Es noticia
El PP privatizará Bankia este año si se encuentra un agujero en las cuentas públicas
  1. Economía
Plan de contingencia para frenar el déficit

El PP privatizará Bankia este año si se encuentra un agujero en las cuentas públicas

Los 'populares' tienen listo un plan de contingencia por si el déficit es superior al previsto que consiste en la "venta de activos no estratégicos". Retrasarán un año la senda de déficit

Foto:

España vuelve a enfrentarse a unas elecciones generales con la herencia del déficit pendiente. El próximo gobierno recibirá un presupuesto que se desvía respecto al objetivo entre 0,7 y 1,2 puntos del PIB, esto es, casi 15.000 millones de euros, lo que obligará a realizar un importante ajuste justo al inicio de la legislatura. El Partido Popular ha prometido una fuerte rebaja de impuestos que, según sus estimaciones, aumentaría la recaudación de las administraciones públicas. Pero, si fuese necesario adoptar un plan de contingencia, pondrá en marcha la venta de Bankia en 2019.

El programa económico del Partido Popular, al que ha tenido acceso este periódico, plantea un escenario adverso para las cuentas públicas, que podría producirse por un "empeoramiento de las condiciones financieras en Europa" o por encontrarse "unas finanzas públicas más deterioradas de lo previsto, tal y como ocurrió cuando Mariano Rajoy aterrizó en Moncloa". En este caso, la formación pondría en marcha una operación de "financiación extraordinaria en 2019" que consiste en la venta "de activos no estratégicos en los mercados con mayor liquidez".

Foto: El portavoz económico del PP, Daniel Lacalle. (Carmen Castellón)

La 'joya de la corona' que se plantea vender el PP es Bankia. La entidad pública está pendiente de privatización y el plazo actual, ampliado por el Gobierno, es hasta 2021. Los 'populares' activarían su venta ya este mismo año si se encuentran un agujero mayor del esperado en las cuentas públicas y lo harían contando con el acuerdo del consejo de administración de la compañía.

[La reducción del déficit de las autonomías camufla el aumento del gasto]

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ya ha solicitado públicamente al próximo gobierno que "tenga claro el proceso de privatización de Bankia". Lo hizo el pasado mes de marzo durante la última junta de accionistas de la entidad, lo que trasluce que el consejo de administración no verá con malos ojos la venta de las acciones que están todavía en manos del Estado.

El presidente de Bankia ya ha solicitado al próximo gobierno que "tenga claro el proceso de privatización de Bankia"

El presidente de Bankia quiere asegurar la privatización para evitar que futuros gobiernos tengan la tentación de utilizar a la entidad como ocurrió con las cajas de ahorro. Por ejemplo, Unidas Podemos ha planteado hacer de Bankia un banco público con el que realizar una parte de la política económica del país. Esto significaría eliminar la actual independencia del consejo para que pasara a estar controlado por políticos del gobierno de turno. Goirigolzarri quiere evitar este escenario a toda costa, de ahí su insistencia en la necesidad de mantener el plan de venta.

El Gobierno de Mariano Rajoy primero, y después el de Pedro Sánchez, optaron por retrasar la privatización de Bankia dado el bajo nivel de recursos que se podría obtener. La compañía cotiza actualmente en mínimos del año 2016, que coinciden también con los mínimos de 2013, en plena tormenta financiera. Desde el inicio del año la capitalización de la compañía se ha hundido un 38%, principalmente como consecuencia de la prolongación de las políticas expansivas del Banco Central Europeo en respuesta a la desaceleración de la economía.

El resultado es que la participación del Estado en Bankia tiene actualmente una valoración de 4.380 millones de euros, una parte menor si se compara con los 24.000 millones que costó su rescate. Esto significa que una venta total de este paquete a los precios actuales reduciría el déficit en algo menos del 0,4% del PIB, pero, eso sí, sería un efecto puntual, al año siguiente volvería ese déficit. Además, el Estado perdería el dividendo actual que ofrece la entidad. Justo la semana pasada percibió 219 millones pagados a cargo del beneficio de 703 millones de euros que logró en 2018.

