Dardos, irregularidad y puñales: la relación entre Joao Félix y Simeone no funciona en el Atlético

La infructuosa relación entre Diego Pablo Simeone y Joao Félix volvió a escribir un capítulo surrealista en una saga que está durando demasiado para todas las partes. Es el peor momento de la relación. El luso, otra vez suplente, salió en la segunda parte de Cádiz para marcar un doblete en tres minutos y rescatar, momentáneamente, un punto para los suyos. Incluso tuvo la victoria en el 96' con un cabezazo... que se marchó desviado a pesar de rematar absolutamente solo. Luego, ya en el último minuto de un interminable descuento, el Cádiz hizo el 3-2 a través de Rubén Sobrino y a los colchoneros se les quedó la cara desencajada. Los puñales para Simeone volvieron a volar por parte de quienes no entendían cómo un jugador así podía estar en el banquillo.

Simeone es el mejor entrenador en la historia del Atlético de Madrid y el máximo responsable de proyectar al club a la élite de la Champions League. Joao Félix fue el elegido para sustituir a Antoine Griezmann y el jugador franquicia de la directiva encabezada por Gil Marín y Enrique Cerezo. Es la cuarta temporada juntos y la unión no está funcionando para nadie. ¿De quién es la culpa? Es lo que se pregunta la afición de un club que da visos de resquebrajarse en torno a una cuestión detonante justo cuando el equipo está roto, ha perdido sus principales señas de identidad, es un flan en defensa, sus delanteros no rinden al nivel esperado y, para colmo, el motor del equipo, Koke, está lesionado.

La respuesta no es nada sencilla y los juicios sumarísimos no conducen a la verdad absoluta. Joao Félix tiene un talento descomunal, pero aún no ha sido capaz de juntar destellos de genialidad con regularidad, liderazgo sostenido en el tiempo, cifras goleadoras contundentes, actitud defensiva correcta y trabajo suficiente para Simeone. No ha habido 10 partidos de nota alta y eso hace que no sea imprescindible. Da la sensación de que cada temporada se repite la misma situación. Por parte del técnico argentino queda no poder inculcar las señas de identidad de sus primeros equipos al luso, no extraer el máximo rendimiento de un futbolista especial y haber gestionado la situación de forma negativa para el club a corto plazo.

No fue normal que Joao Félix solo jugara ocho minutos contra el Bayer Leverkusen en el partido más importante del año. Aquí no hay blancos ni negro, sino una escala de grises donde ambos tienen un porcentaje de culpa similar. "Es una muestra de actitud ante una situación que podría definir un partido, pero la actitud es más grande que una situación", señaló Simeone en rueda de prensa cuando le preguntaron por la ilusión de Joao Félix a la hora de lanzar el penalti que fallaría Yannick Carrasco. Un dardo directo para el portugués.

"Quiero que sea regular"

Pongamos como ejemplo esta temporada. Joao Félix fue titular en siete de las primeras ocho jornadas. Solo descansó en un encuentro, aquel en el que Simeone rotó en el Metropolitano cuando recibió la visita del Celta de Vigo tras jugar la Champions League entre semana. Es decir, Joao Félix sería titular hasta el derbi contra el Real Madrid, donde perdería la titularidad por completo y caería en el ostracismo. En esos primeros siete encuentros no marcó ni un solo gol y dio tres asistencias. Todas concentradas en el mismo encuentro, el debut ante el Getafe. No se puede achacar al entrenador que no le haya dado socios en ataque ni que le haya desplazado a la banda. Pero sí que a veces el Atlético de Madrid ataque desde muy lejos y el equipo esté perdido con cambios de sistema constantes. Al portugués, eso sí, le ha faltado rebeldía para hacer ganar a su equipo.

De hecho, sus estadísticas desde que llegó al Atlético de Madrid han sido muy discretas: 31 goles y 18 asistencias en 126 partidos. Ha participado en una acción de gol directamente para su equipo cada 152,4 minutos. No son números dignos de una superestrella que pretender ganar el Balón de Oro algún día y estar entre los futbolistas más decisivos del panorama mundial. No ayudan los cabreos de Joao Félix, como el show ante el Brujas en ambos partidos.

"De Joao quiero que sea un jugador determinante. Que sea regular en el juego. Siendo diferente... Cuando conduce, cuando ataca... Que siempre van a golpearlo cuando tiene la pelota. Cuando logra girar y atacar nos hace ser un equipo más vertical. No ha tenido la continuidad por las muchas lesiones que ha sufrido, pero todos esperamos lo mejor", dijo Simeone en rueda de prensa. "El campo habla y tiene la verdad. Entró a hacer lo que sabe hacer. Hizo un gol con fortuna, pero con la iniciativa de hacer peligro. Fue el más peligroso de los delanteros que estuvo en el campo. Ojalá lo mantenga porque ese es el jugador que todos queremos".

"¿El mejor entrenador? Paso"

Entre ambas declaraciones del técnico argentino ha pasado un año, pero Joao Félix, en lugar de evolucionar, ha retrocedido. Incluso Griezmann le ha vuelto a pasar por delante tras volver, porque no ha podido multiplicar el rendimiento que demostró entre enero y febrero de 2022. Y eso que el propio Joao Félix explicó este verano que "ahora me siento cómodo con este estilo, estoy aquí para jugar por el Atlético y tengo que jugar con su estilo", después de reconocer que "al principio" el estilo de juego de su equipo "no fue fácil" para él, que estaba acostumbrado a una filosofía distinta en el Benfica y no "estaba acostumbrado a tener esa presión, pero la situación se normalizó" en una entrevista concedida a 'ESPN'.

Por otro lado, el jugador portugués ha sufrido nueve lesiones (además de pasar el covid-19 dos veces) desde que llegó al club madrileño en julio de 2019. En esas reiteradas lesiones destacan los problemas de tobillo, un contratiempo que arrastró durante la 2020-21 y que desembocó en su paso por el quirófano. Un total de 32 partidos perdidos y casi 269 días de baja que le impiden mostrar su mejor nivel, ya que merman su evolución y desarman los planes del cuerpo técnico. Decía Simeone a principio de temporada que Joao Félix "está en su mejor momento desde que llegó", justo el día previo al estreno en Champions contra el Porto, confirmando la entrega de los galones. Luego, más tarde, volvería a enviarle un recado al jugador: "Solo le falta marcar, lo necesita".

"Paso", contestaría Joao Félix cuando el tiktoker Adri Contreras le preguntó por el mejor entrenador del mundo, eludiendo nombrar a Diego Pablo Simeone. Quizás una de las muestras más claras de la ruptura entre entrenador y jugador, además de los evidentes mensajes del técnico argentino y los gestos de desaprobación de un Joao Félix que ha sido muy mal suplente. "Me está constando más y es un tema que debo resolver conmigo mismo, exigirme más para sacar el máximo de Joao hasta el día que esté", reconocía Simeone en la victoria del Atlético de Madrid en San Mamés. La relación está en punto muerto.