Es noticia
La deuda la tiene Bale con el Real Madrid y contra el PSG es el día para saldarla
  1. Deportes
  2. Fútbol
el último servicio del galés

La deuda la tiene Bale con el Real Madrid y contra el PSG es el día para saldarla

Era un problema y ahora es una solución. Bale experimenta un giro radical en el Madrid. Si Benzema no pasa la prueba y no juega de inicio contra el PSG, el galés será el elegido

Foto: Gareth Bale durante el partido contra el Villarreal. (REUTERS/Pablo Morano)
Gareth Bale durante el partido contra el Villarreal. (REUTERS/Pablo Morano)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Carlo Ancelotti ha roto los esquemas con Gareth Bale. El futbolista descarriado, el que se entrena con el Real Madrid para jugar con Gales, que se ríe cuando está en el banquillo y no tiene actitud ni para calentar, es una solución. El giro es radical. Si Benzema no pasa el último corte, el elegido para jugar de delantero centro contra el Paris Saint-Germain es el galés. Con Benzema hay que ir con cuidado. No conviene correr riesgos cuando hay un partido de vuelta en el Bernabéu. Puede jugar, incluso, en la segunda parte. Por todo esto, Ancelotti ensayó con Bale en el puesto de ’nueve’ contra el Villarreal.

La postura del entrenador tiene sentido común y es inteligente. Después de probar a Isco y tener a Luka Jovic, el teórico suplente de Benzema, el mejor es Bale. Tiene velocidad, está ágil, hace daño corriendo al contraataque y es imprevisible. El gol lo lleva de serie. En el recuerdo están los dos que hizo saliendo desde el banquillo en la final de Kiev contra el Liverpool. Zidane también tuvo que recurrir al galés en un momento crítico y el resultado giró con un golazo de chilena y otro de un potente disparo. A partir de ese momento llegó el desplome. Bale entró en guerra con Zidane, su enfrentamiento derivó en un conflicto institucional, siguió sin jugar y se tuvo que marchar cedido al Tottenham pagándole la mitad del sueldo.

placeholder Bale mira a Benzema durante un partido del Real Madrid
Bale mira a Benzema durante un partido del Real Madrid

Florentino Pérez ha tenido mucha paciencia con el futbolista que más cobra de la plantilla. En los últimos años no ha sido un jugador productivo. Ni en el campo ni fuera por la mala imagen (el posado burlón con la bandera de 'Gales.Golf.Madrid', estampidas del estadio sin ver acabar los partidos cuando no estaba convocado, su negativa a viajar a Manchester para estar en el partido de vuelta contra el City, las violentas declaraciones de su representante...).

Bale era un agujero roto. Ha sido imposible buscar un traspaso, recuperar parte del dinero invertido. El problema era su alto sueldo (17 millones de euros netos), las lesiones y las reticencias que ponía el jugador para abandonar Madrid. Gareth Bale, a través de su agente (Jonathan Barnett), trasladó al presidente que estaban en deuda con él y que no había dado motivos para que dejaran de confiar en él. Había hecho el segundo gol en la final de la Champions en Lisboa, el de la Copa del Rey al Barcelona, el penalti en la final de Milán, los dos al Liverpool… Bale nunca se ha sentido en deuda con el Real Madrid.

El último servicio al club

En Villarreal recordó que lo suyo con el Real Madrid ha sido una historia de amor y odio. Es una lástima que no haya estado enchufado en el día a día, con mejor actitud y predisposición. Bale, en forma y motivado, es un futbolista descomunal. Pero es el galés el que está en deuda con el Real Madrid. Ha perdido el tiempo, ha desaprovechado muchísimas oportunidades, le ha faltado compromiso y no ha sido capaz de responder a los galones que le dio el club para ser un líder. No ha seguido el camino de Benzema.

Foto: Sergio Ramos con gesto serio antes de un partido del PSG. (Reuters/Craig Brough)

Bale jugó en Villarreal después de 168 días ausente. Más de cinco meses. Estuvo 73 minutos en el campo. Dejó la sensación de que es peligroso y que en cualquier momento puede hacer un gol. Tuvo tres ocasiones claras, envió un balón al larguero y Rulli evitó que acabara marcando. Se movió perfectamente en una posición que no es la suya, sin caer en el fuera de juego, dando profundidad y finalizando jugadas. Pero el balance en su última de temporada es pobre y el rendimiento no corresponde con el de una estrella. Ha jugado 268 minutos en cuatro partidos y ha marcado un gol. Antes de salir cedido al Tottenham, en la Liga del confinamiento, se quedó con unos registros horribles: 20 partidos y 3 goles.

La charla de Florentino

Florentino Pérez viajó a París con el equipo y, dentro del avión, fue saludando uno a uno a cada jugador. El presidente daba el apoyo en las horas previas a un partido trascendental y cuando llegó Bale le clavó la mirada. El galés agachó la cabeza. Llevaban mascarilla. El presidente pide un último servicio, ser profesional y mostrar compromiso hasta el final. Bale está en deuda con Florentino y la mejor manera de saldarla es tener impacto en París y en lo que queda de temporada.

Entre Bale sano y Benzema entre algodones, lo mejor es apostar por el galés. Es la opinión de lo médicos. Pero Benzema también viajó en el avión de Madrid a París. Quiere apurar todas sus opciones, probarse hasta el último momento antes del partido, recuperar sensaciones y si hace falta forzar. Hay riesgo a una recaída si el francés se pasa de rosca por la zona sensible donde tiene las molestias. Es el isquiotibial de la pierna izquierda. Benzema no hace un entrenamiento completo con sus compañeros desde el día antes de caer lesionado contra el Elche (23 de enero). Es mucho tiempo. Benzema se resiste a no jugar en su país, aunque sea unos minutos. En el Madrid echan de menos sus goles (24 en 28 partidos).

Foto: Mbappé, durante un partido con el Paris Saint-Germain. (Reuters/Stephane Mahe)

Hay un Real Madrid con Benzema y otro sin él. Esto es evidente por lo que genera de juego y la definición. Pero no hay tampoco un recambio claro. Ancelotti ha probado con Marco Asensio e Isco para jugar sin ‘nueve’. Con Jovic sigue la desconfianza y Mariano es un caso perdido. El que recupera el crédito es Gareth Bale. En el primer gran momento decisivo de la temporada recurre al galés y es una prioridad para ser titular si la decisión es no forzar a Benzema. En los grandes escenarios se ha visto la mejor versión de Gareth Bale.

Carlo Ancelotti ha roto los esquemas con Gareth Bale. El futbolista descarriado, el que se entrena con el Real Madrid para jugar con Gales, que se ríe cuando está en el banquillo y no tiene actitud ni para calentar, es una solución. El giro es radical. Si Benzema no pasa el último corte, el elegido para jugar de delantero centro contra el Paris Saint-Germain es el galés. Con Benzema hay que ir con cuidado. No conviene correr riesgos cuando hay un partido de vuelta en el Bernabéu. Puede jugar, incluso, en la segunda parte. Por todo esto, Ancelotti ensayó con Bale en el puesto de ’nueve’ contra el Villarreal.

Gareth Bale
El redactor recomienda