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'Fracking' o renovables: el debate económico se queda sin energía al final de la campaña
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Un bloque con pocas propuestas

'Fracking' o renovables: el debate económico se queda sin energía al final de la campaña

La discusión sobre la creación de empleo, el crecimiento del PIB o la inflación genera ya poco interés para los votantes, o eso es lo que interpretan los partidos políticos

Foto: Los candidatos de Vox, Santiago Abascal; Sumar, Yolanda Díaz, y PSOE, Pedro Sánchez, en el debate. (Reuters)
Los candidatos de Vox, Santiago Abascal; Sumar, Yolanda Díaz, y PSOE, Pedro Sánchez, en el debate. (Reuters)

El bloque económico del debate a tres organizado por RTVE previo a las elecciones generales ha sido tan descafeinado como inesperado. El empleo, el crecimiento del PIB o la inflación han tenido una aparición testimonial durante este bloque. Los tres candidatos, Pedro Sánchez, del PSOE; Yolanda Díaz, de Sumar y Santiago Abascal, de Vox, han preferido centrar el debate en el modelo energético de España y en la gestión del agua. La exploración de las reservas de gas, el desmantelamiento de barreras fluviales o la situación del Mar Menor han concentrado los esfuerzos de los candidatos. Y también el empleo en la agricultura. Era difícil prever algo así, y no porque el modelo energético de España no sea importante.

“Negar que existe el cambio climático es como negar que la Tierra es redonda”, criticó Sánchez a Abascal. “La atmósfera no tiene fronteras”, le respondió éste. El debate va más allá del negacionismo climático, va de cómo repartir los costes de la lucha contra el cambio climático. Abascal llevó al debate las reivindicaciones de los chalecos amarillos en Francia: la transición ecológica deja también perdedores que son, además, las clases bajas. Por el contrario, los dos candidatos que hoy están en el Gobierno trataron de explicar que la inversión en una industria verde puede generar miles de empleos en España. Empleos de calidad, “ingenieros o consultores”, aseguró Díaz. Ambas realidades son compatibles, de hecho, coexisten en la mayoría de países desarrollados.

Foto: Feijóo muestra un gráfico durante el debate electoral frente a Sánchez.

Abascal propuso que España empiece a explorar sus recursos energéticos para reducir la dependencia energética. En especial, reclamó buscar hidrocarburos en el subsuelo, y recordó que la Comisión Europea ha declarado el gas como una energía verde. El problema es que en el Sur de Europa el gas no se concentra en grandes bolsas, sino en pequeñas cavidades cuya explotación hoy sólo es posible con la técnica del fracking, contra la que han luchado la mayoría de países europeos. España incluido.

Frente a la industria del fracking y los hidrocarburos, Sánchez propone proteger la naturaleza y apostar por las energías renovables. El problema es que esta transición conlleva un gran coste que, sea el sector público o el privado quien la financie, al final el dinero saldrá del bolsillo de los ciudadanos. “Negar el cambio climático es una actitud suicida y un atentado contra los jóvenes”, criticó Sánchez. “Ustedes están todo el día hablando del fin del mundo y no piensan en los españoles que no llegan al fin de mes”, contestó Abascal.

Díaz propuso acabar con “el oligopolio” de las “cinco multinacionales” energéticas en España “que se han repartido 19.000 millones de euros en beneficios”. Su receta es que las empresas que producen energía no puedan distribuirla (para así evitar que se queden con el beneficio íntegro generado en toda la cadena de valor), pero esto tiene un problema de desincentivo de la inversión a la producción (que es más atractiva cuando los rendimientos potenciales aumentan).

Foto: Los candidatos del PSOE y PP, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. (Reuters/Juan Medina)

Abascal también reiteró en su mantra de que el Gobierno está “dinamitando presas” en España en un momento de una gran sequía. Sin embargo, este bulo ha sido desmentido en innumerables ocasiones, ya que lo que se han desmantelado son pequeñas barreras fluviales diseñadas para modificar el cauce de los ríos. La Comisión Europea lleva años reclamando a España que se eliminen estas construcciones para recuperar los ecosistemas de agua dulce, pero ello no implica perder agua embalsada.

Sánchez acusó a Abascal de que su modelo es el de la contaminación y de la explotación de los recursos naturales protegidos, como lo que está ocurriendo en el Mar Menor o en Doñana. El candidato de Vox respondió que lo que ha hecho el Gobierno es derribar centrales térmicas para levantarlas en Marruecos: “Lo que quieren es alejar la contaminación, pero la atmósfera no tiene fronteras”.

El debate sobre el modelo energético fue la coartada para escapar de las grandes cifras macroeconómicas que no están generando ningún tipo de movilización social en este momento. Sánchez recordó de pasada que España está al borde de los 21 millones de afiliados con más de nueve millones de mujeres trabajando y Abascal criticó que las horas de trabajo han caído (con una precisión importante: han caído las horas trabajadas por trabajador, no las horas totales trabajadas en España).

Foto: (iStock)

La fiscalidad también pasó fugazmente por el debate, especialmente en lo que se refiere a Pedro Sánchez, que prefirió dejar pasar la baza de las subidas de impuestos. Díaz criticó que el programa de Vox supone un desmantelamiento del estado del bienestar y que su formación propone limitar las bajadas de impuestos a quienes ganan menos de 21.000 euros al año. "Nosotras somos claras con esto", presumió la candidata de Sumar. Sin embargo, no es tan transparente con la subida de impuestos que pretende hacer: ¿Será a quienes ganen más de 21.000 euros?

Por su parte, Vox criticó al Gobierno de haber disparado la recaudación gracias a la inflación y prometió una gran bajada de impuestos para todos los españoles porque "a la larga" servirá para estimular la economía y crecer más. Eso sí, en el corto plazo estas recetas generan un agujero en las cuentas públicas que los mercados atacan sin compasión, como ya le ocurrió a la ex primera ministra británica Liz Truss. Abascal repitió que se compensará la caída de la recaudación reduciendo gasto superfluo, un mantra que se repite siempre y que se aplica en contadas excepciones y cuyos resultados son muy limitados si no se quiere recortar el servicio público afectado.

El bloque económico se terminó con pocas propuestas, casi todas lanzadas por la candidata de Sumar. Y ante el temor de que el resto del debate siguiera por los mismos derroteros, el moderador de RTVE, Xabier Fortes, les recordó a los candidatos que podían interrumpirse e interpelarse. Los candidatos prefirieron ahorrar energía para no gastarla en los números que, en esta campaña, importan poco.

El bloque económico del debate a tres organizado por RTVE previo a las elecciones generales ha sido tan descafeinado como inesperado. El empleo, el crecimiento del PIB o la inflación han tenido una aparición testimonial durante este bloque. Los tres candidatos, Pedro Sánchez, del PSOE; Yolanda Díaz, de Sumar y Santiago Abascal, de Vox, han preferido centrar el debate en el modelo energético de España y en la gestión del agua. La exploración de las reservas de gas, el desmantelamiento de barreras fluviales o la situación del Mar Menor han concentrado los esfuerzos de los candidatos. Y también el empleo en la agricultura. Era difícil prever algo así, y no porque el modelo energético de España no sea importante.

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