Griezmann da la victoria al Atleti en un épico descuento cargado de goles (2-1)

No hay mayor conexión entre dos equipos que haber tenido al mismo ídolo, haber contado en sus filas con un tipo que lograra algo cuyo valor es semejante a la gloria: devolverles la ilusión. Paulo Futre, homenajeado antes del partido después del accidente cerebrovascular que sufrió, supuso eso para el Atlético de Madrid y el Oporto. Griezmann, elegido el MVP del partido, parece que encontró un estatus similar en su etapa anterior y que ahora quiere recuperar en su regreso. Suyo fue el tanto que dio la victoria al Atleti en el descuento, en la última jugada del partido (2-1).

El Oporto era virgen en la Copa de Europa hasta que estrenó su casillero bajo el liderazgo de Futre. Luego abandonó un equipo ganador como ese para jugar en un Atleti que deambulaba por la Liga y que no jugaba competición europea. En cierto modo, su llegada fue semejante a la de Diego Maradona a Nápoles. La afición lo veneraba. Y lo venera.

El homenaje refleja lo querido que es todavía en Madrid. Además, sirvió de preámbulo a un encuentro que se las traía consigo. El Atleti no ha empezado bien la Liga (siete puntos de 12) y la Champions podía ser la competición perfecta para ganar algo de autoestima. La victoria ante los portugueses dejó un buen sabor de boca.

La vergonzosa situación de Griezmann

Los rojiblancos apenas se han reforzado a lo largo del verano y está por ver si con la actual plantilla les dará para competir en todos los frentes abiertos. En el equipo, sin embargo, no parece que se pueda contar con todos los hombres. Diego Simeone, autodefinido como "hombre de club", volvió a utilizar a Griezmann… menos de media hora. Sorprende porque es uno de los jugadores más en forma del club y el mejor del encuentro. ¿Haría lo mismo Luis Aragonés?

El estadio estaba a rebosar y no era para menos. Cuando lo extraordinario se convierte en habitual, pasan estas cosas. El Atleti encadena 10 años consecutivos en la Champions y ni por esas las cuentas atraviesan su mejor momento. Tampoco el equipo. Esto da para muchas preguntas, pero no se trata de jugar a las adivinanzas. A pesar de la victoria, los rojiblancos tienen que mejorar.

El ataque del Atleti, sin embargo, parece bien engrasado con un Joao Félix que demostró que está en su punto de madurez, como declaró el Cholo. El portugués, tras tres temporadas como colchonero, está a un nivel superlativo. De nuevo su influencia fue brutal. Por cierto, el homenaje a Futre es el ejemplo más claro de por qué no hay que compararlos. Joao aún tiene que ganarse al público, mientras que Paulo ya lo consiguió. Al joven portugués solo le faltó una asistencia para cuadrar un más que notable encuentro.

El rendimiento de Morata

Álvaro Morata es un buen complemento para el portugués, aunque haya estado durante el verano en la rampa de salida. A su buen inicio de temporada, le ha faltado su estreno como goleador en la Champions, aunque tuvo actitud a lo largo del encuentro. Su insistencia, por cierto, es lo que más valora Simeone. Nunca puede faltar la voluntad.

Pepe, viejo conocido del eterno rival, estuvo en el terreno de juego defendiendo al Oporto. Alguno quizá se acordó de que fue precisamente en Madrid donde golpeó a Javier Casquero. Su juego, no obstante, estuvo exento de cualquier acción dura y merecedora de sanción. Se ve que el tiempo es lo único que deja aprendizajes.

Aunque el Atleti jugó con un jugador más los últimos 10 minutos, el Oporto rondó con peligro, al igual que durante todo el partido, la portería de Oblak. Los portugueses, en la segunda visita consecutiva al Metropolitano en la fase de grupos, parecía que le tenían cogida la matrícula al equipo del Cholo, pero les faltó la intensidad hasta el final. Esa misma intensidad de la que siempre hace gala Simeone.

Mario Hermoso adelantó a los rojiblancos en el descuento, en un disparo que rebotó y acabó en la red. Rugió como nunca el Metropolitano, consciente de que podía ser determinante ese tanto para ganar el encuentro. Luego, una mano de Hermoso acabó en un penalti que transformó Uribe en el descuento. Oblak la tocó y estuvo cerca de pararla, pero la pelota entró por la esquina.

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La suerte parecía echada, pero la épica se apoderó de un partido en el que todo pasó en el descuento. En la última jugada, con un Atleti volcado, llegó el gol de la victoria. Un cabezazo de Witsel acabó en el segundo palo, donde Griezmann la empujó a la red y desató la locura.

La clasificación a octavos fue épica la temporada pasada y por eso Simeone no quiere sustos este año. No le faltó artillería al equipo en esta victoria, que le permite dar un paso adelante en esta Champions. Han pasado seis primaveras desde que los colchoneros lloraron en Milán. Quizás es buen momento para que regresen al lugar en el que más tristes han estado, pero en el que pueden alcanzar la felicidad plena. En esa búsqueda están.