El Gobierno fía la sostenibilidad de las pensiones al pleno empleo y a crecer un 2% anual

El Ministerio de la Seguridad Social ha publicado este martes un informe de proyección del gasto en pensiones con el que trata de mostrar la solvencia del sistema después de las reformas realizadas desde el año 2021. La solvencia del sistema se puso en duda una vez que el Gobierno recuperó la revalorización de las pensiones con el IPC y derogó el factor de sostenibilidad. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) alertó que el conjunto de reformas adoptadas implican un aumento del déficit de las pensiones de 1,1 puntos del PIB hasta el año 2050, con un gasto que llegará a superar el 16% del PIB en los momentos de mayor tensión en el sistema.

La Seguridad Social hace una enmienda a las proyecciones de la AIReF y asegura que el gasto en pensiones se estabilizará en el 15% del PIB en las décadas de los cuarenta y los cincuenta, los momentos de mayor envejecimiento de España. Además, las medidas adoptadas aportarán unos ingresos adicionales de 1,8 puntos del PIB de media anual hasta 2050. De esta forma, la contención del gasto y el aumento de los ingresos permitirá a España superar el episodio de jubilación del baby boom sin adoptar más medidas correctoras. Estas cifras contrastan con las de la AIReF, que estima que el gasto en pensiones superará el 16% del PIB y los ingresos generados con las medidas serán de 1,3 puntos del PIB en el año 2050.

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Las previsiones de la Seguridad Social se apoyan sobre cuatro supuestos clave: una aceleración del crecimiento durante las próximas cuatro décadas gracias a la productividad, la consecución del pleno empleo de forma permanente, la llegada de 300.000 inmigrantes cada año y un retraso generalizado de la edad efectiva de jubilación. La suma de todos estos factores generaría un crecimiento de los ingresos y de la economía que permitiría a España superar las décadas de jubilación de la generación del baby boom con un crecimiento del gasto en pensiones de poco más de dos puntos del PIB.

El Gobierno ha negociado este nuevo escenario de proyecciones macroeconómicas con la Comisión Europea y está en la base de la evaluación que hará Bruselas de las reformas adoptadas. El Gobierno fía su aprobado a que la Unión Europea valide estos supuestos de crecimiento del país.

El Gobierno estima que el crecimiento del PIB no solo no se resentirá durante la fase de envejecimiento de la población, sino que acelerará de forma notable respecto de los últimos años. En concreto, prevé que el PIB real registrará un crecimiento anual promedio cercano al 2% hasta el año 2050, esto es, casi el doble que el crecimiento del PIB potencial que calcula hasta ahora la Comisión Europea, que es de poco más del 1% anual.

En un periodo temporal más corto, el ministerio calcula que el PIB crecerá un 2,5% de media desde 2023 hasta 2030, dato que contrasta con las previsiones del FMI que anticipa un avance inferior al 2% y más próximo del 1,8%. La Seguridad Social explica que esta diferencia en sus previsiones se debe a la incorporación de las reformas y las inversiones del Plan de Recuperación que elevarán de forma constante la productividad durante las próximas décadas.

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El ministerio anticipa que la productividad del trabajo aumentará cerca de un 1,5% anual hasta el año 2050. Sirva como comparativa que desde el año 2000 a 2009 la productividad creció un 0,4% de media anual y desde 2010 hasta 2019 creció un 0,8%. El crecimiento de la productividad debería duplicarse para conseguir la senda de gasto del Gobierno.

Otro de los supuestos clave de las cifras del Gobierno está en la caída estructural del desempleo. A principios de la década de los treinta el paro debería situarse por debajo del 10%, hacia finales de esa década ya caerá por debajo del 8% y hacia finales de los cuarenta la tasa de paro se estabilizará en el 5,5% de la población activa. Esto significa que el desempleo estructural de España caerá a menos de la mitad del nivel actual. Este nivel es un punto y medio superior a lo que calcula la AIReF.

El descenso del paro será compatible con una rápida llegada de inmigrantes. De hecho, el Gobierno estima que España compensará la jubilación de toda la generación del baby boom con inmigración y con la activación de la población local. Según sus cálculos, hasta el año 2050 recibirá un flujo migratorio neto (inmigración menos emigración) de 300.000 personas cada año, un 25% más de lo que estima la AIReF. De hecho, el escenario más optimista de la AIReF apunta a un saldo migratorio de 271.000, igualmente lejos de los cálculos del Gobierno. El ministerio considera que las previsiones de la AIReF, del INE o de otros organismos no están teniendo en cuenta la necesidad de mano de obra que tendrá España en las próximas décadas que acelerará la llegada de migrantes.

Por último, el ministerio prevé que las reformas adoptadas para desincentivar la jubilación anticipada e incentivar la demorada permitirá retrasar la edad efectiva de retiro de los trabajadores. En 2022 apenas trabajaba el 20% de las personas con 65 años y el Gobierno calcula que en la próxima década ya trabajará más de la mitad de la población con 65 años. Y para el grupo de 66 a 70 años, la tasa de empleo pasará del 5% actual hasta superar el 20% en la próxima década. Hacia el año 2050 ya trabajará casi uno de cada cuatro personas con una edad entre 66 y 70 años, según los cálculos del Gobierno. Este retraso de las jubilaciones no solo aliviará el gasto en pensiones, también mejorará los ingresos del sistema.

El Gobierno considera que estos números avalan el futuro del sistema de pensiones tras las reformas adoptadas desde el año 2021. El ministerio asegura que, si se cumplen estas cifras, no será necesario activar el mecanismo corrector introducido en la última reforma que obliga al gobierno de turno a adoptar recortes de gastos o medidas adicionales de ingresos si el déficit se alejan de las previsiones iniciales.