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Guerra en el culturismo por los pinchazos: "Les salen tetas al doparse y gana el que más se droga"
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Aumento del uso de las sustancias

Guerra en el culturismo por los pinchazos: "Les salen tetas al doparse y gana el que más se droga"

Las muertes repentinas destapan la cara más oscura de una industria multimillonaria que atrae a los jóvenes y se ha edificado sobre el consumo masivo de sustancias dopantes

Foto: Breon Ansley, Ramón Rocha Querioz, Chris Bumstead, Urs Kalecinski y Mike Sommerfeld, durante una competición en Las Vegas, Estados Unidos. (Getty/Diamond Images/Chris Bernacchi)
Breon Ansley, Ramón Rocha Querioz, Chris Bumstead, Urs Kalecinski y Mike Sommerfeld, durante una competición en Las Vegas, Estados Unidos. (Getty/Diamond Images/Chris Bernacchi)

La muerte repentina de Jo Lindner encendió las alarmas en el culturismo. La estrella alemana, con más de nueve millones de seguidores en Instagram, falleció en los brazos de su novia tras describir un dolor intenso en el cuello y sufrir un aneurisma. Apenas un día antes de la tragedia, el propio Jo Lindner dio a conocer en sus redes sociales que había retomado la terapia de reemplazo de testosterona y advirtió del riesgo: "He tratado de parar, sé que puede tener efectos a largo plazo en tu vida". Apenas tenía 30 años.

No ha sido la única pérdida sensible en el mundo del culturismo en los últimos tiempos. Christian Figuereido, fisicoculturista brasileño de 29 años y campeón del Musclecontest de Brasil, murió mientras estaba siendo intervenido quirúrgicamente de unos nódulos en el hígado, cuando sufrió un derrame cerebral.

Ricardo Correia, amigo de Christian Figueiredo, dio a conocer los detalles que habrían acabado causándole la muerte: "Padeció un derrame cerebral. Intentaron evitar que el sangrado empeorara y luego tuvo un ataque cardíaco inusual. Su cuerpo entró en shock. Lamentablemente, hay cosas que escapan a nuestro control"

En el año 2022, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) afirmó que la IFBB (Federación Internacional de Fisicoculturismo y Fitness) incumplía el Código Mundial Antidopaje, a pesar de que en su régimen interno claramente estipulan sus normas y sanciones contra el dopaje en los deportistas.

Foto: Imagen de una competición reciente. (Arnold Classic)

La causa fue "la falta de conformidad en la aplicación de un programa de pruebas eficaz y en la dedicación de recursos suficientes para el desarrollo de un programa antidopaje conforme en todas las áreas obligatorias", según la WADA. La IFBB no impugnó la decisión y siguió permitiendo a los culturistas recurrir a sustancias prohibidas para aumentar la masa muscular.

Una tendencia que ha vivido un aumento del 20% desde la pandemia, según una información sobre la sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV Central de la Policía Nacional publicada por ABC. Además, la Policía alertaba de que la edad media del consumidor había experimentado un descenso dramático. La edad para iniciarse es cada vez más baja, entre los 20 y 22 años, llegando a los 16 años en algunos casos.

Consumo descontrolado de sustancias

"Si hicieran controles en el culturismo no competiría nadie. Nadie en Mister Olympia —el evento más famoso del culturismo— ha dado positivo nunca. No se hacen controles y todos los participantes dan por hecho que es así", explica Roberto Amorosi Hernández, fundador y CEO de la Escuela de Culturismo Natural y presidente de WNBF SPAIN. Una corriente del culturismo basada en el desarrollo muscular sin el uso de las sustancias dopantes.

