El futbolista del City que honra a Modric se llevó una joya (y lo que se pierde el Bernabéu)

Un futbolista del Manchester City, uno de los mejores que tiene Guardiola en la plantilla, honró a Luka Modric en el césped del Bernabéu. La camiseta del 10 del Real Madrid tiene un valor incalculable para los que admiran la trayectoria y el fútbol del croata. Kevin de Bruyne ya la tiene en su museo. Tras el pitido final del árbitro en el trepidante partido en el Bernabéu entre el Real Madrid y el Manchester City, varios jugadores del equipo inglés se acercaron a Luka Modric en un gesto de deportividad y respeto. El croata salió al campo después del 2-3 de Gvuardiol y con su talento generó el gol del empate de Fede Valverde.

La camiseta de Modric estaba cotizada entre los futbolistas del Manchester City y el privilegiado que se la llevó fue Kevin de Bruyne. El talentoso centrocampista belga, que no pudo jugar por una indisposición y estuvo en el banquillo, no se fue al vestuario al término del partido. Entró al campo para alcanzar a Modric, rodeado por otros jugadores del City, le dijo que le admiraba, que le encantaría tener de recuerdo su camiseta y si se la podía dar dentro del estadio. En privado. Modric se la quitó, se la entregó en el césped y a De Bruyne se le vio emocionado.

El hecho sirve para darse cuenta de que los rivales no solo admiran a Luka Modric, sino que son conscientes de que al croata le queda poco en la élite. Modric pudo haber jugado su último partido en la Champions en el Bernabéu si el Real Madrid no consigue eliminar al City en el Etihad Stadium. De esto debió darse cuenta De Bruyne que, aunque podía haber esperado a la vuelta en Manchester, estuvo más rápido que nadie para quedarse con una prenda de enorme valor.

A estas alturas de la temporada no hay ninguna comunicación oficial sobre el futuro de Modric y en el club entienden que hay que esperar a que acaben las competiciones para anunciar la decisión. Algo se está perdiendo la afición con un ídolo. Cada partido que sale a calentar a la banda se palpa en el ambiente de la grada una reacción de nostalgia y de expectación por saber si es la última vez que verán al croata.

Igual que se anunció a finales del año pasado la renovación de Ancelotti, se tendría que tener claro qué va a suceder entre el Real Madrid y Modric en el mes de abril. Los aficionados que acudieron al Bernabéu contra el City tuvieron el privilegio de ver casi media hora del croata y se marcharon del estadio con el desconocimiento de si era su último partido en Europa.

Dejar paso a los jóvenes

La decisión del futuro de Modric se demora. Cada partido que juegue debería ser un homenaje a un futbolista que es un ganador y un ejemplo de profesionalidad dentro y fuera del campo. Se tenía que haber anunciado a estas alturas de la temporada. No es el mismo caso que Kroos ni Nacho. El alemán tiene la oferta de seguir sobre la mesa. Es imprescindible para Ancelotti, como viene demostrando en sus decisiones y lo pone en los partidos importantes en el once. Pero Modric es suplente y no hay tanto interés en el club porque siga más tiempo. Está más que amortizado y hay que dejar paso a los jóvenes. Con Nacho, más de lo mismo. Ancelotti prefiere a Tchouaméni de central y con eso está todo dicho.

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Modric no quiere ser un estorbo en la planificación del club, pero le fastidia que se siga mirando su edad (38 años) y no su rendimiento. Considera que tiene nivel para la alta competición y haber jugado con más regularidad. No hace mucho, el 25 de febrero, desatascó el partido contra el Sevilla en el Bernabéu saliendo desde el banquillo (minuto 74) y marcando el gol del triunfo (en el 81).

El croata es un símbolo y un jugador que hay que disfrutar y ovacionar cada partido que le quede en el Real Madrid. Él hace tiempo que se lo toma de esta manera y juega cada encuentro como si fuera el último. La pasada temporada renovó creyendo que podía tener más minutos y con la certeza de que estaba en condiciones de competir en igualdad por un puesto en el once. Pero Ancelotti giró su decisión tras la derrota en el derbi del Metropolitano. Le cambió en el descanso y pasó a ser un jugador de rotación, para dar refrescos y un revulsivo para entrar en la última media hora del partido.

El tiempo que jugó contra el Manchester City fue fantástico, dando profundidad y claridad a los ataques. Además de personalidad y coraje, como le gusta decir a Ancelotti. Modric tuvo más impacto que Bellingham. El inglés jugó todos los minutos y evidenció que pasa por un bache físico y mental. Para competir contra el Manchester City hay que estar muy fresco de cabeza y piernas y Modric en este tipo de partidos es más que fiable. El inglés da síntomas de estar exprimido.

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No quiere decir esto que Modric tenga que jugar por delante de Bellingham, pero queda en evidencia Ancelotti con la gestión que ha hecho del croata. Juega menos de lo que se merece.

Al croata le siguen llegando ofertas si finalmente no sigue en el Real Madrid. El Dínamo de Zagreb, en Turquía y Arabia Saudí están como locos. El fútbol estadounidense (MLS), donde juega Messi, es una opción que se ha planteado. Le queda la recta final de la temporada en el Real Madrid y un Clásico contra el Barcelona en el Bernabéu.