Nadie al volante: por qué todos los directivos del Barça huyen de la gestión de Joan Laporta

El Barça ha perdido a toda la cúpula económica y deportiva del proyecto inicial de Joan Laporta en un año. El caos institucional es total y absoluto y la entidad catalana se ha quedado sin sus dos máximos responsables económicos en apenas dos semanas: Eduard Romeu (vicepresidente económico) y Maribel Meléndez (directora corporativa). Ellos eran los responsables de la reestructuración de la descomunal deuda azulgrana, las operaciones financieras y la financiación del Espai Barça.

Ambos abdujeron "motivos personales" para justificar su adiós, cuando, en realidad, se van por lo mismo que se han ido 23 cargos anteriores ejecutivos: fuertes discrepancias con el modelo de gestión amateur de Joan Laporta. Tal y como ha venido explicando El Confidencial en estos últimos años, el clan que quebró al Reus Deportiu ganó peso en la junta directiva del Barça, así como en la Fundación azulgrana.

A ello hay que sumarle el enchufe de familiares directos y de amigos del presidente sin capacidad ni conocimiento para tomar decisiones troncales en un transatlántico que va a la deriva. Es la empresa familiar de Laporta. Desde febrero de 2022, momento en el que Ferran Reverter se fue del Barça "la joya de la corona" según Laporta, también por "motivos personales", el presidente azulgrana ha ido aglutinando poder y repartiéndolo entre su guardia pretoriana. Concepto, por cierto, que Romeu remarcó en su despedida.

Fuertes discrepancias y... sin preguntas

En una comparecencia ante los medios de comunicación donde el club no aceptó preguntas de los periodistas, Romeu, el hombre que colocó José Elías tras avalar con 40 millones la toma de posesión de Laporta a través de Audax, y el presidente protagonizaron una escenificación donde el vicepresidente económico fue catalogado como el "responsable del rescate y de la recuperación económica del Barça".

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Romeu afirmó que "esta vicepresidencia me obliga a una dedicación absoluta que no me permite compaginarlo, ya que no cobro del club". Una escenificación de grandes halagos entre ambos que cerró la teatralización.

Solo media hora después, SPORT sacaba a la luz el motivo real. Una lucha de poder entre el vicepresidente económico, Eduard Romeu, y el tesorero del club e íntimo amigo de Laporta, Ferran Olivé. Según cuenta el citado periódico, Romeu pidió al presidente culé ser el nuevo CEO (posición que seguía vacía desde la marcha de Reverter) además de conservar sus anteriores funciones, y eso desató un intenso enfrentamiento den los despachos.

"Quien está haciendo estas funciones es el tesorero, no estando de acuerdo el ya exvicepresidente, pues es él quien después es el máximo responsable de la situación económica. Cree que el vicepresidente debe tener el control de la situación y no la podía tener al completo", señaló el diario. Romeu fue el cerebro y arquitecto de las palancas, la venta de activos del club que generaron ingresos extraordinarios para sanear el balance a corto plazo tras cerrar la financiación de 1.500 millones del Espai Barça con Goldman Sachs.

Sin soluciones para el roto de Líbero

El autor del "rescate económico del Barça" se va sin que el problema económico azulgrana esté resuelto y sin que tenga un sustituto claro, ya que Laporta explicó que sus "funciones serán asumidas por el área de economía y finanzas".

Tres años después de que el presidente se convirtiese en presidente del Barça, el club todavía tiene una masa salarial que supera los 500 millones de euros, no ha encontrado un sustituto que cubra los 40 millones de euros de la repalanca de Libero y el club no puede fichar con normalidad y recuperar la norma 1-1 porque decidió arriesgarse en lugar de optar por sanear sus cuentas.

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Por supuesto, esto no es nuevo. El presidente de la comisión económica estatuaria del FC Barcelona, que dejó su puesto al final de 2022, Jaume Guardiola, ya dejó entrever en la Asamblea de Socios Compromisarios sus dudas sobre el rumbo económico del Barça: "El equilibrio es complejo. Nos preocupa el incremento de la masa salarial y que haya una mayor presión para invertir en jugadores si no llegan los éxitos. Hay que acelerar salidas o eliminar contratos que mantienen cifras fuera del mercado".

La Comisión Deportiva, otro desastre

El boquete presupuestario de esta operación defectuosa, junto al descenso en los ingresos por ticketing, podrían hacer perder 18 millones de euros de avales de Laporta y su junta directiva utilizados para asegurar la inscripción de jugadores como Gavi, Vitor Roque, Alejandro Balde, Ikay Gündogan e Iñigo Martínez.

De este modo, la cúpula económica sigue el camino de la cúpula deportiva, sacudida integralmente esta temporada tras comprobar cómo Jorge Mendes ganaba peso en la estructura del club y Deco tomaba las riendas. Jordi Cruyff, primero, y Mateu Alemany, después, abandonaron el club en un lapso de cuatro meses.

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Deco es exsocio del agente con más poder en el Barça, Jorge Mendes y muy buen amigo de Alejandro Echevarría, el excuñado franquista de Laporta que tuvo que dimitir en su día al mentir sobre su vinculación con la Fundación Francisco Franco en la primera etapa de Jan. De hecho, fue él quien deslizó la posibilidad de que Deco asumiese el cargo.

Según el vicepresidente deportivo del Barça, Rafa Yuste, el luso "demostró su capacidad de gestión, análisis y negociación. Cosa que nos ha demostrado en estos meses juntos. Nos ha traído jugadores de primer nivel a un coste bajísimo y que harán las delicias de todos. Hombre que es de club. Está reforzado por el club y por la directiva".