"Se intentó que el culturismo entrara en los Juegos Olímpicos y tanto la WADA como el COE dijeron que ni de coña por no cumplir los estándares antidopaje", añade. "Pero hay otra cosa más grave y es que al final el que paga el pato es el chaval que empieza en el gimnasio y se encuentra con esta fauna y estos referentes que te enseñan a doparte. Personas que sin ser endocrinos, médicos o nutricionistas prescriben fármacos y los suministran. Se ha convertido en un problema de salud pública", afirma Amorosi.

placeholder El culturista e 'influencer' Joe Lindner, fallecido este año tras un tratamiento de testosterona. (@Joesthetics)
El culturista e 'influencer' Joe Lindner, fallecido este año tras un tratamiento de testosterona. (@Joesthetics)

La tendencia va en aumento, aunque el boom del culturismo en España llegó a finales de los noventa, según cifran los expertos. "Se intenta ir más allá de lo que la propia genética permite. El fenómeno social es que la gente quiere algo y lo quiera ya. Eso no se consigue en pocos meses a menos que utilices sustancias como anabolizantes", revela Enrique Cantón, profesor de la Universitat de València y coordinador del Máster en Psicología del Deporte y el Ejercicio.

"Son sustancias que requieren prescripción médica. Otras son de uso veterinario. No hay argumentos médicos para usarlas si no se sufre enanismo. En muchos casos son sustancias que no están registradas y no tienen controles sanitarios. Se mueven en mundos ajenos a la legalidad", desliza. "La gente quiere imitar esos modelos, pero es gente que no ha madurado y tiene un coste. Personas que tienen insatisfacción corporal y baja autoestima, busca la aprobación del resto y se dopa para conseguirlo", narra Cantón.

Aumento de las vasectomías

Nandrolona y testosterona son algunos de los principales acompañantes de los culturistas más célebres, aunque todavía hay más y el acceso a ellos por internet es muy sencillo. "Hay una enorme cantidad de sustancias utilizadas como dopaje. El dopaje sanguíneo puede provocar efectos inmediatos (incompatibilidad sanguínea…)", apunta Pedro Manonelles, miembro de la junta de gobierno de Semed y catedrático de Medicina del Deporte de la UCAM.

"Los anabolizantes (nandrolona, testosterona…) tienen efectos relativamente rápidos (toxicidad hepática, alteraciones de la función sexual y reproductiva) y tardíos (cáncer, miocardiopatía…). Y estamos hablando de más de 300 sustancias incluidas en la lista de prohibidas por dopaje", desvela Manonelles.

Enrique Cantón explica algunos de esos efectos secundarios. "Hay un aumento de vasectomías en hombres por tomar esteroides. Cuando uno deja de consumirlos y entrenar, genera que le salgan tetas y se tengan que operar", subraya. "El hígado no queda ni para potitos porque pelea contra sustancias de uso animal, como el clembuterol... que se utiliza para engordar el ganado. Son fármacos que afectan el sistema hormonal. Luego acaban tomándose más cosas para compensar y perjudican al organismo a medio y largo plazo", detalla el profesor.

El estudio Efectos adversos asociados al uso de anabolizantes en deportistas: revisión sistemática, escrito por Urios López y Sanz-Valero, del Departamento de Salud Pública e Historia de la Ciencia de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, señala las distintas posibles consecuencias del consumo de agentes anabólicos. Entre ellos destaca la incidencia de infartos de miocardio en jóvenes culturistas, aparición de trombos, riesgo cardiovascular, aumento de la agresividad, la excitación, la irritabilidad, ya que la toma de estas sustancias se asocia con cambios de humor y un aumento de los episodios psicóticos.

La investigación también resalta "los efectos adversos, siendo el cáncer el más preocupante y observando una mayor frecuencia de daño cromosómico. Así como los efectos adversos de ginecomastia, acné y alteraciones en la libido en los deportistas. En el caso de las mujeres, se detectó voz más profunda y/o masculina, aumento del clítoris, disminución en el tamaño de los pechos, aparición de síndrome de ovario poliquístico y perdida de la menstruación.

Los jóvenes, en grave peligro

"Hay un interés masivo en estas sustancias por la normalización y exposición. Cada vez veo a más personas hablar sobre ello y otras que lo presentan como si fuera bueno, pero que cuando muere alguien se callan. Después del covid-19, muchos fallecimientos se relacionaron con el covid cuando se estaban hinchando a fármacos", comenta Amorosi.

