Es noticia
Contrarreforma laboral: de las cesiones de la patronal y sindicatos al triunfo de Calviño
  1. Economía
Un hito del diálogo social

Contrarreforma laboral: de las cesiones de la patronal y sindicatos al triunfo de Calviño

El Gobierno logra una reforma laboral equilibrada y pactada, los dos objetivos de la vicepresidenta primera. Se derogan los ‘aspectos más lesivos’ y se protege la flexibilidad a las empresas

Foto: La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (Reuters/James Lawler Duggan)
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (Reuters/James Lawler Duggan)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La andadura del Gobierno de coalición actual, del PSOE y Unidas Podemos, previa al coronavirus fue muy corta. Los ministros tomaron posesión el 13 de enero de 2020 y apenas dos meses después estalló la pandemia en España que cambió todos los planes. En ese periodo, hay pocas declaraciones de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, hablando abiertamente de la reforma laboral, una de ellas fue en el Spain Investors Day. En ese momento, dibujó las líneas maestras de una reforma laboral que, si no es igual, se parece mucho a la acordada esta semana por el diálogo social.

En esa intervención, Calviño señaló que “la prioridad es crear empleo”, por lo que la reforma laboral no podría poner grandes trabas a la contratación ni derogar por completo la legislación del Partido Popular del año 2012. Además, señalaba que “hay que ajustar algunos elementos de la legislación laboral en los que los sindicatos y patronales llevan tiempo trabajando”, y continuaba: “Es posible mejorar el equilibrio del mercado laboral y mantener la creación de empleo”. Esto significa eliminar los “aspectos más lesivos” de la reforma laboral, básicamente, la pérdida de peso de los sindicatos en la negociación colectiva y la subcontratación.

Foto: Pedro Sánchez y Yolanda Díaz celebran la convalidación de la reforma laboral (EFE/Huesca)

Además, reclamaba luchar contra la temporalidad, que ha sido uno de los grandes lastres de la economía española durante años porque impide la acumulación de capital humano. Por último, señalaba que la reforma tendría que ser equilibrada y salir adelante con consenso en el diálogo social. Esto es, la aprobación de los sindicatos y las patronales. Lo que parecía imposible se ha convertido en una realidad.

Desde entonces, han pasado casi dos años y la reforma laboral ya está vista para sentencia. Y, lo más importante, cumple con todos los puntos que señaló Calviño en ese momento. Su entrada en la mesa de negociación del diálogo social a mediados de noviembre fue clave para el cambio de tono de las propuestas del Gobierno y acercar posturas con la patronal. Finalmente, el acuerdo llegó a buen puerto con una “reforma equilibrada” en la que se "consolida el modelo laboral actual", en palabras de la propia CEOE.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado. (EFE/ Andreu Dalmau)

En síntesis, los trabajadores mejoran su poder de negociación para elevar los salarios y las empresas mantienen condiciones atractivas para la creación de empleo. En definitiva, lo que propuso Calviño inicialmente: “Un acuerdo equilibrado”. Con esta expresión ha celebrado la vicepresidenta primera el pacto cerrado este jueves y que “va a permitir reducir la temporalidad, la precariedad y la enorme volatilidad que han caracterizado a la economía española durante décadas y va a proporcionar seguridad jurídica y un marco estable que impulse la creación de empleo de calidad”.

En ningún caso se puede hablar de derogación de la reforma del año 2012, como ha repetido insistentemente la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, a lo largo del último año. De hecho, la mayor parte de los cambios introducidos entonces quedan consolidados ahora con esta reforma aceptada por sindicatos y patronal.

Voluntad de acuerdo

Empresas y trabajadores han sido generosos en sus posturas en aras de lograr el acuerdo. En el caso de los sindicatos, supone aceptar un estatuto de los trabajadores que no vuelve al existente en 2011, y mucho menos en 2009, como reclamaban. Por su parte, la patronal minimiza los daños, pero no se libra de los cambios. En especial, en materia de contratación temporal, que estará más acotada.

En el caso concreto de la CEOE, las principales cesiones se concentran en la negociación colectiva. La reforma recuperará la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa y la ultraactividad de los convenios vencidos. De esta forma, se reequilibra el poder de negociación de los sindicatos para conseguir mejoras salariales.

También pierde cierta flexibilidad para la contratación temporal, que actualmente está prácticamente descausalizada a efectos reales. Esta parte de la reforma no tiene nada que ver con los cambios introducidos por el Partido Popular en 2012, pero era un objetivo clave para Calviño, Díaz y los sindicatos. La propuesta inicial del Ministerio de Trabajo fijaba límites a la temporalidad para atajarla de raíz. Este punto era inaceptable para la CEOE, pero también para el Ministerio de Economía, que optó por restringir la causalidad de los contratos temporales.

Foto: La hostelería explica una parte menor de la temporalidad. (EFE/Cabalar)

Esta ha sido la vía elegida finalmente para atajar la temporalidad. Sin embargo, ofrece un salvoconducto a las empresas para celebrar contratos temporales incluso para cubrir actividades estacionales. Eso sí, se limita la utilización de estos contratos y se prioriza el fijo discontinuo.

Una importante cesión de los sindicatos es el contrato de obra para la construcción

Una importante cesión de los sindicatos en este sentido es el contrato de obra para el sector de la construcción. Se trata de contratos vinculados a una obra, de modo que pueden extinguirse cuando esta sea completada. Se considerarán contratos indefinidos, aunque su temporalidad estará definida por el tiempo que dure la construcción. A su finalización, la empresa deberá ofrecer al trabajador una propuesta de recolocación.

A cambio de mantener cierta permisividad a la temporalidad, las empresas aceptan un gran endurecimiento de las sanciones para quienes usen estos contratos de forma fraudulenta. Las sanciones serán por cada contrato, lo que multiplicará el montante de las multas. Además, los trabajadores temporales pasarán a ser indefinidos de forma inmediata.

Foto: La hostelería tiene parte de la culpa de que la productividad y los salarios estén congelados. (EFE/Ana Escobar)

Una de las cesiones más importantes de los sindicatos es el mantenimiento de las cláusulas de descuelgue de los convenios colectivos. Si bien es cierto que se establecen elementos alternativos de flexibilidad interna, los más importantes son los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y el nuevo mecanismo RED para afrontar crisis macreoeconómicas o sectoriales. Esta flexibilidad interna era prioritaria tanto para sindicatos como para la patronal, dado el buen resultado de los ERTE durante la pandemia, y finalmente se consolida en el Estatuto de los Trabajadores.

De esta forma, con cesiones por ambos bandos, ha sido posible el “acuerdo histórico”, en palabras de la vicepresidenta Díaz. La próxima semana se cerrará la redacción del real decreto-ley y quedará visto para su aprobación definitiva en el Consejo de Ministros antes de que acabe el año, tal y como prometió. Calviño no solo consigue llevar a Bruselas una reforma laboral en el plazo comprometido, sino que es equilibrada y consensuada.

La andadura del Gobierno de coalición actual, del PSOE y Unidas Podemos, previa al coronavirus fue muy corta. Los ministros tomaron posesión el 13 de enero de 2020 y apenas dos meses después estalló la pandemia en España que cambió todos los planes. En ese periodo, hay pocas declaraciones de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, hablando abiertamente de la reforma laboral, una de ellas fue en el Spain Investors Day. En ese momento, dibujó las líneas maestras de una reforma laboral que, si no es igual, se parece mucho a la acordada esta semana por el diálogo social.

Reforma laboral Nadia Calviño Sindicatos Pandemia Negociación colectiva
El redactor recomienda