023, un 8,5% y en 2024 la subida será previsiblemente del 3,8%. Solo queda un mes para tener la cifra definitiva, porque el cálculo se realiza con la media de 12 meses hasta noviembre de cada año. Esto significa que el margen de error es mínimo.

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