La ansiedad de Paula Badosa y cómo sufren los deportistas un tormento con el ciberacoso
Paula Badosa decide aislarse de las redes sociales para que no le genere más estrés y así evitar que le afecte a su concentración y rendimiento en Roland Garros
Hace menos de un mes, Paula Badosa disfrutaba y compartía en las redes sociales la felicidad de ser la segunda mejor tenista del mundo. La victoria contra la tunecina Ons Jabeur, en Stuttgart, era un momento histórico para la tenista española. Badosa, orgullosa del éxito y con humildad, publicó una fotografía en la que se la ve sonriente y soplando una vela con el número 2. Era la imagen de la deportista que alcanza la cima tras un duro trabajo de superación. Contenta y orgullosa publicó este mensaje: "Nunca un lunes había sentado tan bien. Feliz por el camino recorrido y superado. Ha costado mucho, pero al final todo valió la pena. Agradecida de estar viviendo mi sueño. Posdata: no suelo poner ránkings, pero este me hacía especial ilusión". Lo acompañaba con los hashtags #FelizLunes y #2delmundo.
A las puertas de la disputa de Roland Garrros y tras la decepción de haber caído en segunda ronda en los torneos de Madrid y Roma, Paula Badosa reconoce que ha vuelto a ser víctima de la ansiedad y el estrés por ganar y que lo recomendable es aislarse de las redes sociales. Es un caso más en el deporte profesional de élite que prioriza la salud mental.
Paula Badosa tiene que gestionar sus emociones y optimizar su concentración para dar el mejor rendimiento en la cancha. Las redes sociales son peligrosas. Se convierten en un problema cuando los comentarios afectan a la estabilidad psicológica del deportista. Los últimos que recibió la tenista catalana, en su red de Twitter, tienen esa carga de negatividad que conviene frenar antes de sentir el acoso. "Nada nuevo. Paula tienes un problema reconocible de actitud en pista. Cuando mejores eso darás un salto. Ánimo!", al comentario del usuario se le unió otro: "Tienes razón, yo siempre digo lo mismo. Se le nota enseguida la ansiedad y desmoralización. Ayer, en cuanto le empataron a 4, vi el partido totalmente perdido. Esa actitud...". Hay más en inglés que sobrepasan la línea de lo permitido: "¿Está el tenis femenino en un estado tan malo que este basurero ocupó el segundo lugar? Se dio la vuelta y se hizo la muerta contra Halep, luego hoy hizo algunos tiros que un jugador universitario junior no haría. Basura completa".
El bloqueo en Madrid y Roma
El ascenso de Paula Badosa en el último año ha sido sobresaliente. Del número 70 alcanzó el 2. Estar entre las mejores del mundo, considerarla como una tenista top repercute en un incremento de la exigencia que uno mismo se pone y cumplir con las expectativas. Si no se consigue mantener el nivel competitivo, llega la frustración. Pero a Paula Badosa le ha afectado la ansiedad por ganar, estar a la altura, que se multiplica con los nervios y la ansiedad por el ciberacoso. Tras conseguir y celebrar haber llegado a ser la número dos del mundo, Badosa perdió en Madrid con la rumana Simona Halep y en Roma con la rusa Daria Kasatkina. En los dos torneos ha caído en la segunda ronda y ha reconocido estar bloqueada. En las redes sociales ha tenido que leer que tiene un problema de actitud, se agobia y cosas peores.
La decisión es drástica. La solución para que no te afecte a la concentración y el estado de ánimo es "quitarse el móvil". Así de sincera ha sido a pocos días del inicio de Roland Garros, donde asume que tiene la presión de ser favorita, pero que necesita otros mecanismos para gestionarla. "Lo primero que he aprendido es que tengo que eliminar las redes sociales. Hacen mucho daño porque al final es muy fácil para la gente hablar sin estar dentro. Hago lo mejor que puedo mi trabajo y que te estén juzgando constantemente desde fuera es muy fácil. No llego a Roland Garros como me gustaría. Me gustaría hacerlo menos expuesta y con más tranquilidad. Pero es el precio a pagar. Pero vengo preparada. He trabajado muy bien físicamente y tenísticamente. Mentalmente, me hubiera gustado llegar un poco más tranquila", reconoció en un acto publicitario antes de viajar a París. Es la sinceridad de una deportista profesional que ha pasado de compartir su felicidad en las redes sociales a sentirse agobiada. Necesita aislarse y poner unos límites.
El sufrimiento de Pignatiello
Es un caso más de una deportista que tiene la exigencia de ganar, pero que está saturada por los comentarios de las redes sociales. Le hacen daño. En los Juegos Olímpicos de Tokio comprobamos cómo la prometedora nadadora argentina, Delfina Pignatiello, decidió cerrar sus plataformas sociales por sentirse acosada por las burlas. "La gente es muy cruel y por más que ignore, quiero cuidar mi salud mental. Estoy en una situación que me sobrepasa", es el mensaje que trasladó esta joven deportista de 21 años tras una actuación en los 800 y 1.500 metros libres por debajo de lo esperado.