Foto: Un participante de una competición de culturismo. (EFE/Rungroj Yongrit)

"Hay gente que espera reducir su esperanza de vida 50 años con tal de ser una bestia. Los influencers te venden que eso no es para tanto y, por la propia exposición constante que tenemos en redes, los chavales han perdido el miedo. Hay chicos en TikTok con 15 años que publican su primer ciclo. Está lleno", brama Amorosi.

"Y no es algo extraño en este mundo, es algo normal. Lo raro es que la gente de la industria denuncie este tema, porque la comunidad fitness te lincha. Hay una ley del silencio cuando el uso de sustancias dopantes multiplica la probabilidad de fallecer", añade.

"La gente no es consciente. Al principio la gente se flipó pensando que te ponías como una bestia haciendo cuatro pesas y resulta que no, que siempre ha habido sustancias dopantes. Fármacos que están diseñados para tratar enfermedades patológicas, pero que utilizando en dosis masivas te convertías en un animal... con efectos secundarios, claro", cuenta el culturista natural.

"Antes se dopaban los de Mister Olympia y los dopados eran los típicos seguratas de discoteca o cuatro competidores. Con la explosión de las redes sociales se ha convertido en algo mainstream. Los algoritmos de las redes sociales benefician lo llamativo y la gente que tiene este físico logra llamar la atención. Por ello ha habido un giro dramático por el cual la gente ha asumido que usar esteroides, entre otras cosas, es algo normal", describe Amorosi.

"Pradells, un ejemplo horrible"

"La gente relaciona química con gimnasio. Es su coletilla. Un deporte donde se premia al que más se droga y los referentes a nivel mundial te dicen que se meten de todo y no te lo recomiendo, pero muchos hasta han montado escuelas para formar a la gente sobre cómo meterse con la excusa de que salvan vidas. Como si tuviéramos escuelas para anoréxicos", remata el miembro de la Escuela de Culturismo Natural.

Joan Pradells, con casi un millón de seguidores en Instagram, es una de las mayores promesas del culturismo español y tiene entre ceja y ceja alcanzar el Mr. Olympia, aunque no pudo participar este pasado noviembre. "Pradells no es más que otra víctima del sistema. Él intenta escalar dentro de un ecosistema que funciona con total impunidad, donde las organizaciones se han construido en base a competidores que ponen en riesgo su salud para ganar", razona Amorosi.

"El problema es que es un ejemplo horrible para los chavales españoles", afirma uno de los miembros más activos del culturismo natural en España. Pero no es el único. "Todos los que se dopan y están metidos en el mundillo viven de un negocio multimillonario edificado y sostenido por las drogas. Los jóvenes deben saber que pueden tener un físico increíble sin tomar nada, pero que si siguen por ese camino, sus huevos se pueden quedar sin producir testosterona y tener daño a nivel hormonal", remata.

Pedro Manonelles no se muestra optimista sobre el futuro del dopaje en el deporte: "Es una lacra presente, muy difícil de erradicar porque siempre ha habido, hay y, no creo que me equivoque mucho, en decir que siempre habrá personas dispuestas en ganar a cualquier precio y sin ningún escrúpulo", cuenta. Eso sí, destaca que los deportistas suelen ser conscientes: "Saben que se dopan cunado lo hacen y, posiblemente, sepan sus efectos secundarios, pero la búsqueda de sus beneficios es mayor que el miedo que puede provocar su riesgo".

La muerte repentina de Jo Lindner encendió las alarmas en el culturismo. La estrella alemana, con más de nueve millones de seguidores en Instagram, falleció en los brazos de su novia tras describir un dolor intenso en el cuello y sufrir un aneurisma. Apenas un día antes de la tragedia, el propio Jo Lindner dio a conocer en sus redes sociales que había retomado la terapia de reemplazo de testosterona y advirtió del riesgo: "He tratado de parar, sé que puede tener efectos a largo plazo en tu vida". Apenas tenía 30 años.

Agencia Estatal Antidopaje (AEA) Consejo Superior de Deportes (CSD)
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