El día en que Florentino tapó la boca a los que le echan en cara a Cristiano Ronaldo
Florentino Pérez, en el palco del Wanda Metropolitano, sintió, por fin, lo que desde hace muchos meses viene reclamando. El Real Madrid gana un partido grande sin Cristiano
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fecc%2F4a4%2Fcf9%2Fecc4a4cf91e74ee73b1bcd96c043f93f.jpg)
Llegó el día que Florentino Pérez estaba esperando. Ese en el que el Real Madrid fuera capaz de conseguir una victoria contundente y convincente contra un equipo de los grandes. No pudo ser en la ida de las semifinales de Copa del Rey en el Camp Nou. La hazaña llegó en el Wanda Metropolitano. Al presidente le hace todavía más ilusión ganar el derbi que el Clásico. Y si ya es en casa del Atlético de Madrid, mejor que mejor. Florentino estaba en el palco y sintió, por fin, lo que desde hace muchos meses viene reclamando. El Real Madrid, sin Cristiano Ronaldo, goleó al Atlético de Madrid en su estadio. Ganó un partido de los grandes. El presidente se ha quitado una espinita.
Desde que se fue el portugués, el foco estaba en Florentino. Que cómo fue capaz de dejarle marchar, que por qué lo malvendió o cómo no se gastó el dinero en otro gran delantero. Florentino sufrió su primera gran decepción el 15 de agosto con el triunfo del Atlético en la Supercopa de Europa. Un día de malísimo recuerdo para un presidente que no daba su brazo a torcer. Quedaban 15 días para el cierre del mercado de fichajes y sobre la bocina se encontró con Mariano. Su apuesta era que este equipo tenía que acostumbrarse a jugar y a ganar sin Cristiano y que lo podría hacer ante los grandes rivales.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4c9%2F9d0%2Ff55%2F4c99d0f55ebbe87ef914b8e4c4086848.jpg)
Pero no aparecía ese momento. Lo que llegaban eran descalabros. Uno tras otro. Hasta cinco partidos seguidos sin marcar un gol. El Real Madrid de Lopetegui se la pegó en Sevilla, contra el Barcelona y tampoco fue capaz de ganar en el campo del Athletic. Florentino lleva más de seis meses soportando el monotema: este Real Madrid no tiene gol y sin Cristiano Ronaldo no va a ganar nada. Se pueden imaginar cómo le sentó el triunfo en el derbi.
El Real Madrid de Solari y su tridente –Vinicius, Lucas Vázquez y Benzema– asaltó la casa del rival madrileño. Con Keylor Navas, Marcelo, Marco Asensio y Bale en el banquillo. Sin Isco. Impensable hace no mucho imaginar que, con Vinicius, se ganaría alguna vez al equipo de Simeone. Sucedió lo que exigía, pero era difícil de imaginar hasta para el propio Florentino. Con Vinicius, sí, con el niño como protagonista, asaltó el Wanda Metropolitano.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4d6%2Feff%2F62c%2F4d6eff62c5d85b0bc866a0e9ef676662.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4d6%2Feff%2F62c%2F4d6eff62c5d85b0bc866a0e9ef676662.jpg)
Un Real Madrid de autor
La euforia de Florentino no es la de Solari. El entrenador no tiene un pelo de tonto. Coger el Real Madrid después de que fuera goleado en el Clásico liguero en el Camp Nou y tenerlo en el segundo puesto de la clasificación, tras ganar el derbi en el Wanda Metropolitano, tiene un culpable. El Real Madrid es un equipo de autor. Obra de un entrenador que ha ido buscando y encontrando los futbolistas idóneos para su idea de juego. No se parece en nada este Madrid que firma una racha de seis victorias y un empate al de Lopetegui y mucho menos al de Zidane —que sí tenía a Cristiano—. En lo malo y en lo bueno, el estilo lleva el sello de Solari. Lo reconoce hasta Florentino. Orgulloso del cambio.
A Solari le empiezan a elogiar, cada vez más, entre los dirigentes. Después de la contundente victoria en el derbi apareció el técnico en su versión más modesta. Era el día para que un novato de los banquillos sacara pecho, se pusiera alguna medalla o reivindicara algo del éxito de la semana grande. Al empate en el Camp Nou se suma el triunfo en el Metropolitano.
Pero Solari tiene el ego guardado porque no ha ganado nada. Hasta que no se vea en Cibeles hay que estar comedido y en un segundo plano. Lo que tiene que estar pasando por su cabeza es un volcán de emociones. Pero es listo. Lo recomendable, en su caso, es personalizar los triunfos en la plantilla. "Es una victoria de equipo. El noventa y cinco por ciento del mérito recae sobre los jugadores", manifestó tras ganar el derbi. Florentino sí que lo celebró. Era su día más esperado. Ganar a un grande sin Cristiano. ¿Puede cantar el alirón?
Llegó el día que Florentino Pérez estaba esperando. Ese en el que el Real Madrid fuera capaz de conseguir una victoria contundente y convincente contra un equipo de los grandes. No pudo ser en la ida de las semifinales de Copa del Rey en el Camp Nou. La hazaña llegó en el Wanda Metropolitano. Al presidente le hace todavía más ilusión ganar el derbi que el Clásico. Y si ya es en casa del Atlético de Madrid, mejor que mejor. Florentino estaba en el palco y sintió, por fin, lo que desde hace muchos meses viene reclamando. El Real Madrid, sin Cristiano Ronaldo, goleó al Atlético de Madrid en su estadio. Ganó un partido de los grandes. El presidente se ha quitado una espinita.