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Nueva York se rinde a Carlos Alcaraz: sobrevive a Tiafoe y pasa a la final por el US Open y el Nº1
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Victoria por 6-7, 6-3, 6-1, 6-7 y 6-3

Nueva York se rinde a Carlos Alcaraz: sobrevive a Tiafoe y pasa a la final por el US Open y el Nº1

El tenista español sufrió cinco sets para ganar al estadounidense y acabó emocionando al público de Nueva York. Él y Casper Ruud se disputarán el número uno y el primer trofeo de Grand Slam de sus carreras el próximo domingo

Foto: El grito de Alcaraz, finalista del US Open. (Reuters/Mike Segar)
El grito de Alcaraz, finalista del US Open. (Reuters/Mike Segar)

"Caaaaarlos, Caaaaaarlos, Caaaaaarlos". Nueva York, con VIPS como Michelle Obama o Jon Bon Jovi, cayó rendida ante Alcaraz. Su gran representante, Frances Tiafoe, estaba en la pista, pero el honor es el honor. No hay ciudad mejor para admirar y rendirse al espectáculo. El murciano regaló al US Open una exhibición tenística (con puntos de PlayStation incluidos, como no podía ser de otra manera) para barrer al estadounidense por 6-7, 6-3, 6-1, 6-7 y 6-3 en cuatro horas y 20 minutos. Una victoria con la que tira abajo la puerta del nuevo tenis. En su mano tiene la posibilidad de ser el nuevo número 1 del mundo en el ránking ATP y de conquistar estrenar el casillero de Grand Slams en su carrera. Lo primero nadie lo ha hecho con 19 años; lo segundo igualaría la precocidad de Rafa Nadal, quien también tenía esa edad cuando conquistó su primer Roland Garros. Para ello solo le queda un último escollo, el talentoso Casper Ruud, en un duelo que apunta a clásico del futuro más inmediato y que se celebrará el próximo domingo 11 de septiembre.

Habían pasado menos de 48 horas desde que Alcaraz se diese la paliza de cinco horas y 20 minutos frente a Yannik Sinner en el Arthur Ashe. Por suerte, para el español, tener 19 años se nota incluso a este nivel. No salió amedrentado ni con las piernas cansadas. En frente, Tiafoe no sufrió el vértigo de estar en semifinales del US Open. El primer set fue una lucha constante en la que ninguno de los dos tenistas conseguían romper el servicio de su rival. Los puntos de mayor factura se los apuntó Alcaraz, pese a la incredulidad del estadounidense. Esos puntos de virguerías, esos puntos que circulan de WhatsApp con un "¿pero tú has visto esto?", empiezan a ser un habitual en cada partido de 'Carlitos'. El mejor de este encuentro fue un toma y daca de dejadas y de globos que finalizó de volea el español.

Si a las notas, el español demostró ser un tenista más completo, el imperturbable servicio de Tiafoe le valió para llevarse la primera manga. Aprovechó un par de despistes de Alcaraz en el Tie-Break para ponerse por delante 6-7. Un aluvión de energía para el estadounidense, que no partía en la terna de favoritos para hacerse con el torneo, pero anclado en el optimismo como forma de juego.

El show de Tiafoe, el heredero de Roddick

Tiafoe es un tipo especial. Sonriente, juguetón y, por momentos, chulo. Su simpatía va desde felicitar con una risa a Alcaraz después de un puntazo larguísimo hasta tirarle a la cabeza sin pedir perdón. Frances es así y Nueva York le adora. El estadounidense se ganó a ciudad tanto por su brillante desempeño en el torneo, donde solo había concedido un set antes de medirse a Alcaraz además de haber sido ejecutor de Rafa Nadal, como por la orfandad del público en lo referente a ídolos. Desde el 2006, ningún norteamericano había estado entre los cuatro mejores del US Open, cuando Andy Roddick perdió la final frente a Roger Federer.

¿Era un candidato Tiafoe a imitar al legendario tenista estadounidense? Que le quiten lo bailado, aunque todavía le queda en la comparativa con su predecesor, entre otras cosas alcanzar los 32 títulos ATP. Sobre la pista, ambos guardaban ciertas similitudes en su juego, como su idéntica altura de 1,88 metros. La más evidente, un saque imperial. Alcaraz sufrió en exceso para lograr romper el servicio de Tiafoe. Seco y letal, Frances no mete pelotas, mete cañonazos. Lejos queda aquel clip viral con “el peor saque de la historia”. Es un especialista. Y Roddick, bueno, todos recuerdan aquel ‘ace’ en tierra batida en el que enterró la bola, literalmente.

placeholder Teafoe se despide con su mejor desempeño en un torneo. (Reuters/Mike Segar)
Teafoe se despide con su mejor desempeño en un torneo. (Reuters/Mike Segar)

A Tiafoe le sobra actitud y derroche físico, aunque su repertorio exponga golpes no del todo ortodoxos. Su libreta de juego le convierte en un tenista incómodo para el rival. A nivel competitivo, la mentalidad es un punto a remontar. Frances acumuló varios saques fallados en el segundo set, cuando más apretaba Alcaraz. Si Tiafoe se desespera, fuerza para que se note. A veces los gestos lo son todo. El rostro del estadounidense tras el contundente 6-3 para el español en la segunda manga no era el de un jugador que está empatando unas semifinales de Grand Slam. Si no del que lo ve todo perdido. Aspectos mentales que, a sus 24 años, todavía puede pulir y mejorar.

