Los disparates se pagan y el de Simeone con Marcos Llorente de delantero es una chapuza

El partido del Atlético de Madrid contra el Inter de Milán, con su planteamiento ultraconservador, son de los que dan la razón a Joao Félix para no querer estar con Simeone. El Cholo prefiere un Marcos Llorente en la línea ofensiva, por su agresividad e intensidad, que un futbolista creativo y desequilibrante que mire la portería.

De poco sirve quedarse con que Marcos Llorente hizo dos goles en la victoria contra Las Palmas en el Metropolitano. No tiene nada que ver este encuentro de Liga, con la fragilidad atrás del equipo de García Pimienta, que el de la Champions. El Inter, subcampeón de Europa e intratable en Italia, es un equipo tremendamente competitivo y lo que hizo Simeone es poner a Marcos Llorente a perseguir a Bastoni, un central.

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Cuando llega un partido grande, sale la versión del Simeone con más precauciones y elige especular para minimizar daños. El resultado es lo mejor que se lleva el Atleti de San Siro, pero la sensación es clara: el Inter pudo hacerle un destrozo mayor y es un equipo con las ideas más claras y, sobre todo, más ambicioso.

El partido, que por supuesto lo vería Joao Félix, sirve para que el portugués confirme que no quiere regresar al Atleti. Aunque le quede contrato. Si tenía alguna duda, es una prueba más de que Simeone es capaz de dejar en el banquillo a Memphis y Correa para sacar a Marcos Llorente. Con Morata, renqueante por una lesión, se la jugó en la segunda parte y fue el único que logró rematar a portería.

El Atleti perdió por una indecisión de Reinildo y Rodrigo de Paul, víctima de los errores individuales, pero también de un planteamiento miedoso de su entrenador. Simeone dice que compitieron bien. Si competir bien es no disparar a portería en la primera parte y diseñar un plan de contención para que no progrese un central, es preocupante. El Cholo reconoce que salieron a bloquear al Inter y salió de San Siro con una derrota que es remontable, pero en la que tendrá que asumir riesgos en la vuelta.

Llorente, en tres posiciones

El Atleti no jugó a mirar la portería rival. Buscó echar el cerrojo a la de Oblak y el portero esloveno acabó siendo el mejor de su equipo. Si no es por sus paradas y los fallos de Arnautovic, autor del gol, el marcador habría sido más abultado. El Inter, con todas las dificultades que le puso el sistema cholista, tuvo 19 remates, 5 a portería, un 56% de posesión y 60 duelos ganados.

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Sin delantero, es difícil amenazar y tener profundidad. El invento de Marcos Llorente, por muy versátil que sea el jugador, acabó con el excanterano del Real Madrid jugando en tres posiciones diferentes. Empezó arriba, lo desplazó al centro del campo y finalizó de lateral derecho. A veces, da la sensación de que Simeone estudia los partidos al detalle y en otras que da tumbos. Tras el gol del Inter, las instrucciones que dio desde la banda es pedir calma porque le valía el uno a cero.

El Atleti está vivo en la eliminatoria, igual que en la de Copa del Rey contra el Athletic, pero para no tirar la temporada en menos de un mes necesita más ambición y menos cobardía. Es un todo o nada y el máximo responsable es Simeone si da con la tecla con un plan en el que el equipo no salga a especular y el disparate de Marcos Llorente de delantero.