Bankia-Sabadell, una fusión bajo la mesa desde la moción de censura

La potencial fusión entre Bankia y Banco Sabadell salta a la palestra. Las últimas declaraciones del presidente de la entidad catalana, Josep Oliu, dejan entrever que los dos grupos se han sentado a hablar en los últimos meses. Tanto el banquero catalán como su homólogo en Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, niegan que haya nada en marcha. Pero a la versión que había dado hasta ahora el banquero vasco —"no hay ninguna fusión sobre la mesa o sobrevolándola"—, Oliu le introdujo ayer una variante: "Lo que está debajo de la mesa se podría plantear, pero hoy en día está bajo la mesa".

Las conversaciones, que no llegaron a ser formales —mandatos a asesores y aprobación de los consejos—, tuvieron mayor probabilidad de salir adelante el año pasado, hasta la moción de censura, según fuentes financieras consultadas por este medio.

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J. Zuloaga

Hay varios factores por los cuales el entorno político frena esta potencial fusión. El más obvio es que el Fondo de Reestructuración (FROB) público tiene más de un 60% del capital de Bankia. Cualquier operación de este calado tiene que ser aprobada por la Comisión Rectora del FROB, donde se sientan cinco representantes del Ministerio de Economía y del de Hacienda.

Junto a ello, cualquier posible fusión con Bankia requiere del visto bueno gubernamental para adaptar las remuneraciones del nuevo grupo. Los gestores de la entidad nacionalizada tienen todavía 'capados' sus sueldos fijos a un máximo de medio millón anual más un variable máximo de algo más del 50%, según la regulación que se hizo en 2012 tras el rescate. Dicha normativa fija que si Bankia se fusionara con otro grupo, los sueldos de los directivos procedentes de la otra entidad no tendrían por qué verse limitados. Pero si la entidad quisiera desbloquear los del equipo de Goirigolzarri, necesitaría el visto bueno del FROB, del Banco de España y del propio ministro de Economía.

Bankia necesita el visto bueno del FROB y Economía para desbloquear las remuneraciones en una fusión

Este paso se ve 'a priori' más difícil con un Gobierno bajo la órbita de Podemos. Por ello es clave lo que salga de las próximas elecciones. Y de ahí también se desprenden las declaraciones de Goirigolzarri de la semana pasada, alentando al próximo Gobierno a no dejar de lado la privatización.

Las bajas cotizaciones también han desincentivado la fusión. La operación sería redonda si se produjera en paralelo a una venta por parte del FROB de su paquete accionarial en Bankia o en la entidad resultante. Pero con los actuales niveles bursátiles, resulta casi imposible.

Lógica industrial

Al margen de las dificultades, la posible fusión Bankia-Sabadell podría interesar a los equipos directivos por su lógica industrial. Son entidades complementarias geográficamente y por modelo de negocio. Bankia está más centrada en particulares y con especial implantación en Madrid y Valencia. Por su parte, Sabadell tiene mejor negocio de empresas y aportaría al nuevo grupo su cuota de mercado en Cataluña y la cornisa cantábrica. La Comunidad Valenciana es donde habría más sinergias. Además, los dos equipos directivos se conocen bien: Goirigolzarri y su número dos, José Sevilla, trabajaron en BBVA con el consejero delegado de Sabadell, Jaime Guardiola. Sabadell también aportaría una internacionalización que Bankia se vio obligada a dejar a un lado tras el rescate de 2012.

El nuevo grupo daría lugar a entidad con unos activos de 435.000 millones de euros, por encima del tamaño de CaixaBank. Sería uno de los grupos líderes en España, con más de 4.000 oficinas y más de 40.000 empleados a nivel global.