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El bofetón que nunca olvidará Lopetegui del Sevilla de Machín
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El bofetón que nunca olvidará Lopetegui del Sevilla de Machín

El Real Madrid se llevó un meneo en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que arrolló en juego y actitud. Julen Lopetegui se llevó un repaso del estratega Pablo Machín

Foto: Julen Lopetegui da instrucciones a los jugadores del Real Madrid en una pausa de hidratación. (EFE)
Julen Lopetegui da instrucciones a los jugadores del Real Madrid en una pausa de hidratación. (EFE)

Pablo Machín le dio a Julen Lopetegui una de esas zurras que tardará en olvidar. El entrenador del Real Madrid salió de Sevilla con una de esas cornadas que, si se produce más adelante, te llevan a la enfermería. Tiene en el derbi, el próximo partido, la oportunidad de desquitarse y demostrar que la humillación sufrida en el primer periodo del Sánchez Pizjuán tiene más de accidente que de falta de proyecto. Pero el toro tampoco es pequeño. Llega al Bernabéu un recuperado Atlético y un Simeone que es de la escuela de Machín por la pasión que consigue transmitir a sus jugadores y el orden táctico que hace caer en la red a los rivales. Lopetegui asistió desde la banda, como una estatua, a una humillación. Un bochorno por la falta de actitud de los futbolistas y la ausencia de soluciones o estrategia desde el banquillo.

Señales que deben hacer reflexionar a un Lopetegui que acumula más decepciones en los partidos ‘gordos’ que ha jugado esta temporada que éxitos. Perdió la Supercopa de Europa, empató en San Mamés y le dieron un meneo en Sevilla. Tiene algo donde agarrarse. Su crédito pasa por recordar el partidazo contra la Roma en la Champions, aunque después de este encuentro llegó el susto con la victoria por la mínima contra el Espanyol en casa.

Foto: Gareth Bale esprinta en un entrenamiento del Real Madrid. (Efe)

Al Real Madrid lo atropelló un Sevilla que salió enchufado al partido y con todo el hambre que se le pide al equipo madridista en este tipo de citas. Más si se trata del Sánchez Pizjuán, porque el Madrid debe conocer —y su entrenador no es ajeno— que el Sevilla se toma esta cita como algo personal. La energía y el ritmo de los de Machín, más la pizarra, provocaron sacudidas mortales. Se salvan pocos de la debacle. Courtois es de los pocos que pueden irse con la cabeza alta. Gareth Bale es otro que reaccionó. Poco más en un equipo impotente y superado por la velocidad, intensidad y energía de un Sevilla en el que Jesús Navas fue un avión y André Silva hizo dos goles—, un martillo.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Faltaron pasión y pizarra

Demasiados despistes en un Real Madrid desordenado, sin equilibrio, despistado y descolocado, que concedió multitud de regalos en defensa. El peor parado es Marcelo, con sus pérdidas de balón y lentitud de reacción. Fue arrollado el lateral izquierdo como sobrepasada toda la defensa ante el ímpetu de un Sevilla que olió el miedo. Al equipo de Lopetegui le faltó de todo en términos futbolísticos y estratégicos. El entrenador no pudo o no supo cambiar nada de la mala dinámica y sacar del pozo en que le metió el metódico Machín. Uno de esos días en los que el entrenador rival te da un repaso y tienes que volver a revisar tu librillo. Precisamente Machín, el entrenador al que la pasada temporada en el Girona visitó Lopetegui antes del Mundial para que le diera algunas claves para descifrar el sistema de tres centrales o la defensa de cinco. Pero Lopetegui, que también tiene mucho de metódico, se ahogó en el Sánchez Pizjuán.

Sale mal parado Lopetegui, como los jugadores, por su falta de pasión y rebeldía. Es de esos días en que surgen muchas dudas y vuelve a planear el daño que ha provocado la marcha de Cristiano Ronaldo. A lo largo de esta temporada, partidos como el de Sevilla hacen imposible que no se recuerde al portugués. Lopetegui quitó en la segunda parte a un desaparecido Benzema para sacar a Mariano. Con un resultado tan cuesta arriba y los ánimos por los suelos, Mariano es menos revulsivo. También quitó a Modric —agotado— para meter a Ceballos y a Lucas Vázquez por Nacho a la desesperada. Nada de nada. Un fracaso rotundo que solo se puede arreglar lavando la imagen en el derbi contra el Atlético. Una victoria brillante del Sevilla de Pablo Machín.

Lopetegui se ha llevado un buen varapalo y le toca analizar a fondo lo que ha sucedido. Tiene que recuperar pronto la moral de los jugadores y enderezar el rumbo de una derrota que dejará secuelas. "Hemos hecho una mala primera parte. Sobre todo un mal inicio. Ellos han estado muy bien y nosotros no. En esa ecuación ha estado el partido. En la segunda parte, hemos tenido alguna opción. Hay que aceptar la derrota y levantarnos. No hemos estado a la altura. Analizaremos con tranquilidad, pero ha sido un cúmulo de circunstancias que les han favorecido a ellos, y nosotros tendremos que corregir. En la segunda parte hemos estado mejor, pero no hemos estado a la altura que había que estar. Cuando pierdes, todo el mundo está triste, enfadado y cabizbajo, y nos prepararemos para ganar el siguiente partido", comentó el entrenador del Real Madrid como primer análisis.

Pablo Machín le dio a Julen Lopetegui una de esas zurras que tardará en olvidar. El entrenador del Real Madrid salió de Sevilla con una de esas cornadas que, si se produce más adelante, te llevan a la enfermería. Tiene en el derbi, el próximo partido, la oportunidad de desquitarse y demostrar que la humillación sufrida en el primer periodo del Sánchez Pizjuán tiene más de accidente que de falta de proyecto. Pero el toro tampoco es pequeño. Llega al Bernabéu un recuperado Atlético y un Simeone que es de la escuela de Machín por la pasión que consigue transmitir a sus jugadores y el orden táctico que hace caer en la red a los rivales. Lopetegui asistió desde la banda, como una estatua, a una humillación. Un bochorno por la falta de actitud de los futbolistas y la ausencia de soluciones o estrategia desde el banquillo.

Julen Lopetegui
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