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La persistencia de la inflación elevará el gasto en pensiones en otros 15.000 millones
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Suma de 2024 y 2025

La persistencia de la inflación elevará el gasto en pensiones en otros 15.000 millones

El repunte del precio del crudo desmonta las esperanzas de conseguir la ansiada estabilización de los precios. El Banco de España retrasa ese momento hasta 2025

Foto: Manifestación de pensionistas en Barcelona. (EFE)
Manifestación de pensionistas en Barcelona. (EFE)
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Las tensiones inflacionistas han vuelto a aparecer en la economía europea tras la rápida reducción del IPC en la primera mitad del año. La escalada del precio del crudo, que se acerca nuevamente a los 100 dólares por barril, ha vuelto a elevar los precios de las gasolinas, del transporte y de muchos costes intermedios para las empresas. El Banco de España ha subido de forma importante sus previsiones de inflación, hasta el 3,6% para este año y el 4,3% en 2024. No será hasta el año 2025 cuando los precios comiencen a estabilizarse, aunque eso sería en el mejor de los casos.

El Banco de España cree que esta vez la subida del precio del crudo no generará efectos indirectos en el resto de bienes y servicios. En otras palabras, que las empresas no trasladarán masivamente el incremento de sus costes de producción a los precios finales. Sin embargo, este es un escenario que genera muchas dudas, ya que durante los últimos años han realizado una traslación casi milimétrica de los costes, aunque con cierto decalaje.

Foto: Lagarde, en la última rueda de prensa en la que se anunció una nueva subida de tipos del BCE. (EFE/Ronald Wittek)

Lo que está claro es que este nuevo escenario de inflación alta durante dos años más supondrá un importante aumento del gasto en pensiones. La indexación de las prestaciones al IPC implica que los ciclos de alta inflación en el presupuesto se disparen, con un crecimiento muy superior al del conjunto de partidas que conforman los presupuestos públicos.

Cada punto de inflación supone ya un gasto en pensiones (sumando las que abonan la Seguridad Social y Hacienda) de casi 1.900 millones de euros. Esta cifra va aumentando cada año porque cada porcentaje se aplica sobre una base mayor, porque hay más pensionistas y tienen pensiones más altas (el cálculo se ha elaborado a partir de la clasificación funcional del gasto que ofrece anualmente la IGAE). De esta cifra, el grueso se corresponde con pensiones contributivas que abona la Seguridad Social, que suponen unos 1.500 millones adicionales por cada punto de inflación.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, escuchan a la presidenta del Banco Santander, Ana Botín. (EFE)

Si los precios suben un acumulado de un 8% en 2023 y 2024, eso significará que en los dos próximos años la revalorización de las pensiones tendrá un coste acumulado de unos 15.000 millones de euros. Es importante recordar que la subida de las pensiones se aplica a año vencido, esto es, en 2024 se revalorizarán con el IPC del año 2023 hasta noviembre. La cuantía será mayor si se deciden subir más las pensiones mínimas.

Esto significa que, en apenas tres años, el gasto en pensiones por la revalorización se habrá disparado en unos 30.000 millones de euros. Una cifra que se consolida y que supone la base de gasto para el año siguiente. Para comparar el montante que supone, en el año 2021 el gasto que realizó España en todos sus hospitales (sin contar ambulatorios) fue de 37.000 millones de euros. Esto significa que la revalorización de las pensiones en apenas tres años costará casi tanto como mantener toda la red de hospitales del país. Y esto no incluye el aumento del número de pensionistas y tampoco el aumento de la pensión media como consecuencia del efecto sustitución (quienes causan baja cobran prestaciones más bajas que las nuevas altas).

Foto: Cocido de la Cruz Blanca de Vallecas.

Este dato da un fiel reflejo del esfuerzo presupuestario al que se enfrenta España en los dos próximos años para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas. En paralelo, también aumentarán los ingresos por cotizaciones sociales gracias al alza de los salarios. Los trabajadores están reclamando retribuciones mayores para compensar el alza de la inflación y, según los datos del segundo trimestre del año, el salario medio está creciendo más rápido que la inflación. Esta es una vía de compensación importante para la Seguridad Social, aunque difícilmente podrá compensar todo el crecimiento del gasto.

La creación de empleo también está ayudando al avance de los ingresos por cotizaciones. El problema es que la inflación persistente está frenando la recuperación económica, en buena medida por la subida de tipos que ha realizado el Banco Central Europeo en respuesta a la escalada de los precios. De ahí que el crecimiento de la ocupación en los próximos años vaya a ser más lento y esté sometido a una gran incertidumbre. Sin embargo, el incremento del gasto en pensiones soporta pocas dudas. De hecho, hay más riesgo de desviación al alza que a la baja por el alza del IPC.

El incremento del gasto en pensiones tendrá dos efectos sobre las cuentas públicas. El primero, que cada vez su peso será mayor sobre el total de gasto de las administraciones. El segundo, que será necesario hacer hueco a las pensiones, ya sea con ajustes de otras partidas o bien con un nuevo aumento de los ingresos públicos. En el año 2025, el Gobierno de turno tendrá que solicitar un informe a la AIReF en el que proyecte la evolución de ingresos y gastos a futuro. Si las nuevas previsiones se desvían del objetivo de estabilidad, la ley obliga a subir las cotizaciones sociales o recortar el gasto en las prestaciones. De ahí que los dos próximos años vayan a ser claves para el futuro de las pensiones. Cada punto de inflación es importante.

Las tensiones inflacionistas han vuelto a aparecer en la economía europea tras la rápida reducción del IPC en la primera mitad del año. La escalada del precio del crudo, que se acerca nuevamente a los 100 dólares por barril, ha vuelto a elevar los precios de las gasolinas, del transporte y de muchos costes intermedios para las empresas. El Banco de España ha subido de forma importante sus previsiones de inflación, hasta el 3,6% para este año y el 4,3% en 2024. No será hasta el año 2025 cuando los precios comiencen a estabilizarse, aunque eso sería en el mejor de los casos.

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