[El PP golpea primero: monta 'Falcon viajes']

Eso sí, este dividendo no compensa la caída del precio de las acciones de Bankia en el mercado. Solo con el descenso que acumulan sus títulos en 2019 el Estado ha perdido unos 460 millones, más del doble que el dividendo cobrado. El Gobierno de Pedro Sánchez descartó una venta inminente de Bankia para esperar a que el precio de las acciones se recupere, si es que llega a recuperarse algún día. Ese es también el plan del PP, pero si el agujero en las cuentas públicas es superior al esperado, no dudará en ejecutar la privatización.

Una nueva senda de déficit

El Partido Popular asume en su programa económico que la senda de déficit que dejó aprobada el Gobierno de Mariano Rajoy, es inalcanzable. Después de vetar en el Senado su cambio, ahora la formación admite que será necesario retrasar un año la senda de ajuste. "En 2019 prevemos tensiones financieras para España", señala en su programa económico, debido a las políticas de gasto aprobadas por Sánchez, a la desaceleración de la economía y a la propia evolución creciente de algunas partidas, como las pensiones o los salarios públicos.

Foto: Josep Oliu (izda.) y José Ignacio Goirigolzarri, presidentes de Banco Sabadell y Bankia, respectivamente. (EFE)

Ante esta situación, los 'populares' proponen cumplir la senda de déficit de Rajoy, pero "un año después de lo inicialmente pactado". Eso significaría que este año se aplicaría el objetivo de déficit de 2018, que era del 2,2% del PIB. Como resultado, el equilibrio de las cuentas públicas no llegaría antes de 2022, ya que en 2021 el déficit sería del 0,5% del PIB.

El PP propone cumplir la senda de déficit de Rajoy, pero "un año después de lo inicialmente pactado"

La gran promesa de los 'populares' para esta campaña electoral es una bajada histórica de impuestos. Según sus cálculos, la reforma fiscal tendría un impacto de 16.100 millones de euros, equivalente a todo el déficit estructural de la Seguridad Social. Esta rebaja de impuestos se centrará básicamente en las rentas altas, con una reducción del tipo máximo hasta el 40% (para trabajadores cuya renta supere los 60.000 euros), aumento de la desgravación del ahorro hasta 8.000 euros y la eliminación de los impuestos sobre el patrimonio, sucesiones y donaciones.

Además, reducirá por debajo del 20% el tipo nominal del impuesto sobre sociedades, que actualmente está en el 25% y ampliará la tarifa plana de los autónomos a dos años. En total, todas estas medidas rebajarán la recaudación en 16.100 millones de euros, pero el PP afirma que gracias al impulso económico que generarán, permitirán elevar la recaudación en 16.317 millones de euros.

La formación también promete aplicar la ley de unidad de mercado que el exministro de Economía, Luis de Guindos, trató de poner en marcha en innumerables ocasiones y que no consiguió activar. Con estas medidas, los 'populares' prometen lograr un crecimiento del PIB del 4%, casi el doble que el ritmo actual.

España vuelve a enfrentarse a unas elecciones generales con la herencia del déficit pendiente. El próximo gobierno recibirá un presupuesto que se desvía respecto al objetivo entre 0,7 y 1,2 puntos del PIB, esto es, casi 15.000 millones de euros, lo que obligará a realizar un importante ajuste justo al inicio de la legislatura. El Partido Popular ha prometido una fuerte rebaja de impuestos que, según sus estimaciones, aumentaría la recaudación de las administraciones públicas. Pero, si fuese necesario adoptar un plan de contingencia, pondrá en marcha la venta de Bankia en 2019.

José Ignacio Goirigolzarri
El redactor recomienda