Alcaraz contra Ruud: la gran final del US Open decidirá la batalla por el trono del tenis mundial

"Tengo que ganar un partido más. Yo soñaba de siempre con ser número uno. Obviamente, ser primero sin ganar un Grand Slam es complicado. Pero de pequeño siempre he soñado con ser número uno". Con estas palabras y la ilusión de quien tiene a tiro de piedra su mayor deseo desde que era pequeño, Carlos Alcaraz se abría en canal en la pista del US Open. El tenista español de 19 años consiguió derrotar al estadounidense Frances Tiafoe en una lucha titánica a cinco sets y hoy, por fin, tendrá la oportunidad de convertirse en el número uno del tenis mundial más precoz en la final más joven del S.XXI, ya que ambos suman 42 años combinados. En frente estará el otro tenista llamado a ocupar el vacío emocional y deportivo que van dejando tras de sí Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer; el noruego Casper Ruud (23 años). ¿En juego? El trono del tenis mundial.

No es la primera vez que se enfrentan, ni será la última. En las dos citas anteriores, Alcaraz venció en ambos duelos. En abril de 2021, durante el ATP 250 de Marbella, Alcaraz se impuso a Ruud por 6-2 y 6-4 en los cuartos de final, mientras que este año, en el Masters 1000 de Miami, Alcaraz se embolsó el triunfo más importante de su carrera tras ganar por 7-5 y 6-4. El tenista murciano también se convertiría en el primer español en ganar el Masters 1.000 estadounidense. En aquel partido muy disputado, el joven deportista español supo recomponerse de un primer set complicado, alterar la dinámica del encuentro y alzarse campeón en la segunda manga.

Las ganas de revancha corren por la sangre del noruego. Tanto él como Alcaraz jugarán el partido más importante de su corta carrera. En la previa del encuentro, Casper Ruud dejó entrever que todavía quedan muchos asuntos pendientes: "Creo que debo de jugar un tenis muy preciso si quiero ganar a Carlos, especialmente debo intentar mantenerle un par de metros por detrás de la línea de fondo para poder jugar con buena profundidad y longitud. Si entra dentro de pista, puede hacer lo que quiera. Puede firmar un gran golpe ganador, pero también tiene muy buena mano con la dejada, la que creo que es una de las mejores del mundo. Si le juegas con profundidad y altura, le será más difícil hacer dejadas. Está claro que jugamos para el torneo y para el número uno, habrá nervios, pero los sentimos los dos. Espero que sea un gran partido: me ha ganado un par de veces y buscaré mi revancha", añadió el nórdico.

El partido más importante de su vida

Así las cosas, Alcaraz desembarcó en Nueva York como número cuatro del mundo y Ruud, como séptimo. El murciano puede entrar en los anales de la historia, pero primero deberá apear a un tenista que ha explotado en 2022... como él. Antes de este año, el mejor resultado en un Grand Slam de Ruud había sido la cuarta ronda en el Open de Australia (2019). Sin embargo, este año alcanzó la final de Roland Garros (donde cayó frente a Rafa Nadal) y la final del Masters 1.000 de Miami (donde cayó frente a Carlos Alcaraz). El noruego ha ganado nueve títulos ATP, todos de categoría 250 y ocho de ellos en tierra batida y solo uno en pista dura. Por su parte, Alcaraz ha ganado cinco torneos profesionales: dos Masters 1.000 (Madrid y Miami) y dos ATP 500 (Barcelona y Río de Janeiro) en 2022 y un ATP 250 (Umag, en 2021). A excepción de Miami, todos fueron en arcilla. Más leña al fuego.

Además, ambos tienen un mismo ídolo: Rafa Nadal. El tenista noruego aterrizó en la academia de Rafa Nadal en el verano de 2018, cuando representaba el número 142 de la lista ATP. Cuatro años después, el noruego ha logrado la regularidad que antaño no tenía, así como una mayor agresividad en su juego y madurez emocional. De Alcaraz está todo dicho, pero hay que recordarlo. Su ascenso fulgurante, sostenido en el tiempo a pesar de algunos tropiezos, como las derrotas en Roland Garros, Wimbledon, Hamburgo y Umag, ha sido impresionante. El murciano ha sabido utilizar la presión sentida tras esos batacazos para coger impulso y volver a estar entre los mejores.

La velocidad de piernas del murciano, combinada con unas dejadas demoledoras que ha ido cincelando con el tiempo en este 2022, es una herramienta vital en su juego. Sin embargo, el recital de golpeos del español es mucho más completo que el del noruego. Reveses cruzados a dos manos, un saque directo muy difícil de contrarrestar, derechazos al ángulo más lejano, voleas contundentes y una capacidad anormal para un chico tan joven de jugar desde el fondo de la pista. La precipitación de antaño, acentuada por su juventud y explosividad, ha ido modelándose y reduciéndose con el tiempo.

"Primera final de Grand Slam, y puedo ver el número uno del mundo, pero a la vez está muy lejos", expresó Alcaraz en la pista del US Open antes de analizar a su siguiente rival. "Es un tenista que juega increíble, él ya ha jugado la final de Roland Garros y se merecía otra. Para mí es la primera y voy a dar todo lo que tengo, tendré que controlar los nervios de estar en una final, pero es lo que digo siempre. Voy a disfrutar el momento y a ver qué pasa".

¿Miedo en la final?

Sobre Ruud, Alcaraz fue claro: "Ya le gané en Miami, creo que soy un jugador capaz de poder ganarle de nuevo. Él ya ha jugado una final de Grand Slam y ya sabe lo que es ese momento, vivir esa experiencia, que para mí es algo nuevo. Pero para mí también han sido nuevas muchas cosas y al final las he afrontado de buena manera. El domingo lo voy a volver a hacer, voy a volver a afrontar ese momento de la mejor manera posible, siendo el mismo chico y jugador de siempre. Voy a intentar tomármelo como un partido más, aunque sé que no será fácil, y a intentar desplegar mi mejor juego". Sobre un posible miedo ante la final: "La verdad que no le tengo miedo a ese momento. Es algo para lo que me he preparado mental y físicamente, para vivir este momento y estar peleando por grandes cosas".

El ranking ATP premia la regularidad y esa característica ha definido tanto a Alcaraz y Ruud. De hecho, Alcaraz es el jugador con más victorias en 2022: 49. Esta temporada, la decisión personal de Novak Djokovic de no vacunarse contra el coronavirus ha hecho que el serbio se viese lastrado al no poder disputar el Open de Australia. En Roland Garros, cayó en cuartos de final frente a Nadal y solo pudo ganar un Grand Slam, Wimbledon. De nuevo, en el US Open fue vetado, ya que las leyes estadounidenses impiden la entrada a extranjeros no vacunados. En otros casos, como el de Daniil Medvedev, los tenistas rusos fueron apartados de Wimbledon… y se decidió no repartir puntos ATP. Ahora el murciano tiene una cita con la historia.