La gran lección que aprendió Pep Guardiola: ante el Real Madrid, se viene llorado de casa

Quizás porque en el fondo sabe que tiene una deuda pendiente, pues él siempre ha dicho que trabaja mejor con contratos cortos, Pep Guardiola vive ya su séptima temporada como entrenador del Manchester City. Un equipo con el que, salvo sorpresa, ganará su quinta Premier League, una más de las que el club inglés tenía cuando él llegó y tras ser subcampeón hace tres años y tercero el de su estreno. El técnico catalán también ganó las tres Bundesligas que disputó al frente del Bayern de Múnich, así como tres de las cuatro Ligas en las que dirigió al FC Barcelona. Sin duda, un balance tan espectacular como muy difícil de superar.

Sin embargo, en lo que a la Champions League se refiere, Pep solo ha ganado dos de las 13 que ha disputado, ambas con el Barça. De hecho, y como él mismo se encargó de recordar, de las nueve semifinales que ha disputado, solo superó tres. En dos cayó como técnico azulgrana, lo mismo que hizo en los tres años que jugó al frente del Bayern. Con el City llegó a disputar una final, la que perdió ante el Chelsea en la edición marcada por la pandemia, pero anteriormente hasta en tres ocasiones no pudo superar los cuartos de final y en su primer año incluso los octavos. La temporada pasada también jugó las semifinales, donde en el minuto 89 del partido de vuelta contra el Real Madrid su equipo aventajaba a los blancos en dos goles, pero acabó eliminado.

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"Si tenemos que jugar contra su historia, no tendremos oportunidades", avisó Guardiola en la rueda de prensa previa al enfrentamiento en el Etihad. Cierto es que el catalán eliminó con el Barça al Real Madrid en las semifinales de 2011 y con el propio City en los octavos de 2020. "Mucha gente cree que tiene suerte, pero de eso nada. Perdiendo 0-3 no encuentras a ningún jugador al que le queme la camiseta, todos dicen aquí estoy yo", añadió Pep en la misma comparecencia, para de este modo vaticinar, no solo lo que pasó en la ida, con un sorprendente 4-3, sino también en la vuelta, con dos goles en dos minutos y un tercero al inicio de la prórroga.

Esta temporada el sorteo deparó que el orden de los partidos fuera al revés, de manera que, tras el 1-1 del Bernabéu, este miércoles la vuelta se juega en campo inglés, aunque ello no es un alivio para Guardiola. "Ayer leí que el Real Madrid lleva 11 semifinales en los últimos 13 años. Nosotros llevamos tres seguidas y pensamos que es increíble", comentó tras superar al Bayern en cuartos y conocer que su rival volvía a ser el equipo que dirige Carlo Ancelotti. "Todos los equipos del mundo tenemos la sensación de que si quieres ganar la Champions tienes que ganar al Real Madrid", añadió para de este modo intentar pasar la presión a los blancos.

"Si supiera por qué gana el Madrid, intentaría copiar su método", respondió este martes el entrenador de Manchester City. "Básicamente, lo que diría es que siempre han tenido jugadores de altísimo nivel, sin esos jugadores no se gana. Cuando el Milan ganaba con Sacchi o nosotros en el Barcelona era porque teníamos jugadores de mucho nivel", añadió un Guardiola consciente de que "tenemos que ser mejores que en la ida y tener más ocasiones. Sin faltar el respeto al oponente, en estos partidos tienes que pensar mucho en ti mismo. Conocer al Madrid no significa que lo puedas controlar".

Se acabó buscar excusas

Sin embargo, por más que Pep diga que "si entrenase al Real Madrid entendería la presión de tener que ganar la Champions", el técnico del Manchester City tiene una espina clavada con esta competición y otra con el club que preside Florentino Pérez, pues a lo sucedido la temporada pasada, hay que sumar la eliminación de 2013-14, también en semifinales, cuando dirigía al Bayern. Tras el 1-0 del Bernabéu, los blancos ganaron 0-4 en Múnich. "Son los mejores a la contra. Tienen muchas piernas, son futbolistas, pero, básicamente, atletas. En la primera parte no dieron tres pases seguidos. Son el equipo más rico del mundo, compra todo lo que quiere", dijo.

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Esta retahíla de excusas que entonces puso Guardiola se antojaron impropias de un entrenador al que nadie puede poner en duda. Salvo, claro está, los cegados por ese radicalismo que algunos fomentan y cuyas consecuencias hipócritamente luego lamentan. Ningún técnico español ha ganado más títulos que él, pero, sobre todo, ha sido capaz de hacer jugar a un equipo al nivel de lo que lo hizo su Barça, dejar su sello en un club tan importante como el Bayern de Múnich o en una competición del prestigio de la Premier. Incluso ante el propio Real Madrid, Pep puede presumir de haber jugado 22 veces y ganar más de la mitad, 12, por cinco empates y cinco derrotas.

Eso sí, si algo ha aprendido el catalán, tanto en su etapa de jugador, pero sobre todo de entrenador, es que ante el Real Madrid se viene llorado de casa. De ahí su discurso de que "mi legado ya es excepcional y es que nos los hemos pasado de puta madre", "en Europa, si no ganamos la Champions, no nos van a recordar" y que "no se trata de ganar, sino que se trata de intentarlo. Si lo intentas muchas veces, quizá una consigas ganar". Quizás sea esta noche o quizás no, pero hasta que el árbitro no pite el final el Manchester City sabe que habrá partido y eliminatoria.