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Cómo un joven de 19 años llamado Carlos Alcaraz se convirtió en el número uno del tenis mundial
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Una victoria histórica

Cómo un joven de 19 años llamado Carlos Alcaraz se convirtió en el número uno del tenis mundial

El tenista español logra el hito de ser el deportista más joven en la historia del tenis en alcanzar el número uno. El triunfo en el US Open, el primer Grand Slam de su carrera, corona un ascenso histórico a la élite

Foto: Alcaraz se rompe tras ganar la final contra Casper Ruud. (Reuters/Robert Deutsch)
Alcaraz se rompe tras ganar la final contra Casper Ruud. (Reuters/Robert Deutsch)

"Siempre he soñado con ser el número uno". A sus 19 años y cuatro meses, Carlos Alcaraz ha logrado su sueño de toda una vida a una velocidad de récord, pulverizando registros de los tenistas más grandes de la historia y cerrando un torneo maravilloso que ya le acredita como el mejor tenista del mundo y, de paso, como uno de los talentos jóvenes más demoledores del mundo en cualquier deporte. Con 51 victorias, ningún tenista del circuito ha ganado más partidos que el murciano y el Grand Slam del US Open contra Casper Ruud corona una temporada espectacular. ¿Cómo ha llegado hasta este momento un joven deportista de El Palmar (Murcia) prácticamente en tan solo un año? Esta es la historia de un talento que ha dejado a todo el mundo del tenis con la boca abierta en 2022 y se ha convertido en el jugador más joven de la historia en auparse hasta el número uno.

"Cuando Carlos Alcaraz vino con nosotros, era un adolescente muy delgadito en fase prepuberal. Estaba poco trabajado con respecto a la fuerza, pero sí en lo cardiovascular, porque había hecho algo de atletismo y hacía tenis. Ahora es un hombre con cuerpo de atleta que se ha completado físicamente y que de los 79 kilos que pesa, entre 65 y 69 son de masa muscular". Estas son las palabras de Alberto Lledó, el preparador físico del mayor talento tenístico que ha dado España desde Rafa Nadal, Carlos Alcaraz. El tenista español, que ha pasado de ser el número 120 del 'ranking' ATP al actual número uno del mundo en poco más de un año, ha protagonizado un ascenso estelar a la élite.

En febrero de 2018, consiguió su primer punto con 14 años. Con 16 ganó (en Río de Janeiro) su primer partido en un torneo profesional. En 2020, conquistó a los 17 su primer torneo Challenger en Trieste (Italia). En julio de 2021, conquistó su primer título ATP en Umag (Croacia), a finales de año se proclamó campeón de las Next Generation ATP Finals —el torneo que reúne a los ocho mejores tenistas del mundo con menos de 21 años— y el pasado febrero venció en el ATP500 de Río de Janeiro para convertirse en el tenista más joven de la historia en hacerlo... y lograr lo mismo en el Masters 1.000 de Madrid a sus 19 años y tres días en una exhibición mental y física.

Cómo convivir con la presión

Proféticas fueron las palabras de Alexander Zverev tras terminar la final en la capital de España: "Creo que eres el mejor jugador del mundo en estos momentos, aunque tan solo tienes 19 años. Tenemos una nueva superestrella en el mundo del tenis. Vas a ganar Grand Slams y también muchas veces en Madrid". Desde entonces, las expectativas se dispararon y, aunque el desempeño en Roland Garros (cuartos de final) y Wimbledon (octavos de final) no fue el esperado, Carlos Alcaraz se rehízo para aplicar lo aprendido de esas amargas experiencias a su futuro más inmediato: el US Open. Cómo gestionar la presión ("por primera vez, no supe manejar la presión", dijo tras caer en el Masters 1.000 de Montreal) y cómo cargar con el peso de ser el favorito y tener todos los focos encima de ti.

"Una de las cosas que más sorprenden de Carlos es que es superhumilde gracias a la educación que le han dado sus padres y, segundo, que nunca pregunta el porqué de los entrenamientos. Él cree en el proceso y en el trabajo. Sabía que venía con Juan Carlos Ferrero a su academia Equelite y que de aquí han salido grandes jugadores", cuenta Alberto Lledó. El preparador físico subraya que Alcaraz suma entre tres y cuatro años "trabajando a conciencia con el objetivo de soportar cargas de tenis importantes y acostumbrarse a desafíos tan agotadores como jugar encuentros a cinco sets". Ha sido en este último año, precisamente, cuando el cambio físico del español ha impresionado a público, rivales y medios de comunicación.

