El duro golpe de realidad del Barça con Mbappé y el sueño frustrado de Laporta por Haaland

El límite salarial del FC Barcelona volvió a bajar hasta situarse en 204 millones de euros, una cifra que choca con los 727,5 millones de euros del Real Madrid. En otras palabras, el club catalán sigue excedido y sigue sin poder fichar con normalidad y acogerse a la norma 1/1, con lo que no puede gastar todo lo que ingrese en salarios de jugadores. Ambos clubes, compañeros de viaje por la Superliga, viven situaciones económicas radicalmente distintas.

El Real Madrid aspira a fichar estrellas mundiales, mientras el Barcelona refuerza el discurso de la cantera y perfila un verano marcado por la prudencia económica y por las dificultades para reforzar la plantilla. En una temporada donde el presupuesto azulgrana no contempla más ingresos extraordinarios en forma de palancas, el pinchazo de la repalanca de Barça Studios pone en jaque los 18 millones de avales para inscribir jugadores que depositaron el presidente culé, Joan Laporta, y del tesorero, Ferran Olivé.

El límite está en el próximo 30 de junio, donde los directivos podrían perder su patrimonio personal. El Barça denunció a Libero Football Finance AG por el impago de 40 millones de euros después de comprar el 29% del 49% de Barça Vision que se vendió en su día por 200 millones a Orpheus Media y Socios.com.

Desde entonces, y aunque desde la directiva azulgrana se ha repetido por activa y por pasiva que había otros inversores interesados, el club no ha sido capaz de subsanar el roto económico causado por el paso en falso de Libero, cuyo plazo caducó el pasado mes de diciembre. El pasado 15 de junio de 2023, el club debería haber ingresado esos 40 millones que ahora faltan y de los cuales solo entraron 20. El próximo mes de junio de 2024 el Barça deberá encontrar otros 60 millones de euros, igual que en 2025.

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Las ventas de jugadores ya están sobre la mesa

Para desbloquear tal situación, el Barça ya contempla ventas dolorosas de puertas hacia dentro... y hacia fuera. "El presupuesto es muy ambicioso. En principio, volveremos a la regla 1/1 del Fair Play Financiero. La venta de jugadores también ayudará. Es un ingreso ordinario", declaró Joan Laporta en una entrevista recientemente en RAC1.

En este sentido, cabe recordar que la junta directiva de Joan Laporta cuenta con la aprobación de la venta del 49,5% de BLM (Barça Licensing & Merchandising); el negocio del retail vinculado a la comercialización de camisetas y productos de marketing, además de las diferentes tiendas oficiales del club, desde el verano de 2022.

Sin embargo, y tras la modificación de las nuevas normas de Control Económico de LaLiga el pasado año, la venta de activos que generen ingresos recurrentes no darán más límite salarial a los equipos siempre y cuando el importe de esos ingresos supere el 5% de la cifra de negocio del club (facturación).

Este límite se mira de forma acumulada a lo largo de los años. Dado que el Barça ya ha activado palancas de este tipo, la venta de BLM por la que optaba el club el pasado octubre, ya no le daría espacio salarial adicional.

Haaland, deseo imposible

Tendrá que buscarlo aumentando ingresos o disminuyendo gastos. El club ha reducido la masa salarial significativamente, pero los ingresos en Montjuic están por debajo de lo esperado y sigue habiendo contratos fuera de mercado, como el de Frenkie de Jong, u otros contratos ascendentes (Robert Lewandowski e Ilkay Gündogan) que cargan la mochila salarial azulgrana.

En otra época, el Barça reaccionaría inmediatamente al fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid con la contratación de Erling Haaland. El nombre del noruego retumbó en los pasillos del Camp Nou -con desfile del fallecido Mino Raiola por la pasarela de Barcelona en mayo incluido-, cuando Laporta llegó al cargo.

El presidente "estaba enamorado del noruego" según fuentes financieras del club, pero la dramática situación financiera heredada por la actual junta directiva tras el mandato de Josep Maria Bartomeu dinamitó cualquier opción de poder acceder al ariete. El Barça se volverá a mover con pies de plomo en un mercado en el que su margen de maniobra es escaso... a menos que vendan jugadores importantes o consigan el dinero que iba a poner Libero.