La cortina de humo de Laporta para inflar a los jugadores del Barça y engañar al mercado

El Barça no tiene vicepresidente económico ni directora de operaciones tras la marcha de Eduard Romeu y de Maribel Meléndez. Su actual director deportivo, Deco, reconoce haber mentido al afirmar que vendió la comisión por el fichaje de Raphinha por el club azulgrana a un fondo de inversión, cuando en febrero declaró no haber cobrado nada de la entidad por esa operación.

Tampoco hay entrenador para la temporada que viene y Joan Laporta pide a Xavi Hernández que eche marcha atrás. Además, el tiempo juega en contra del presidente azulgrana y de su directiva para no perder su propio patrimonio personal.

En concreto, el presidente y algunos miembros de su junta directiva podrían sufrir una merma de hasta 18,5 millones de euros en avales utilizados el pasado verano. En parte, por incumplir sus compromisos en materia de reducción del gasto deportivo, en especial de las secciones, y en parte para garantizar la inscripción de fichajes como Ilkay Gündogan, Joao Félix, Joao Cancelo, Íñigo Martínez o Vitor Roque.

Tres meses después de que se caducara el plazo para que Libero Football Finance AG ingresara los 40 millones de euros que prometió en el plan de viabilidad presentado a LaLiga, el roto económico que afronta el Barça presiona a Laporta.

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Sin el dinero de Líbero que amenaza al presupuesto

El presidente no ha encontrado un inversor interesado en asumir el papel de Líbero en la repalanca que debía traspasar el 29% del 49% de Barça Vision, la cuarta palanca, vendida primero en su día por 200 millones de euros a Orpheus Media, empresa de Jaume Roures, y Socios.com. El pasado 15 de junio de 2023, el club debería haber ingresado esos 40 millones que ahora faltan y de los cuales solo entraron 20.

El próximo mes de junio de 2024, el Barça deberá encontrar otros 60 millones de euros, igual que en 2025. A ello hay que sumarle el conflicto abierto con Nike, por el que el Barça busca un contrato que dispare sus ingresos y el cálculo demasiado optimista respecto a los ingresos en Montjuic, por debajo de lo esperado.

"No salen los números esperados. En el ticketing, fuimos muy ambiciosos y miramos compensaciones al bajón. Tenemos entradas récord, pero el aforo es la mitad y los ingresos bajan. Los ingresos por ticketing no se están cumpliendo", confesó Laporta hace pocas semanas en RAC1.

​Humo con ventas y fichajes

Con esta situación económica a corto plazo, más una deuda de 1.200 millones y una masa salarial de más de 500 millones, Joan Laporta se esfuerza por presentar un Barça fuerte en el mercado. "Tenemos ofertas por De Jong, Fermín, Balde, Gavi, Pedri o Araújo, pero no los queremos vender. Con los nombres que he dicho, obtendríamos una cifra cercana a los 1.000 millones de euros", afirmó Joan Laporta en un pódcast del club.

"Esta cifra solventaría la deuda del club, pero destrozaría el proyecto deportivo de la entidad", remató el presidente azulgrana. Como complemento, estos días hemos podido leer en la prensa ofertas de 200 millones de euros por Lamine Yamal, de 100 millones por Ronald Araújo, de 100 millones por Raphinha y de 35 millones por Héctor Fort, entre otros.

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El cambio de discurso impacta, ya que el propio presidente, que ahora intenta inflar el precio de los jugadores para revalorizarlos, habló de ventas hace pocos meses en RAC1. "El presupuesto es muy ambicioso. En principio, volveremos a la regla 1/1 del fair play financiero. La venta de jugadores también ayudará. Es un ingreso ordinario".

Las presiones que quemaron a De Jong

Cabe recordar que la junta directiva de Joan Laporta reunió a diversos periodistas en las oficinas del Camp Nou en el verano de 2022. El objetivo no era otro que pedir a la prensa ayuda para presionar a Frenkie de Jong y poder traspasar al centrocampista neerlandés a las filas del Manchester United.

Incluso se dijo que su contrato era ilegal a causa del diferimiento de salario con Josep Maria Bartomeu. De este modo, el club lograría amortiguar sus problemas financieros y deshacerse del jugador que más cobraba (y sigue cobrando de la plantilla).

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La directiva filtró su sueldo cuando intentó venderlo al Manchester United en el verano de 2022. El jugador confesó en una entrevista en The European Lad que fue la directiva quien lo empujaba a ello. "Yo culpo a esta gente [los que le querían fuera], pero no tengo nada que ver con ellos. Sí, para mí son el Barça porque lo dirigen", afirmó con contundencia el centrocampista.