El aficionado rojiblanco sale con vida del final de mercado y Simeone asume el caso Griezmann

Como el héroe de acción que salta de un tren en marcha, se revuelca varios metros en la gravilla y acaba quitándose el polvo de las solapas al levantarse. Así, con un suspiro de satisfacción al estilo 'pues pudo ser peor', el aficionado rojiblanco presenció un final de mercado con relativa tranquilidad. El último día que permitía movimientos en el mundo del fútbol hasta el 2023 -con permiso de los jugadores libres, o ‘libres’ como Marcos Alonso- acabó sin sobresaltos en el Atlético de Madrid. Ni marchas ni llegadas. Solo un tímido eco de oferta blaugrana por Álvaro Morata, que el propio jugador se encargó de rechazar con una imagen en redes sociales, perturbó las oficinas colchoneras.

Pero, ¿estaba justificado el estado de nervios de la afición? El propio Diego Pablo Simeone expresó sus dudas a cuatro días del cierre del mercado. “Salvo un par de equipos a los que no suele sucederle esto, estamos preocupados de que pueda salir algún jugador. Estamos esperando que termine, el grupo está bien y ojalá que terminemos con los que están ahora”, aseguró el argentino. Imposible expresar con más serenidad el sentimiento de histeria colectiva ante un nuevo ejercicio de venta por parte de la directiva, experta en debilitar al vestuario a última hora.

Motivos para el susto no le faltaban al técnico. Desde Inglaterra se deslizó el interés del Tottenham por Yannick Carrasco. La respuesta del Atlético de Madrid fue remitirse a una cláusula de rescisión… de 60 millones de euros. Una cifra que, teniendo en cuenta el mercado de la Premier League, se convierte en una gran operación para cualquier equipo con ‘cash’. Sucedió exactamente lo mismo con Thomas Partey, fichado a golpe de cláusula por el Arsenal en el último suspiro. En otras ocasiones, la dirección deportiva cedió a las necesidades personales de un futbolista para permitir su adiós en mitad de la competición, como el caso de Kieran Trippier, vendido en el mercado de invierno cuando era esencial para los planes de Simeone.

A grandes rasgos, el mercado del Atlético se traduce en un intercambio de piezas: adiós a Luis Suárez, hola a Morata; adiós a Renan Lodi, hola a Sergio Reguilón; adiós a Sime Vrsaljko, hola a Nahuel Molina y adiós a Daniel Wass, hola a Axel Witsel. ¿Ha mejorado la plantilla? Quizás la mayor duda resida en el lateral izquierdo, pero a juzgar por las palabras de Simeone hacia el brasileño, él está contento con el cambio. “Lodi tenía la necesidad de jugar, tener continuidad y tener muchos minutos, por la situación del Mundial y fue a buscar lo que creen que le pueden dar. Yo aquí el compromiso no lo tengo con nadie, hay mucha competencia en la posición, hay unos a los que les gusta competir y otros prefieren ir a otro equipo para conseguir esos minutos que les hacen llegar al Mundial de la mejor manera”, explicó.

No ayudó a las discrepancias (habituales) entre afición y club el intento de fichar a Cristiano Ronaldo. Jorge Mendes, un cómplice (también habitual) de los movimientos rojiblancos, trató de colocar a su máximo representado en el Atlético de Madrid. Simeone veía con buenos ojos la operación, es un amante del juego del portugués y, por muchos enfrentamientos que hayan tenido en el campo, su relación es de mutuo respeto y admiración. Pero la simple opción movilizó a la afición, aún con diferencias, que veían en la posibilidad de traer al otrora delantero estrella madridista, una nueva ofensa al escudo. Tampoco ayudó a mejorar el clima el fichaje de Reguilón, quien en su presentación no quiso asegurar si celebraría un gol en el Metropolitano frente al Real Madrid, equipo del que fue canterano.

TE PUEDE INTERESAR

El teléfono rojo entre Cristiano y Simeone: un sueño imposible, pero con hoja de ruta

Fermín de la Calle

Simeone acepta la restricción de minuto de Griezmann

A pesar de que su rendimiento en el terreno de juego está siendo positivo, a nadie se le escapa la extraña situación que vive Antoine Griezmann. En los tres primeros partidos de la temporada, el francés ha comenzado desde el banquillo, saliendo al campo en torno al minuto 63 de cada partido. ¿Para qué? Para evitar el pago de 40 millones de euros de compra obligatria al FC Barcelona, club al que sigue perteneciendo Grizzie. El Atlético estará obligado a abonar dicha cantidad si el internacional disputa esta temporada al menos 45 minutos en el 50% de los partidos en los que esté disponible.

TE PUEDE INTERESAR

Tras el pelotazo con Isak, la afición de la Real sueña con Griezmann, el 'suplente por contrato'

Kike Marín

Lejos de negar la evidencia, y con bastante elegancia, el ‘Cholo’ Simeone asumió la orden de la directiva al responder acerca de la supuesta restricción de minutos de Griezmann. "Me conocen desde hace diez años, soy hombre de club y lo seré siempre", sentenció. Curiosamente, el mediapunta está resolviendo encuentros como revulsivo, dando minutos de calidad aunque sean desde el banquillo.