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El papel de pardillo que se niega a asumir Lopetegui (con Mourinho de fondo)
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no tiene un respaldo contundente del club

El papel de pardillo que se niega a asumir Lopetegui (con Mourinho de fondo)

Lo más asombroso en la crisis del Real Madrid es la aparición en las últimas horas del candidato Mourinho. Algo que provoca malestar y rabia entre Lopetegui y los jugadores

Foto: Julen Lopetegui durante el partido de Champions de este martes. (Reuters)
Julen Lopetegui durante el partido de Champions de este martes. (Reuters)

La desconfianza en el Real Madrid es mutua. A Florentino Pérez le puede la impaciencia por encontrar el momento oportuno para dar un giro a una situación que se convirtió en insostenible con los pitos del Bernabéu y Lopetegui ya no oculta su malestar por las formas que tiene el club de filtrar quién será su sustituto. Lo más asombroso para el vestuario es la aparición en las últimas horas del candidato Mourinho. Algo que provoca una sensación de rabia entre los jugadores y el técnico. Quizás por eso se pueda explicar la extraña reacción de Marcelo en su enfrentamiento con los periodistas. A Mourinho no le quieren ver ni en pintura los capitanes. Ni Sergio Ramos ni Marcelo. En realidad no quieren a otro entrenador y el mosqueo es morrocotudo porque el vestuario echa la culpa a la prensa de la falta de respeto que están teniendo con Lopetegui y una plantilla que ha ganado las tres últimas Champions.

Pero Lopetegui no es un pardillo. Conoce cómo es este negocio y las interioridades del Madrid. Cómo operan los que mueven los hilos y qué pasos están dando. Julen Lopetegui se maneja en un escenario complicado en el que no está por la labor de ofrecer su cabeza a Florentino. Todo lo contrario. Después de la angustiosa victoria contra el Viktoria Plzen deslizó que el problema no es sólo él, ni el juego u otras cuestiones deportivas. Lopetegui reprocha al club que no cuide el entorno.

Foto: Marcelo celebra su gol. (Reuters)


A Lopetegui le están dejando caer y poco o nada valen las palabras de Emilio Butragueño al final del partido para decir que se sentará en el banquillo del Camp Nou. Este no es un respaldo contundente a un entrenador que está en dificultades y cada vez se siente más cuestionado e, incluso, sentenciado. Lopetegui no oculta los problemas que tiene el equipo y la mala dinámica. Pero le falta que Florentino despeje las dudas sobre su futuro para que no se alimenten las informaciones que le colocan fuera. El juego del equipo no es rotundo, como tampoco lo es Florentino en un momento en el que el técnico necesita el auxilio del presidente... y aparece el nombre de Mourinho de fondo.

placeholder Casemiro durante el partido ante el Viktoria Plzen. (Efe)
Casemiro durante el partido ante el Viktoria Plzen. (Efe)

Lopetegui no se siente el único responsable

El técnico está tocado, pero se resiste a aparentar su debilidad y mucho menos en púbico. Con todo el que se cruza por los pasillos de Valdebebas y el Bernabéu se muestra erguido y optimista. Dice que están vivos en todas las competiciones, que hay fuerzas y energías y que le motiva el desafío del Camp Nou. Pero también desliza que no vendría nada mal un poquito más de tranquilidad y calma en el entorno. Son los mensajes de un entrenador que reconoce, entre sus íntimos, que está en la cuerda floja. Pero que no se siente el único responsable de esta mala situación. Lo que suelta le llega a Florentino.

Mientras Julen Lopetegui sobrevive como puede y se afana en mostrarse entero, fuerte y seguro de que sacará este bajón de juego y resultados adelante, en la cúpula se cuestionan el por qué del bajón físico de Modric, Kroos y Casemiro, los fallos de Varane y Ramos, la suplencia de Odriozola para que Lucas Vázquez jugara de lateral derecho, la escasa pegada de Bale, el bajonazo futbolístico de Marco Asensio, las palabras de Isco, reacciones de Marcelo ante la prensa, los pelotazos de Ramos a Reguilón en un entrenamiento… A Lopetegui y los jugadores se le acumulan los problemas de cara a los dirigentes. En el club esperaban una victoria más aplastante y convincente contra el Viktoria Plzen que sirviera para calmar ese entorno del que se queja Lopetegui. La intranquilidad va en aumento a la espera de que el Clásico dicte sentencia.

La desconfianza en el Real Madrid es mutua. A Florentino Pérez le puede la impaciencia por encontrar el momento oportuno para dar un giro a una situación que se convirtió en insostenible con los pitos del Bernabéu y Lopetegui ya no oculta su malestar por las formas que tiene el club de filtrar quién será su sustituto. Lo más asombroso para el vestuario es la aparición en las últimas horas del candidato Mourinho. Algo que provoca una sensación de rabia entre los jugadores y el técnico. Quizás por eso se pueda explicar la extraña reacción de Marcelo en su enfrentamiento con los periodistas. A Mourinho no le quieren ver ni en pintura los capitanes. Ni Sergio Ramos ni Marcelo. En realidad no quieren a otro entrenador y el mosqueo es morrocotudo porque el vestuario echa la culpa a la prensa de la falta de respeto que están teniendo con Lopetegui y una plantilla que ha ganado las tres últimas Champions.

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