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La decepción de Arda Güler, un juguete del Real Madrid en el rincón de pensar de Ancelotti
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le pide paciencia y que aprenda

La decepción de Arda Güler, un juguete del Real Madrid en el rincón de pensar de Ancelotti

Ancelotti deja claro que todavía no ve a Arda Güler preparado para cambiar un partido que está atascado y el turco se lleva una nueva decepción por la escasez de minutos

Foto: Arda Güler, con el peto de suplente, calienta en la banda. (REUTERS Isabel Infantes)
Arda Güler, con el peto de suplente, calienta en la banda. (REUTERS Isabel Infantes)

Arda Güler es el último de los problemas que tiene Ancelotti en el Real Madrid y así lo hizo ver el entrenador después de la ajustada victoria contra el Sevilla. El turco pasó de calentar en la banda, verse como una opción para desatascar el partido, a regresar al banquillo y no jugar ni un solo minuto. Otra decepción para un jugador que tiene prisas por hacerse notar y convive con la enorme expectación que provocó su fichaje por el Real Madrid. Es demasiado mediático para haber jugado dos ratos y estar empezando su carrera en la alta competición.

El ruido con el turco empieza a molestar a Ancelotti. Bastante tiene con gestionar los minutos de calidad, como le gusta decir, de Modric como para que le insistan por el turco antes y después del partido. El entrenador del Real Madrid fue demasiado claro y, a la vez, contundente con su situación. El primer cambio fue Modric, el croata marcó el gol y el turco se quedó sin jugar por un plan más conservador del entrenador. Prefirió que salieran Ceballos y Álvaro Rodríguez para aguantar el resultado. "Si no lo entiende, no pasa nada", manifestó Ancelotti.

No es que estuviera seco el italiano. Es la constatación de que con las cosas de comer no se juega. El partido estaba peligroso y al técnico le pareció que lo más responsable era no aventurarse con el chico. El Sevilla estaba encerrado, amenazaba con alguna acción de contraataque, y el miedo a un pinchazo que pudiera acercar más al Girona y al Barcelona perjudicó al turco. Se quedó como una estatua, viendo cómo Davide Ancelotti preguntaba a su padre si salía y la respuesta fue negativa. En el vestuario, con la euforia de la celebración y la ovación a Modric de todos los compañeros, se le hizo más llevadera la desilusión de no haber jugado.

Arda Güler es un juguete del Real Madrid. Demasiado joven e inexperto para un entrenador que le da mucha importancia a la madurez futbolística. En un partido cerrado, tenso y con bajas importantes como las de Bellingham, Carvajal y Camavinga, lo que hizo Ancelotti es agarrarse al oficio de Modric. Sacó adelante un día de atasco y lo que menos le apetecía era dar explicaciones sobre si Güler está siendo poco utilizado.

placeholder Arda Güler persigue un balón en posesión de Óscar Valentín. (EFE  Sergio Pérez)
Arda Güler persigue un balón en posesión de Óscar Valentín. (EFE Sergio Pérez)

Hay algo con lo que Ancelotti no negocia. No es un entrenador que regale minutos a los jóvenes y si ya le está costando meter en el equipo a Modric, lo de Güler está bastante claro. Esto va de competir y ofrecer garantías de que puedes cambiar un partido saliendo desde el banquillo en una situación delicada. Lo que ha hecho Modric, se lo hemos visto anteriormente a Rodrygo, Camavinga, Brahim Díaz, Joselu y hasta Ceballos. A todos estos jugadores les ha costado ganarse la confianza del entrenador.

Fede Valverde es otro ejemplo que le sirve a Ancelotti. El uruguayo convivió y compitió con Casemiro, Kroos y Modric, un centro del campo que en su plenitud era inamovible. Fede Valverde ha tenido que trabajar mucho, aprender, tener paciencia y aprovechar sus oportunidades. Arda Güler está en el rincón de pensar de Ancelotti. Es el último en llegar al equipo, el pequeño, y se le junta, además, el parón que ha tenido durante la temporada con tres lesiones que le complican coger ritmo competitivo.

Los berrinches del turco

Ha tenido un amago de berrinche por no calentar en la banda y quedarse sin jugar, como contra el Sevilla. En el partido contra el Almería el equipo necesitó de la remontada y el turco se frustró por no salir. Tiró el peto al suelo. Un pecado de juventud para Ancelotti, que miró para otro lado y en el siguiente partido, en Las Palmas, le dio el caramelo de los últimos diez minutos.

A Güler le ha quedado claro que entre sacar a un futbolista que acaba de cumplir 19 años y otro que en siete meses hace 39 años, el entrenador decide que es más útil Luka Modric. Y si hay que defender el resultado, es más fiable Ceballos. Hasta un delantero del filial, Álvaro Rodríguez, para darle centímetros al equipo que ayuden a ganar duelos aéreos.

Foto: Mbappé con gesto de frustración en el partido contra el Rennes. (Reuters/Benoit Tessier)

Ancelotti ha formado y ha tenido muchos jóvenes talentos a lo largo de su carrera. Güler es uno más con el que todavía no se vuelve loco porque le ve tierno para competir con marcadores ajustados y su postura es ir poco a poco, hasta tener más certezas de que puede ser el primer revulsivo para darle la vuelta a un partido.

La opinión del entrenador es que está en periodo de adaptación a un equipo de la exigencia del Real Madrid, conociendo un país y un campeonato diferente al turco y no le habría venido mal una cesión para tener más continuidad. A estas alturas de la temporada solo lleva 5 partidos y 92 minutos. Güler se enrocó en quedarse en el primer equipo.

Arda Güler es el último de los problemas que tiene Ancelotti en el Real Madrid y así lo hizo ver el entrenador después de la ajustada victoria contra el Sevilla. El turco pasó de calentar en la banda, verse como una opción para desatascar el partido, a regresar al banquillo y no jugar ni un solo minuto. Otra decepción para un jugador que tiene prisas por hacerse notar y convive con la enorme expectación que provocó su fichaje por el Real Madrid. Es demasiado mediático para haber jugado dos ratos y estar empezando su carrera en la alta competición.

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