Es noticia
Un desastre épico o cómo Simeone sufrió su mayor fracaso desde que llegó al Atlético de Madrid
  1. Deportes
  2. Fútbol
CATÁSTROFE MAYÚSCULA

Un desastre épico o cómo Simeone sufrió su mayor fracaso desde que llegó al Atlético de Madrid

El equipo rojiblanco fue incapaz ni siquiera de ira la Europa League en uno de los grupos más sencillos de la presente Champions League. Solo ganó un partido y sumó cinco puntos

Foto: Los jugadores se marchan del césped tras caer por 2-1 en Oporto. (Reuters/Miguel Vidal)
Los jugadores se marchan del césped tras caer por 2-1 en Oporto. (Reuters/Miguel Vidal)

Una sola victoria en seis partidos, cinco de 18 puntos posibles y cuartos en un grupo de Champions League con el tercero de la liga portuguesa (Oporto), el tercero de la liga belga (Brujas) y el antepenúltimo de la liga alemana (Bayer Leverkusen). El Atlético de Madrid ha protagonizado el mayor fracaso de la era Simeone desde que el argentino llegase al Atlético de Madrid. Peor incluso que en 2017, donde el cuadro rojiblanco cayó como tercero en la fase inicial de la máxima competición continental en un grupo con Chelsea, Roma y Qarabag tras no poder ganar al débil equipo azerí en ninguno de sus dos partidos.

Luego, por cierto, el equipo de Simeone ganaría esa Europa League. La situación actual es mucho más grave. El Atlético de Madrid se ha estrellado con rivales de menor envergadura en general y, para colmo, se ha quedado sin el premio de consolación de la Europa League en un último partido infame. ¿Qué ha sucedido aquí para que uno de los equipos más duros de roer del viejo continente y al que todos temían se haya convertido en una bicoca? ¿Cómo ha podido suceder justo en un campo donde logró la clasificación a octavos la temporada pasada?

Foto: Los jugadores rojiblancos se lamentan tras el 2-0. (Reuters/Miguel Vidal)

Para entender la caída en desgracia del Atlético de Madrid hay que empezar por la degradación de los dos aspectos del juego que fueron su mayor virtud en Europa a lo largo de estos años: la competitividad y la defensa. Ningún equipo de su grupo de Champions ha encajado más goles en contra (nueve) que el Atlético de Madrid. Es un dato escalofriante para un equipo que se caracterizaba por un sistema defensivo pétreo e inexpugnable. Un espejismo de aquel conjunto rocoso y duro de roer que ahora va dando tumbos y al que es muy fácil hacerle gol.

En un club donde el entrenador es tan personalista y su figura inunda cualquier rincón del Metropolitano, debe quedar claro que Diego Pablo Simeone es el máximo responsable del desempeño del equipo... pero que es un escudo perfecto para la directiva. También que la plantilla está descompensada en ciertos puestos, que Rodrigo de Paul no funciona en el centro del campo, falta un central fiable y que Nahuel Molina es un drama en la banda derecha. Múltiples cambios de sistema, jugadores que no encajan, nombres por encima de perfiles y nula evolución respecto a la temporada pasada.

placeholder El técnico argentino, en rueda de prensa. (EFE/Jose Coelho)
El técnico argentino, en rueda de prensa. (EFE/Jose Coelho)

Un proyecto que tocó su techo dominando las áreas y el balón parado y siendo una roca defensiva en sus inicios, se ha convertido en un equipo irreconocible, frágil en la zona donde se deciden los partidos y en un caramelo a balón parado. Decía Rodrigo de Paul en la rueda de prensa previa el encuentro en Porto que el Atlético de Madrid "tuvo mucha intensidad ante el Bayer Leverkusen y el Cádiz y competimos hasta el final".

Ni contundencia ni corazón

Sin embargo, el Oporto tardó solamente cinco minutos en demostrar que al Atlético de Madrid le faltaba fútbol y actitud con el 1-0 en contra. Mucho de cada una de las dos cosas. Desde la presión alta mal ejecutada que dejaba muchos huecos entre líneas hasta la evidente ausencia de contundencia en las áreas. La pareja Savic-Giménez (junto a Oblak y Reinildo) debería dotar al club rojiblanco de seguridad, solidez y fundamentos defensivos, pero sucedió todo lo contrario. Estuvieron contemplativos, frágiles, desconcentrados y superados. Algo que se puede aplicar al resto del equipo en esta fase de grupos. El equipo ha sido un flan en defensa.

El Atlético de Madrid vive una crisis similar a la de la temporada pasada. Por entonces, logró el billete a octavos de final de la Champions sobre el alambre y anduvo a la deriva en LaLiga hasta el punto de temer por clasificarse para la competición del 'KO' y perder contra el colista (Levante). Luego el equipo alzaría el vuelo, pero los problemas que tuvo en su momento son muy similares a los actuales. Además de que le han pasado por encima físicamente en Europa, mentalmente el equipo no ha reaccionado como debería a los golpes de sus adversarios (como tras el 1-0 de los lusos) y a veces da la sensación de que no todo el grupo rema para el mismo lugar.

Lo explicaba Antoine Griezmann tras el pitido final. "Estamos a sus órdenes para trabajar, es un orgullo para nosotros trabajar para él y el jugar para este club, pero hay que demostrarlo en el campo. Somos un equipo incómodo si nos lo creemos y vamos todos en la misma dirección, eso es el Atlético. Al final estamos aquí porque queremos jugar la Champions y ser parte de este club y ahora hay que luchar y trabajar o, si no, fuera", sentenció.

Una sola victoria en seis partidos, cinco de 18 puntos posibles y cuartos en un grupo de Champions League con el tercero de la liga portuguesa (Oporto), el tercero de la liga belga (Brujas) y el antepenúltimo de la liga alemana (Bayer Leverkusen). El Atlético de Madrid ha protagonizado el mayor fracaso de la era Simeone desde que el argentino llegase al Atlético de Madrid. Peor incluso que en 2017, donde el cuadro rojiblanco cayó como tercero en la fase inicial de la máxima competición continental en un grupo con Chelsea, Roma y Qarabag tras no poder ganar al débil equipo azerí en ninguno de sus dos partidos.

Atlético de Madrid Diego Simeone Champions League
El redactor recomienda