La maldita vértebra de Paula Badosa, una lesión crónica de espalda con la que no se rinde

Las lágrimas de Paula Badosa en el torneo de Dubai son las de la frustración y rabia por culpa de una maldita vértebra que ha derivado en una lesión crónica de espalda. La española tuvo que retirarse en el primer set del partido contra la suiza Lulu Sun (número 181 del mundo e invitada al torneo) y vuelve a la enfermería. Lo que apuntaba a ser un partido cómodo se convirtió en un calvario por los problemas físicos de una columna que hay que cuidarla y vigilarla permanentemente.

Duele ver a la catalana derrumbada y abatida en el banquillo. Los problemas que le está dando la espalda empezaron el 12 de mayo del año pasado en el Masters 1000 de Roma. Estuvo de baja la segunda mitad del año 2023, le fue muy difícil de llevar el parón y su nuevo punto de partida era empezar la remontada en este 2024. La vértebra ha soldado, pero las secuelas de la lesión siguen pasando factura.

Paula Badosa sufrió una fractura de estrés en su cuarta vértebra lumbar que le impidió disputar el año pasado Roland Garros y le obligó a dejar Wimbledon. Empezó un tratamiento exigente e intenso de magnetoterapia para recuperar el tejido óseo de la vértebra, controles con ecografías y sesiones con los fisioterapeutas de más de cuatro horas diarias.

La espalda es el talón de Aquiles de una tenista con gran talento y un ejemplo de luchadora en lo físico y también en lo mental. Las lesiones la están castigando en exceso y vuelven a poner a prueba su capacidad de resistencia para no caerse y levantarse. No es nada sencillo. Significa otro parón después de un largo tiempo de baja que había superado. En 2023 tan solo jugó 27 partidos. Sentía que volvía a recuperar sensaciones y empezaba de nuevo a disfrutar en las pistas.

"Necesito jugar todos los partidos posibles. Sé que tengo que ir poco a poco, arrancar despacio y con bajas expectativas. Mi ranking ha caído mucho, pero ha sido por una lesión. Algo que no puedo controlar. Ahora mi gran objetivo es estar sana para volver a ser una de las mejores del mundo", manifestó a GulfNews, medio de comunicación emiratí, tras tener el alta competitiva. Badosa llegó a ser la número dos del mundo en 2022 y con el nuevo abandono ocupa el puesto 74 del ranking.

Impotencia

Llega otro revés. Pero Paula Badosa, siempre combativa, ha decidido que no se va a rendir ni mucho menos hundirse. "El tenis es mi vida y mi pasión. Voy a dar todo para volver a disfrutar de ello pronto. Seguimos luchando", escribe en un mensaje en sus redes sociales, acompañado de un emoticono con un corazón para tranquilizar a sus seguidores y darles las gracias por tantas muestras de apoyo.

La sensación que tiene es de impotencia, de no ver la luz al final del túnel. Pero Badosa tira de sacrificio, orgullo y demuestra su enorme resiliencia. Los golpes que le están provocando las lesiones la están haciendo más dura y los consejos de su entrenador, Pol Toledo, es que se vuelva a recuperar bien y no se ponga fecha de vuelta a las pistas.

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La figura de Rafa Nadal, su ídolo, siempre ha sido inspiradora para la tenista. Un espejo en el que mirarse para no rendirse y pelear hasta el final. Tiene grabada una frase del balear. "Hay que aprender convivir con las dudas y el dolor" es la lección que dio Nadal cuando con solo 19 años sufrió una fractura en el pie y le dijeron que lo normal era que no volviese a practicar deporte profesional. Paula también tiene este espíritu guerrero.

El mundo del tenis necesita recuperar la alegría y las genialidades de la catalana. Las lesiones están siendo demasiado crueles con una tenista de solo tiene 26 años, que tiene la ambición y la dedicación de trabajar duro para llegar a la cima.

Hizo una locura

La maldita vértebra no va a acabar con el pundonor que tiene Paula Badosa. Una fractura de estrés es consecuencia de una sobrecarga continuada por microtraumatismos repetidos en una zona específica del hueso que provoca que se rompa. El tenis es un deporte de movimientos repetidos, agresivos y de hiperextensión del tronco. El dolor es intenso y requiere de un tratamiento de reposo y mucha paciencia. Paula Badosa recortó los plazos en casi tres semanas cuando se lesionó en Roma para jugar en Wimbledon. Reconoció que hizo una locura.

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Se define como una persona hiperactiva, ambiciosa, que le gusta vivir al límite y pecó de impaciente. "De repente, un día tuve que parar por completo y quedarme en el sofá", declaró con amargura. La segunda mitad del año 2023 fue muy dura en lo mental y en este inicio de año se sentía plena de energías, emocionada por volver a competir. Llega otro varapalo para la mejora raqueta femenina de España.

Estamos pendientes del estado físico, la evolución y la fecha de regreso a las pistas de Rafa Nadal. El balear nos tiene en vilo por su salud y las posibilidades de que se le pueda volver a ver en su mejor versión competitiva para ganar otro Roland Garros y disfrutar de los que pueden ser sus últimos raquetazos en los Juegos Olímpicos. El tenis español tiene otra víctima de las lesiones que vuelve a dar la voz de alarma. Es el sufrimiento y la lucha de Paula Badosa.