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El Real Madrid destroza al Bayern de Guardiola y a su fútbol de toque
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EL EQUIPO DE ANCELOTTI GOLEA EN MÚNICH

El Real Madrid destroza al Bayern de Guardiola y a su fútbol de toque

El Real Madrid vuelve a una final de la Champions doce años después y lo hace a lo grande, haciendolo que nunca había hecho, ganando en Múnich

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El Real Madrid vuelve a una final de la Champions doce años después, y lo hace a lo grande, consiguiendo lo que nunca había logrado: ganando en Múnich y regalando una exhibición de efectividad, convencimiento y juego. Sin dar opción alguna al equipo alemán desde el primer minuto de juego, el equipo de Ancelotti decidió escribir una de las páginas más gloriosas de la historia de la entidad madridista, derrotando al Bayern por un contundente cero a cuatro.

Golear al actual campeón en su estadio, ante su afición y con Guardiola en el banquillo es para que el fútbol no olvide nunca lo ocurrido en el Allianz Arena en la noche del 29 de abril. Sergio Ramos abrió el camino a cabezazos y Cristiano Ronaldo lo cerró a su manera, culminando una contra de libro, perfectamente ejecutada por la BBC madridista y marcando de falta en el último minuto. Espectáculo puro, quedándose a dos goles de vengar la media docena recibida en este mismo estadio por el Barcelona hace un año.

La primera parte que dibujó el Real Madrid en Múnich, con la final de la Champions en juego, fue de manual de escuela de fútbol. Dos equipos y dos maneras de encarar un partido. Uno, convencido de lo que tenía que hacer desde el primer instante. El otro, el Bayern, perdido, acelerado y sin encontrar el sitio en momento alguno.

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Y es que, en la noche de ayer, el balón, ese que tanto ama Guardiola, decidió divorciarse del técnico catalán. Tanto que hasta cumplida una hora su equipo no fue capaz de trenzar una de esas jugadas que le gustan y que otrora le garantizaban el éxito. Hasta ese momento, Casillas no había existido. Neuer, al contrario, ya había recibido tres goles, salvado otros tantos y había observado cómo tanto Bale como Cristiano Ronaldo podían haber marcado casi desde el centro del campo.

Ancelotti no dudó un solo instante. Lo tenía claro desde el sábado pasado. Lo anunció. Sabía lo que tenía que hacer y cómo tenía que hacerlo. El italiano tiró de BBC. Su mérito fue implicar a Bale en el trabajo defensivo, para poder repetir lo conseguido en los últimos partidos. Con el galés enchufado desde el minuto uno, el equipo blanco fue capaz de defender con cuatro centrocampistas, la llave que ha conseguido abrir la puerta del éxito al italiano y llevar al Real Madrid a la final de Lisboa, la segunda final de Florentino Pérez como presidente del club blanco.

La felicidad madridista no pudo ser completa. Un jugador clave, no hay otro de parecidas características en la plantilla, no podrá disputar la final. Una absurda entrada a Schweinsteiger en el minuto 38 fue castigada por Proença con una justa tarjeta amarilla. Tremendo error de un jugador con la experiencia de Xabi Alonso. El marcador ya señalaba un contundente cero a tres y al mediocentro se le fue la pelota de manera lamentable. Ramos se supo proteger durante los 75 minutos que estuvo sobre el verde.

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El primer aviso blanco llegó a los cuarenta segundos con Di María y Benzema asustando a la defensa alemana. A la jugada siguiente fue Bale el que apareció, pero por el área de Casillas. El galés tenía claro que tocaba sacrificarse y desde el minuto uno lo demostró. Todo en orden. A partir de ese momento, suficiencia blanca para frenar lo que iba a ser una salida en tromba del Bayern y que se diluyó ante la solidez blanca.

