Lopetegui juega el Clásico en el Camp Nou con respiración asistida
Es el primer Clásico para Lopetegui como entrenador del Real Madrid y puede ser el último porque las oportunidades y la paciencia de Florentino Pérez se agotan
El Real Madrid llega al Clásico enfermo, en un mal escenario de sensaciones y resultados pese al triunfo en la Champions contra el Viktoria Plzen que cortó una racha de cinco encuentros sin ganar —Sevilla, Atlético de Madrid, CSKA de Moscú, Alavés y Levante—. Los pitos en el Bernabéu han hecho daño al presidente y las dudas sobre la continuidad de Lopetegui se multiplican a la espera de comprobar si es capaz de reconducir en Barcelona la mala dinámica. La atmósfera está contaminada por las consecuencias que pueda tener una derrota en el Camp Nou y el candidato que elija el presidente para sentarse en el banquillo. Los planes van desde Solari como técnico interino, Antonio Conte y otras opciones más remotas —Roberto Martínez, Laudrup, Laurent Blanc, Mourinho…—.
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Dentro de lo malo queda el consuelo de que enfrente no estará Messi. De lo contrario, estaríamos hablando de que el Real Madrid va directamente al matadero. Un alivio para Lopetegui, que se ahorra tener que estudiar y preparar una táctica para anular al argentino. Un hecho que motiva más a la plantilla para apostar por la victoria. Si no se consigue, la crisis se hará más grande. Una derrota pondría una distancia de 7 puntos con el Barcelona en la décima jornada y a Florentino no le quedaría más remedio que tomar la decisión que tanto está apurando. Poner un nuevo entrenador.
Julen Lopetegui juega con respiración asistida en el Camp Nou desde que se lo llevara por delante el Sevilla en una avalancha de juego en la primera parte en el Sánchez Pizjuán. Un 3-0 que le dejó preocupado a Florentino. A partir de ese momento han ido creciendo las dudas. No ganó el derbi en el Bernabéu y se empezaron a suceder las derrotas ante equipos inferiores —CSKA de Moscú, Alavés y Levante—. El técnico llega tocado y con poco crédito. Más fuera —entre dirigentes y aficionados— que dentro de una plantilla que pregona que están a muerte con el entrenador. Una derrota es su sentencia. Un empate le deja con la respiración asistida hasta el siguiente bache grave o pronunciado.
El SOS de Lopetegui
El Real Madrid tiene que hacer un partido perfecto y convincente en un campo complicado y ante un adversario que demostró ante el Inter de Milán que tiene mecanismos para salir adelante. Con Arthur —bendecido por Messi— señalado como el nuevo Xavi, el centro del campo que pretende armar Ernesto Valverde equilibra al equipo, gana en seguridad y posesión. Mantiene la verticalidad con Jordi Alba, Coutinho y el trabajo incansable de Luis Suárez. Lopetegui está obligado a renunciar al 4-3-3 con Asensio, Bale y Benzema para meter cuatro centrocampistas. Isco junto a Casemiro, Modric y Kroos sería el plan más natural. Se quedaría fuera Marco Asensio.
Es el primer Clásico para Lopetegui como entrenador del Real Madrid y puede ser el último porque las oportunidades y la paciencia se han agotado. Florentino ha apurado el despido todo el tiempo que ha podido para mantener la estabilidad institucional, pero un nuevo descalabro provocaría que la situación fuera insostenible. Las continuas derrotas, las ocho horas sin marcar un gol y los pitos del Bernabéu son una losa. El equipo confirmaría que está en caída libre y se le quitaría la respiración asistida al entrenador. Esta posibilidad no se contempla en una plantilla que ha recuperado confianza con la victoria ante el equipo checo, que se ha quejado ante la prensa del trato recibido por lo que considera una falta de respeto y un Lopetegui que echa de menos un apoyo institucional más contundente.
El Real Madrid llega al Clásico enfermo, en un mal escenario de sensaciones y resultados pese al triunfo en la Champions contra el Viktoria Plzen que cortó una racha de cinco encuentros sin ganar —Sevilla, Atlético de Madrid, CSKA de Moscú, Alavés y Levante—. Los pitos en el Bernabéu han hecho daño al presidente y las dudas sobre la continuidad de Lopetegui se multiplican a la espera de comprobar si es capaz de reconducir en Barcelona la mala dinámica. La atmósfera está contaminada por las consecuencias que pueda tener una derrota en el Camp Nou y el candidato que elija el presidente para sentarse en el banquillo. Los planes van desde Solari como técnico interino, Antonio Conte y otras opciones más remotas —Roberto Martínez, Laudrup, Laurent Blanc, Mourinho…—.