Salió algo despistado Tiafoe tras el pequeño descanso entre set y set. Break en blanco a favor de Alcaraz, quien alzaba el puño mirando a Juan Carlos Ferrero y al resto de su equipo. Su rival estaba sufriendo una pájara de sensaciones. Lo que antes eran saques con veneno, ahora eran pases para la volea del español. Olía a sangre y era el momento de entrar a matar. Carlos le endosó un nuevo juego en blanco en su servicio. La crisis del estadounidense era real. Con disciplina, el murciano no frenó y se llevó el tercer juego consecutivo con break incluido. Hizo lo propio para confirmar la rotura con su saque. 4-0 y una distancia mental aún superior. El intento de rebelión de Tiafoe, con un buen servicio para el 4-1, quedó sepultado ante el rodillo del español, quien cerró la manga 6-1.

Parecía que al estadounidense le iba a costar demasiado reengancharse al partido. Estaba mentalmente grogui, superado ante un Alcaraz que no para de subir y subir su nivel. El repertorio del español fue creciendo a base de dejadas, reveses, globos y passings shots. Exhibición. Tenis de quilates. A veces, Frances ni intentaba llegar. Hhabía aceptado la derrota, pero su orgullo le llevó a pelear hasta el final y tuvo premio. El número 26 del mundo trató de resucitar con un break y un gran juego. Ambos tenistas se dejaron gasolina para un final de infarto. "Let's go!", gritó, pero el español no se dejó ir, gestionando a la perfección los juegos como le pedía Ferrero: cero dejadez, cero creérselo, el partido no acaba hasta ganar tres sets. No fue suficiente para evitar la embestida de Frances, que se llevó un Tie-Break de pura tensión, aún perdonando Alcaraz una bola de partido, para forzar el quinto set.

Era el momento más delicado del partido para Alcaraz. De tener un rival rendido, de tener el pase a la final entre los dedos, tocándolo con las yemas, a tener que pelear un set en el que se jugaba todo. Tiafoe salió en tromba con su servicio, el español tiró de clase y oficio para rompérselo a las primeras de cambio. Resistió para consolidarlo en su saque. Poco duró la alegría. Un valiente Frances se lo arrebató a la siguiente, aprovechando el ímpetu y el calor de la grada de Nueva York. Había que dar un paso al frente y Alcaraz lo dio. ¡Nuevo break! ¡Y con juego en blanco! Qué mentalidad competitiva de Alcaraz para rehacerse de una situación adversa. Otro juego en blanco en su servicio permitió al español afrontar con más tranquilidad el incendio de Tiafoe. Mantuvo la distancia hasta el final el murciano, más consistente en su saque y pletórico al resto. Tuvo tres nuevas bolas de partido. A la tercera fue la vencida para despedirse del público neoyorquino hasta su próxima y última cita. Este brindó consuelo y honor a Tiafoe, uno de los suyos, pero las felicitaciones fueron para Carlos.

El domingo le espera el noruego Casper Ruud, quien ganó con jerarquía al ruso Karen Khachanov. En juego estará tanto el primer título de Grand Slam para cualquiera de los dos, como la conquista del número 1 del ránking mundial. Ambos desbancaron, virtualmente, a Rafa Nadal con su llegada a la final. Tras caer en octavos, al manacorí solo le valía que tanto Ruud como Alcaraz quedasen apeados antes de semifinales. Ruud solo necesitó tres horas para acabar con Khachanov por 7-6, 6-2, 5-7 y 6-2. En su experiencia cuenta con una final de Roland Garros, precisamente la que perdió con Nadal en la pasada edición. Una cita emocionante, trascendental y simbólica en el tenis. ¿Lo escucha? El futuro está llamando a sus puertas.

"Caaaaarlos, Caaaaaarlos, Caaaaaarlos". Nueva York, con VIPS como Michelle Obama o Jon Bon Jovi, cayó rendida ante Alcaraz. Su gran representante, Frances Tiafoe, estaba en la pista, pero el honor es el honor. No hay ciudad mejor para admirar y rendirse al espectáculo. El murciano regaló al US Open una exhibición tenística (con puntos de PlayStation incluidos, como no podía ser de otra manera) para barrer al estadounidense por 6-7, 6-3, 6-1, 6-7 y 6-3 en cuatro horas y 20 minutos. Una victoria con la que tira abajo la puerta del nuevo tenis. En su mano tiene la posibilidad de ser el nuevo número 1 del mundo en el ránking ATP y de conquistar estrenar el casillero de Grand Slams en su carrera. Lo primero nadie lo ha hecho con 19 años; lo segundo igualaría la precocidad de Rafa Nadal, quien también tenía esa edad cuando conquistó su primer Roland Garros. Para ello solo le queda un último escollo, el talentoso Casper Ruud, en un duelo que apunta a clásico del futuro más inmediato y que se celebrará el próximo domingo 11 de septiembre.

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