Delfina Pignatiello se sinceraba meses después para hablar de lo que consideraba un tormento. "Después de nueve mil horas de entrenamientos, más de tres mil zambullidas, cientos de carreras, varias medallas de oro, toco la pared en Tokio 2020 y me doy cuenta de que no hice el tiempo que quería ni terminé en la posición que soñaba. Y en lo único que pensé en ese momento es en qué me iban a decir las redes sociales. ¿Cómo podía ser que lo que más me importara iba a ser la mirada de un montón de personas que no conocía?", es parte del relato en el medio TEDx, a corazón abierto, de una nadadora que fue campeona mundial junior en 2017 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Entre su palmarés tiene el récord argentino de 200,400,800 y 1.500 metros libres. En Tokio 2020, su debut, se sintió atacada sin impunidad.
La misma postura adoptó Thierry Henry, una leyenda del fútbol francés, para denunciar el racismo, el odio y cómo le afectaban las redes sociales. Cerró sus plataformas sociales, hace un año, que contaban con casi 15 millones de seguidores. Lo hizo dejando esta reflexión: "Es demasiado fácil crear una cuenta y utilizarla para intimidar y acosar sin consecuencias de una forma anónima. El volumen considerable de racismo, intimidaciones y tortura mental que conlleva son demasiados tóxicos para ser ignorados". Henry ejercía como entrenador del equipo de fútbol de Montreal.
Lopetegui desactivó las redes
Antes de verse envuelto en problemas y polémicas, otro entrenador de fútbol tomó una drástica decisión. Julen Lopetegui, recién llegado al banquillo del Real Madrid, decidió desactivar sus redes sociales tras compartir un comentario a su favor de una aficionada. "Muy grande nuestro míster Julen Lopetegui en la rueda de prensa de hoy. Y que pesados son algunos periodistas con las preguntas sobre Cristiano Ronaldo", es el mensaje que retuiteó Lopetegui y por el que puso fin a su actividad en las redes sociales.
Son algunos casos, pero hay otros que están avisados de la tensión y ansiedad que pueden generar los comentarios de los usuarios. En este proceso de aprendizaje y gestión está inmerso Juan Carlos Ferrero con Carlos Alcaraz. El entrenador no solo lo es en la cancha. Al joven tenista español, un talento precoz que viene de disfrutar del éxito de ganar en Madrid a Rafa Nadal, Djokovic y Zverev, se le ha visto con el teléfono móvil en la mano poco antes de salir a la pista. "La pelea con el teléfono móvil puedo decir que la he perdido hace mucho tiempo. Es muy joven y es muy difícil sacárselo de encima", reconoció Juan Carlos Ferrero, un entrenador que sí ha conseguido que Alcaraz sea más ordenado dentro y fuera de la pista y vigila la dependencia. Rafa Nadal es un veterano. Pero también ha estallado por la presión de las comparaciones con Carlos Alcaraz.
El último caso de ciberacoso es el de Diego Rico, futbolista de la Real Sociedad que ha emitido este martes un comunicado explicando lo mal que lo ha pasado y la denuncia presentada a las autoridades. "En los últimos meses he recibido difamaciones, ataques a mi persona, mi familia y mi entorno. Acoso, en definitiva, a través de diversas redes sociales. Nadie se merece ser acosado a través de cuentas falsas que se crean expresamente con el motivo de hacer daño. Muy agradecido a la Ertzaintza por el trato y comprensión por su parte", dice el lateral izquierdo del equipo donostiarra, que se vio obligado a dar de baja su cuenta de Twitter. No ha hecho público el acoso hasta el final de la temporada para que no afectara al equipo.
Hace menos de un mes, Paula Badosa disfrutaba y compartía en las redes sociales la felicidad de ser la segunda mejor tenista del mundo. La victoria contra la tunecina Ons Jabeur, en Stuttgart, era un momento histórico para la tenista española. Badosa, orgullosa del éxito y con humildad, publicó una fotografía en la que se la ve sonriente y soplando una vela con el número 2. Era la imagen de la deportista que alcanza la cima tras un duro trabajo de superación. Contenta y orgullosa publicó este mensaje: "Nunca un lunes había sentado tan bien. Feliz por el camino recorrido y superado. Ha costado mucho, pero al final todo valió la pena. Agradecida de estar viviendo mi sueño. Posdata: no suelo poner ránkings, pero este me hacía especial ilusión". Lo acompañaba con los hashtags #FelizLunes y #2delmundo.