Carvajal, Pepe, Ramos y Coentrao contaron con la ayuda de los cuatro centrocampistas desde el inicio del partido. Bale llevó la bandera del sacrificio defensivo y el resto siguió la estela, destacando la seguridad de un Carvajal que llama a las puerta de la Selección. Desesperó a Ribéry en la ida y lo elevó a la décima potencia en Múnich. Tanto como para lanzarle una bofetada al canterano blanco. Patético el francés.

Ramos abrió la cuenta a los 15 minutos, tras un saque de esquina, pero antes bien pudieron hacerlo Di María o Bale. El Bayern era un flan. A los jugadores de Guardiola les quemaba la pelota. No querían ni verla y su único argumento era el colgar balones sin más. Cinco minutos después del primer gol se repite la escena, completando Ramos la venganza ante Neuer. Falta lateral, toque de Pepe y remate del campeón del mundo.

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El equipo alemán no se enteraba de qué iba la fiesta blanca. Ni toque, ni velocidad, ni nada de nada. Las oportunidades seguían siendo blancas. El balón no les duraba a los del Bayern ni tres toques seguidos. El orden, la consistencia y el peligro eran madridistas. Antes de lograr el tercero, Cristiano Ronaldo tuvo una clara oportunidad, pero tuvo que llegar tras un contragolpe perfectamente ejecutado, con un Bale generoso al máximo al regalar el gol al portugués.

Partido y eliminatoria sentenciada por completo. El Bayern roto y el Real Madrid disfrutando cada minuto de un partido que pasará a la historia del fútbol. No lo duden. Guardiola movió al equipo, metió a Javi Martínez, pero ya era tarde. No había nada que hacer. Ni con Götze en el terreno de juego. Su equipo desconectó hace un mes, justo cuando conquistó la Bundesliga y desapareció del todo.

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El dominio siguió siendo madridista. Ese 64% de posesión del Bayern fue más ficticio que nunca. Casillas sólo tuvo que intervenir en una ocasión de manera clara tras un disparo de Ribéry. Antes avisó Robben, pero el peligro seguía siendo blanco. La sensación era que el cuarto estaba mucho más cerca que el tanto que pudiera meter al equipo alemán en el partido. Y llegó en el último minuto, el que significaba la manita a Guardiola. Ronaldo miró a la barrera y decidió lanzar un golpe franco raso, con picardía, huyendo de su habitual potencia. Neuer no pudo hacer nada.

El partido terminó como debía, con los dos equipos abrazados en el centro del campo y con un Bayern reconociendo la superioridad de un Real Madrid que llegó con las ideas muy claras y que se le puso todo de cara gracias a dos cabezazos de Sergio Ramos. El equipo blanco vuelve a la final, y lo hace doce años después.

Ficha técnica:

0 - Bayern: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Schweinsteiger, Kroos; Robben, Müller (Pizarro, m.73), Ribery (Götze, m.71); y Mandzukic (Javi Martínez, m.46).

4 - Real Madrid: Iker Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.75), Coentrao, Xabi Alonso, Modric, Di María (Casemiro, m.84), Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Isco, m.80).

Goles: 0-1, m.15: Sergio Ramos. 0-2, m.20: Sergio Ramos. 0-3, m.34: Cristiano Ronaldo. 0-4, m.89: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Pedro Proença (POR). Amonestó a Dante (17) por el Bayern Múnich; y a Xabi Alonso (38) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro de vuelta de las semifinales de Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena, con 68.000 espectadores en sus gradas, 3.800 de ellos madridistas. Se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de Tito Vilanova y Vujadin Boskov.

El Real Madrid vuelve a una final de la Champions doce años después, y lo hace a lo grande, consiguiendo lo que nunca había logrado: ganando en Múnich y regalando una exhibición de efectividad, convencimiento y juego. Sin dar opción alguna al equipo alemán desde el primer minuto de juego, el equipo de Ancelotti decidió escribir una de las páginas más gloriosas de la historia de la entidad madridista, derrotando al Bayern por un contundente cero a cuatro.

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