"Tiene una intensidad mental de primer nivel"

"Cuando Juan Carlos empezó a entrenarlo, él me comentaba que no era capaz de mantener la intensidad mucho tiempo. 'Ya se ha ido, ya se ha ido del partido', decía Juan Carlos, porque los resultados de Alcaraz eran irregulares. Vimos que era por falta de intensidad y concentración. Eso ha ido mejorando hasta mantener una intensidad mental de primer nivel", narra Lledó. "Ahora tiene mucha confianza en su juego y esta es una parte vital, porque el tenis es una autoevaluación constante. La bola o va dentro o va fuera. Blanco o negro. Tener una actitud positiva y de confianza es fundamental para afrontar los retos", subraya.

¿Es pura genética? ¿Un trabajo milimétrico? ¿O una mezcla de ambos? Su preparador físico apunta a su impresionante profesionalidad. "Hay parte de genética, pero casi todo es trabajo. El cambio mental que realizó y que se refleja en sus partidos también suma. Hizo una gran transformación no solamente en el tenis sino en muchas facetas de su vida. Ahora trabaja cada día como una bestia; con ilusión y ganas, y ahí está la mejora". Alcaraz, que no para de crecer año tras año, ve reflejado en sus resultados el desarrollo realizado hasta ahora: "Consigue los objetivos y se va automotivando porque los transfiere del trabajo a la pista", opina Lledó.

placeholder El campeón español. (EFE/Justin Lane)
El campeón español. (EFE/Justin Lane)

El español es un cañón físicamente, y cuando huele la sangre porque su rival está en horas bajas, acude como un tiburón. Ya lee los partidos como los mejores e interpreta los momentos clave como tal. Por eso se vengó de Jannik Sinner en cuartos de final, no colapsó ante Frances Tiafoe al levantar tres pelotas de set con el 6-3 y dio un golpe en la mesa cuando tocó para llegar a la gran final y ganarla. Por eso doblegó a Casper Ruud al responder con su mejor tenis en el momento más crítico en el tercer set. Ese 'tie-break' ganado por 1-7 nunca se borrará de la retina. Lo confesaba el mismo Alcaraz al principio de la temporada: "He crecido mucho como jugador y como persona. El año pasado era para coger experiencia y ahora ya me considero uno de los mejores y considero que puedo ganar todo tipo de partidos".

Un gran profesional

Al ver sus brazos venosos y turgentes, uno podría llegar a pensar que Alcaraz se ha machacado a pesas a lo largo de estos meses, en que su equipo técnico decidió que volviese a la carga en el Open de Australia y se perdiese algunos torneos antes del Grand Slam que levantó Nadal. "El tema de la fuerza está mitificado a nivel social. La fuerza es la cualidad más importante a nivel físico porque posibilita las demás, pero la fuerza va unida a la velocidad y se gana con distintos ejercicios como la polea cónica excéntrica, no solo con hierros y pesas", apunta el preparador físico del español.

placeholder Una roca física. (EFE/Justin Lane)
Una roca física. (EFE/Justin Lane)

No todo es resistencia o fuerza, Lledó insiste en el rango de movilidad. "Si logramos aumentar el rango de movimientos en las piernas de Alcaraz, mejorará. Está claro que hay unos rangos de movilidad adecuados para el saque, el golpeo y el apoyo, pero también debemos valorar la individualización de cada deportista y buscar su mejor versión", desliza el profesional. Desde su equipo, cuentan que la profesionalidad en el entrenamiento también se traduce a los hábitos alimenticios. "El Carlos que teníamos hace cuatro años no comía bien, pero ahora es profesional el 95% de los días que tiene el año", afirma el preparador.

El miembro de su cuerpo técnico cierra con dos curiosidades. La primera es que Alcaraz tiene pasión por el sushi en su dieta —"Es una comida rica en hidratos de buena calidad y el pescado le ayuda a mantener los estados de grasa óptimos justo antes de la competición"— y la segunda que Carlos acostumbra a dormir acompañado —"es una manera de ayudarlo; mientras sea beneficioso para él y tolere la compañía, fantástico para todos", zanja Lledó—. Descansar es vital para estar al máximo físicamente y evitar que trasnoche y eso afecte a su rendimiento. Así se crea un campeón. Así se forjó el número uno del mundo más joven de la historia.

"Siempre he soñado con ser el número uno". A sus 19 años y cuatro meses, Carlos Alcaraz ha logrado su sueño de toda una vida a una velocidad de récord, pulverizando registros de los tenistas más grandes de la historia y cerrando un torneo maravilloso que ya le acredita como el mejor tenista del mundo y, de paso, como uno de los talentos jóvenes más demoledores del mundo en cualquier deporte. Con 51 victorias, ningún tenista del circuito ha ganado más partidos que el murciano y el Grand Slam del US Open contra Casper Ruud corona una temporada espectacular. ¿Cómo ha llegado hasta este momento un joven deportista de El Palmar (Murcia) prácticamente en tan solo un año? Esta es la historia de un talento que ha dejado a todo el mundo del tenis con la boca abierta en 2022 y se ha convertido en el jugador más joven de la historia en auparse hasta el número uno.

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