La insólita situación de Griezmann que alegra a Deschamps y pondrá a prueba a Simeone

El escritor uruguayo Eduardo Galeano (Montevideo, 1940-2015) no lo pudo vaticinar y describir mejor: "La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. El fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar. Y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar, sino para impedir que se juegue".

Efectivamente, si hace unos años nos hubieran dicho que un futbolista con el caché de titular que se le supone a un campeón del mundo y una ficha que supera el millón de euros mensual, solo iba a jugar los 30 últimos minutos de los partidos, para evitar que el club en el que se encuentra cedido tenga que hacer frente a su fichaje, nos hubiera costado creerlo. Sin embargo, esto es exactamente lo que está ocurriendo con Antoine Griezmann (Mâcon, Francia, 1991) en el Atlético de Madrid, el equipo al que llegó procedente de la Real Sociedad por 30 millones y del que cinco años después se fue al FC Barcelona por 120, aunque 24 de ellos para la Real.

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Kike Marín

"La realidad es que en 30 minutos Griezmann lo está haciendo muy bien. No sabemos en 60, y ahora me ajusto a la realidad". Esto es lo que llegó a decir Diego Pablo Simeone, el autoproclamado "hombre de club", si no para justificar la insólita situación que vive el delantero francés, sí para acatar la decisión del Atlético de Madrid. Ya saben, el futbolista cedido por el FC Barcelona no juega más de esos 30 minutos por partido para que este no cuente a efectos de tener que pagar al club catalán la cláusula de compra obligatoria de 40 millones de euros, algo que debería hacer si sobrepasa el 50% de los disputados en los dos años del préstamo.

Recapitulemos. En la primera jornada de Liga, Antoine jugó 28 minutos y marcó un gol en el 0-3 de los rojiblancos en Getafe. En la segunda, los mismos, aunque en este caso no pudo evitar la derrota de su equipo ante el Villarreal en el Metropolitano (0-2). En la tercera, fueron 26 minutos en Mestalla y el galo marcó nada más salir el gol que a la postre supuso la victoria ante el Valencia. En la cuarta, fueron 27 los minutos que tuvo en Anoeta, en el empate (1-1) ante la Real Sociedad. Y, por último, en la quinta jornada de Liga repitió esos 27 minutos y tuvo tiempo de marcar uno de los cuatro goles del Atleti al Celta (4-1).

Las primeras reticencias

En cuanto a la Champions League, Griezmann jugó 29 minutos en el estreno ante el Oporto, un partido en el que también fue protagonista al marcar en el tiempo de prolongación el gol de la victoria (2-1), mientras que en la visita al Bayer Leverkusen dispuso de 27 y vivió sobre el terreno los dos goles que supusieron la derrota de su equipo en Alemania, lo cual no fue óbice para que Simeone reconociera al término del encuentro disputado en el BayArena que "cada vez que Griezmann está dentro del campo, el equipo juega mejor y se encuentra muy bien en ese juego asociativo con Joao (Félix)".

Esta fue la primera vez que en los siete partidos comentados el Cholo dio un mensaje un tanto contradictorio sobre la situación del delantero francés, toda vez que reconoció que aporta mucho a su equipo, aunque solo puede contar con él la última media hora de los partidos. "Le quiero mucho. Sabe que, aparte del afecto que tengo por él, es uno de los jugadores más importantes de la historia del Atlético", llegó a declarar el argentino sobre Griezmann, posiblemente para intentar mantenerle todo lo contento que se puede dada su extraña situación.

"Nos está dando mucho en los minutos que está entrando, sean 32, 36 o 15. Es un cambio importante para nosotros, nos genera jerarquía", explicó Simeone tras el partido ante el Oporto, en el que, como antes comentábamos, Antoine resultó decisivo con su gol en el último suspiro del encuentro. "Él tiene que estar fuerte de cabeza y nosotros seguir con el camino en el que creemos", explicó el técnico rojiblanco.

Deschamps, el gran beneficiado

"Estará menos cansado", dijo entre risas el seleccionador francés, Didier Deschamps, cuando le preguntaron por la convocatoria de Griezmann a pesar de no ser titular con su equipo y con el que cuenta de cara al Mundial de Qatar. "Es algo que todos conocéis. No quiero entrar en la situación que está viviendo con su club, pero está claro que limita sus minutos de juego", aseguró el galo, para quien Antoine "sigue siendo un jugador decisivo en su club, evidentemente aspira a jugar más de 30 minutos y puede ser un buen momento para que juegue más minutos con nosotros".

Quizás para echar un cable a su colega Simeone, Deschamps no quiso entrar en polémicas y aseguró que él también se adapta "a las cuestiones contractuales". "Hay cosas diferentes, pero lo importante para mí es el rendimiento que Griezmann puede dar con nosotros", añadió. En la misma línea de no agresión se mostró el director deportivo del FC Barcelona, Jordi Cruyff, quien se limitó a comentar que "en estos momentos, Antoine es jugador del Atlético y es su entrenador el que decide lo que tiene que jugar", aunque a continuación dejó una coletilla: "Es curioso que siempre salga en el minuto 63...".

Sin embargo, esto es algo que, al menos de momento, el francés parece llevar bien y sirva para demostrarlo el mensaje que, con motivo de su partido 300 con la camiseta rojiblanca, publicó en sus redes sociales. Con una foto suya en la que muestra el escudo del Atlético de Madrid y la palabra "orgulloso", junto a un corazón rojo y otro blanco. La cuestión es hasta cuándo aguantará Simeone siendo "un hombre de club", pues es evidente, y él lo sabe, que necesita al francés como titular y no suplente por contrato...