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El inspector Casaus avala la versión de Deloitte con las cuentas de Bankia
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JUICIO POR LA SALIDA A BOLSA DE BANKIA

El inspector Casaus avala la versión de Deloitte con las cuentas de Bankia

El responsable de inspección de Caja Madrid y Bankia explica que a finales de 2010 el grupo necesitaba 16.000 millones en provisiones, y se dotaron algo menos de 10.000 millones

Foto: El inspector José Antonio Casaus en la Audiencia (Efe)
El inspector José Antonio Casaus en la Audiencia (Efe)

Bankia nació corta de provisiones y la salida a bolsa fue "precipitada y un error". Con estas palabras, el inspector del Banco de España, José Antonio Casaus, ha dado su visión de la creación y caída de Bankia durante su declaración como testigo en el juicio de la Audiencia Nacional. "Caja Madrid y Bancaja tenían 16.000 millones de saneamientos no reconocidos" en 2010, durante la fusión que dio origen a Bankia. Y ha lanzado otros dos grandes mensajes: se sabía que el grupo "era inviable" desde abril de 2011, tres meses antes de la salida a bolsa; y Deloitte avisó de que había problemas con las cuentas de Bankia y BFA.

"La salida a bolsa fue un error, fue precipitada, con el agravamiento de que se vendió entre minoristas. Pero fue un error con toda la buena intención, estoy orgulloso de trabajar para el Banco de España, que siempre ha pensado en el ciudadano. Y quiero mostrar mi reconocimiento a los compañeros que fueron investigados" en el caso Bankia. Casaus es autor de los correos que provocó la imputación de la cúpula del banco en 2012.

En caída libre

Más allá de la intencionalidad, el inspector ha criticado la decisión en sí misma y se ha reafirmado en sus correos. "Vimos lo que vimos con la primera foto trimestral de 2011, antes solo conocíamos la mitad del grupo [Caja Madrid]. En diciembre de 2010 el problema era la rentabilidad, en el primer trimestre nos dimos cuenta de que el grupo no tenía viabilidad", ha apuntado el testigo. "Era un banco en caída libre", ha añadido.

Al igual que en estos emails, Casaus ha argumentado que fue la matriz, BFA, la que arrastró a Bankia y forzó la nacionalización: "Si hubieran sido dos bancos distintos, Bankia no se hubiera intervenido".

"La salida a bolsa no solucionaba el problema, era una bombona de oxígeno, el grupo estaba en un punto de no retorno"

Respecto a Deloitte, Casaus ha explicado una reunión de enero de 2012 con el socio de la auditora, Francisco Celma, en la que se trataron tres asuntos. El primero, "la incertidumbre" del auditor por el efecto del real decreto que preparaba el Gobierno (Guindos 1) para Bankia. El segundo, "que no le estaban dando [Bankia] los papeles y así no iba a poder pronunciarse" con un informe de auditoría. Así Casaus, explica que Celma le dijo que había "obstáculos" en BFA por los activos fiscales y la participación en Bankia; y faltaban tasaciones de Bankia, donde, añadió el auditor, se estaba en pérdidas desde octubre-noviembre. Y, tercero, que Deloitte había hecho un ejercicio de pérdida esperada que daba posibles minusvalías de entre 5.000 y 8.600 millones para Bankia en los dos años siguientes.

La auditora finalmente no entregó opinión sobre las cuentas a finales de abril, algo que puede está centrando parte del juicio. Para la Fiscalía Anticorrupción es clave el papel de la Comisión de Auditoría durante los meses previos a la nacionalización.

Foto: Ángel Acebes, exministro y exconsejero de BFA-Bankia. (EFE)

"La salida a bolsa no solucionaba el problema, iba a captar 3.000 millones que eran una bombona de oxígeno. Bankia era un grupo que destruía capital cada día, estaba en un punto de no retorno. Hubiera venido bien que entrara un banco extranjero que hubiera reducido costes y hubiera hecho rentable un balance que no lo era, cambiando a unos gestores desacreditados con actitud de no afrontar los problemas de una entidad en crisis", ha denunciado Casaus, quien ha insinuado que Rodrigo Rato y el resto de consejeros prefirieron la solución de la salida a bolsa para salvar sus puestos.

El inspector sostiene que se tenía que haber intervenido en 2011, ya que "cuanto más tardas más caro es el rescate". Aun así, ha señalado que había "otros bancos" que estaban en la misma situación entonces y que han "durado más años", en referencia a Banco Popular.

