Es noticia
Simeone y Solari están de acuerdo: ganó el Real Madrid, no el VAR
  1. Deportes
  2. Fútbol
respeto por las decisiones arbitrales

Simeone y Solari están de acuerdo: ganó el Real Madrid, no el VAR

A pesar de que el partido estuvo cuajado de decisiones arbitrales, los dos entrenadores quitaron importancia a la polémica y consideraron que el ganador lo había sido con justicia

Foto: El Mono Burgos y el Cholo Simeone discuten con el árbitro. (EFE)
El Mono Burgos y el Cholo Simeone discuten con el árbitro. (EFE)

Los más puristas pueden escandalizarse por esto, pero la verdad es que un partido con polémica siempre tiene un plus de divertimento. Es como la marcha Radetzky en el concierto de Año Nuevo, igual no es la pieza más delicada, la musicalmente más sublime, pero tiene una aportación de golpes, de ritmo y de alegría que es capaz de levantar de sus asientos a los presentes y llenar de alegría los oídos del más pintado. En el fútbol eso es lo que le corresponde al árbitro y, ahora, en contra de lo que se pensaba, también el VAR, que no ha logrado minimizar el caos sino potenciarlo.

Y lo más curioso, en este caso, es que al final todos los protagonistas parecían más o menos de acuerdos, en un equipo y otro. Cuando le preguntaron a Solari, Simeone, Godín o Ramos, todos decidieron despejar. Balones fuera, aquí no ha pasado nada, qué polémica ni que ocho cuartos. A pesar de que al partido no le faltaron polémica, más bien al contrario. En un conteo rápido, el gol del Atlético viene de una posible falta previa y se resuelve con VAR un fuera de juego; en el segundo del Madrid, el penalti es en la línea del área y hay opiniones para todo; a Morata le anulan otro gol por posición incorrecta; y Casemiro pudo hacer penalti a Morata, claro que también Morata pudo darle con la mano al balón en la misma jugada. En Las Rozas, donde está la centralita en la que los árbitros miran las pantallas y deciden, trabajo no faltó.

Foto: Bale (i) hizo un corte de mangas tras marcar su gol. (EFE)

Los técnicos, eso sí, parecen haber aprendido a no pillarse los dedos. El Cholo Simeone salió derrotado del partido, lo que en principio predispone mucho más a la queja, pero hizo lo posible por no hacerlo. Se marchó de la inevitable pregunta con toda la elegancia posible, evitando meterse en un charco. "No suelo opinar del VAR, entiendo que es algo que crecerá y mejorará y nos hará más eficaces a todos. No tengo la posibilidad de ver las acciones repetidas, como sí tiene la gente del VAR y espero y deseo que hayan acertado y esto siga mejorando para el bien común. No creo que hayamos perdido por las acciones del VAR", expresó el técnico.

El único que interpretó un fallo, aunque tampoco con aspavientos, fue Giménez en su explicación del penalti sobre Vinicius. "Es falta, una jugada arriesgada por mi parte, difícil, intento tocar el balón y lo toco con la parte de la tibia en el talón, fuera del área, caemos dentro, está claro, cuando él cae luego hay otro toque con mis genitales en su talón y creo que es lo que el VAR ha visto, pero la falta fue fuera del área y eso no tengo ningún tipo de duda". Se supone que lo vio tras el encuentro, porque en directo, deslizándose por el césped como estaba, era bien difícil saber exactamente si era dentro o fuera.

placeholder El saludo de Solari y Simeone al final del partido. (EFE)
El saludo de Solari y Simeone al final del partido. (EFE)

La sonrisa de Solari

Es más, Simeone felicitó al Madrid por su victoria y llegó a considerarla justa con lo visto en el campo. En general, todos los atléticos que desfilaron por los micrófonos fueron muy estrictos en el mensaje, como si en el club hubiesen llegado a la conclusión que la mejor manera de salir de estas cosas sea combinando el silencio con la sobriedad. "El rival ha sido mejor que nosotros, sobre todo más contundente. Y en esa contundencia hizo un partido muy bueno. Felicitarlo al rival y nosotros prepararnos para lo que viene", explicaba el entrenador argentino, que ha visto como el Madrid superaba en dos semanas a su equipo en la clasificación.

Institucionalmente puede ser lo adecuado. No abrir heridas, escocer lo mínimo y ser dócil. Pasado por el tamiz de los aficionados, y más todavía, de los fanáticos, igual es escasa, porque nunca está de más decirse agraviado y construir la sensación de víctima que también tiene sus réditos, sobre todo para los convencidos. En todo caso, y con lo que ha ocurrido, el silencio es la opción. Cosa que en el Madrid, por poner el ejemplo más cercano, puede no ser así. Tras la ya mítica jugada contra la Real Sociedad, la de "todo OK, José Luis", hubo llamada al presidente de la federación y bronca. En el Wanda, con la victoria en el zurrón, la tecnología se abrazaba con naturalidad. Nadie habló, al menos no explícitamente, del nivel alto de agresividad que en ocasiones se ve en el campo, especialmente entre los defensas rojiblancos.

placeholder El penalti de Giménez a Vinicius
El penalti de Giménez a Vinicius

"No tenemos un monitor junto al banquillo, lo único que podemos hacer es esperar y una vez tomada la decisión confiar con que es la correcta. No es habitual, nos estamos acostumbrando, pero no tenemos referencias cuando estamos en la banda", relataba Solari en su conferencia de prensa. El vilo de los banquillos es lógico, no se ve bien el fútbol desde esa posición, menos todavía algo tan concreto como puede ser una polémica.

Solari, más allá de la pirotecnia, estaba muy satisfecho con lo ocurrido. Normal, el Madrid está en el buen camino y el partido en el Wanda fue bastante completo, en juego y en pegada, algo que no siempre ha estado presente esta temporada. Solari, además, va día a día pareciéndose más a Zidane en el discurso. Los jugadores primero y por encima de todo, ellos son el alfa y el omega. "Los que están dentro son los futbolistas, los que se entrenan y ponen a disposición de cada partido su físico, su talento y su jugador. Cuando digo una victoria de equipo el 95% es cosa de ellos, los demás intentamos aportar", explicaba con una sonrisa en la boca. Su trabajo está siendo notable, el equipo a mejorado a todas luces. Y siempre es más fácil plantarse delante de un micrófono en esas circunstancias. Porque el Madrid, ahora mismo, se justifica solo.

Los más puristas pueden escandalizarse por esto, pero la verdad es que un partido con polémica siempre tiene un plus de divertimento. Es como la marcha Radetzky en el concierto de Año Nuevo, igual no es la pieza más delicada, la musicalmente más sublime, pero tiene una aportación de golpes, de ritmo y de alegría que es capaz de levantar de sus asientos a los presentes y llenar de alegría los oídos del más pintado. En el fútbol eso es lo que le corresponde al árbitro y, ahora, en contra de lo que se pensaba, también el VAR, que no ha logrado minimizar el caos sino potenciarlo.

Diego Simeone
El redactor recomienda