En esta línea, ha señalado que sin los decretos de Guindos "no hubiera aflorado" el agujero inmobiliario, pero que quien "rompió la baraja" fue la banca extranjera que quería "salir de España". "Empezaron a caer los promotores", ha añadido.

Agujero de provisiones

En lugar de estos 16.000 millones, ha explicado Casaus, Bankia dotó 9.807 millones (8.000 millones netos) tras un informe de AFI "que se quedaba muy corto [6.800 millones]" y otro de PwC "que encajaba más", pero "también se quedaba corto". El inspector ha reconocido que estos cálculos de 16.000 millones eran superficiales, sin entrar a fondo en el estado del balance.

Casaus ha dado a entender que la entidad entonces presidida por Rato hizo un "juego de equilibrios" para adelantar todas las provisiones posibles contra reservas para no tenerlas que hacer más adelante contra resultados, ya que "el banco se iba al garete". Y tampoco podía hacer más dotaciones de los 9.800 millones ya que se quedaba "con los pies de la solvencia fríos". "Se hizo lo que se pudo hacer, no lo que se tenía que hacer, dada cuenta de la situación de capital y de insolvencias de la entidad", ha añadido. Aun así, ha reconocido que fueron tiempos difíciles "para gestionar y supervisar": "Fue una cosa de locos".

Foto: Sede del Banco de España. (EFE)

El inspector ha criticado los ajustes laborales que hizo Caja Madrid a finales de 2010, con unas condiciones "no compatibles con una entidad que había recibido ayudas públicas". "Se acogieron un 99% de los empleados", añade. Además, critica que se liberaran "indebidamente" provisiones para afrontar el gasto, para luego volver a dotar contra reservas.

Al igual que otros inspectores, Casaus considera que había "morosidad encubierta" en las hipotecas de Caja Madrid, "pero éste no era el problema: el elefante en la habitación eran los promotores".

¿Presiones de la cúpula?

El testigo ha reconocido como "nuestro gran error" admitir añadir un párrafo en el informe de seguimiento de 31 de marzo de 2011. Lo pidió el directivo del Banco de España Pedro Comín, y en él apuntaron que Bankia tenía provisiones para los dos próximos años. "Nos faltó coraje", ha asumido el inspector.

En esta línea, Casaus ha explicado que el jefe de grupo, Pedro González, les pidió "optimismo" en sus informes a mediados de 2011 hasta que hubo un cambio "curioso" a finales de ese año: "Se mueven las cosas por arriba y nos dicen que hay que pintar la situación, cargar más las tintas, para que [la crisis de Bankia] no nos cogiera con el pie cambiado".

Casaus sostiene que "los gestores estaban desacreditados ante el mercado" por haber recibido ayudas públicas. Este inspector critica el bonus de 150 millones que intentaron repartir a la plantilla: "Fue la primera vez que vi un indicio de delito", ha afirmado, ante lo que le ha llamado la atención la presidenta del tribunal, Ángela Murillo.

placeholder José Antonio Casasus, durante la declaración.
José Antonio Casasus, durante la declaración.

Casaus ha cargado también contra el plan de rescate de Bankia una vez llegado al banco José Ignacio Goirigolzarri. En su opinión, la reformulación de mayo de 2012 no fue por un cambio de estimación sino por problemas que se arrastraban desde 2011 y años anteriores. Además, ha opinado que los 19.000 millones del rescate de la entidad le “parecía una barbaridad”, tanto que terminó declinando ir a reuniones en las que se negoció.

Casaus es un testigo clave del juicio de Bankia como autor de los correos internos del Banco de España que provocaron una oleada de imputaciones en el regulador a comienzos de 2017, aunque la Audiencia archivó finalmente esta línea de investigación. En sus emails, este inspector señalaba que BFA-Bankia era "inviable" con la salida a bolsa y calificaba que le salían "unas cuentas de mierda".

La de Casaus es la segunda declaración crítica contra la cúpula de Bankia tras la de este lunes de José Antonio Delgado, el otro inspector-cabecera de Bankia en el momento de su nacionalización.

Bankia nació corta de provisiones y la salida a bolsa fue "precipitada y un error". Con estas palabras, el inspector del Banco de España, José Antonio Casaus, ha dado su visión de la creación y caída de Bankia durante su declaración como testigo en el juicio de la Audiencia Nacional. "Caja Madrid y Bancaja tenían 16.000 millones de saneamientos no reconocidos" en 2010, durante la fusión que dio origen a Bankia. Y ha lanzado otros dos grandes mensajes: se sabía que el grupo "era inviable" desde abril de 2011, tres meses antes de la salida a bolsa; y Deloitte avisó de que había problemas con las cuentas de Bankia y BFA.

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