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Kroos enseña a Arabia Saudí qué es el fútbol y la gula de Vinícius evoluciona al super Real Madrid
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Real Madrid 4-1 Barcelona

Kroos enseña a Arabia Saudí qué es el fútbol y la gula de Vinícius evoluciona al super Real Madrid

El alemán volvió al objetivo de la grada en la final, pero ningún pitido ensordece el espectáculo futbolístico del alemán. Vinícius, desatado, se exhibe como goleador. La plantilla del Barça queda señalada; la 'Xavineta', siniestrada

Foto: La plantilla del Real Madrid celebra el primer título de la temporada. (Reuters/Juan Medina)
La plantilla del Real Madrid celebra el primer título de la temporada. (Reuters/Juan Medina)

Toneladas de lingotes de oro después, Arabia Saudí vio buen fútbol. Los petrodólares no son solo una realidad para el deporte rey. Son, sencillamente, su mayor fuente de preocupación. A costa del contrato firmado por Luis Rubiales, la RFEF volvió a llevar a Riad la Supercopa de España, y el público nacional fue privado de una final del torneo que enfrentó al Real Madrid y FC Barcelona.

El Clásico parecía resuelto a los 10 minutos de partido, cuando Vinícius Jr ya había celebrado dos goles, el Barça tiró de orgullo (y del olfato goleador de Lewandowski) para poner algo de emoción al partido. Todo era un espejismo y el resultado final evidenció una apabullante victoria a favor de los madridistas (4-1). El Real Madrid salió reforzado de su viaje a Riad. Por el camino, se llevó un titánico partido, exhibiendo fondo de armario, ante el Atlético de Madrid.

En la final, demostró que, en la actualidad, es mucho mejor equipo que el Barcelona de Xavi Hernández, que se cae a pedazos. Por intensidad, por energía, por fondo de armario, por apuesta futbolística, por nivel del entrenador, por nivel de los jugadores, por ambición, por gestión... Un golpe sobre la mesa de Ancelotti que hunde a los blaugranas y señala al cuento del Girona como único rival en LaLiga, salvo autodemolición.

Lo mejor | La risa de Kroos

Toni Kroos fue uno de los nombres propios de la final de la Supercopa, y de la semana en sí. El futbolista alemán, después de su gran desempeño en la segunda mitad del derbi, recibió la titularidad ante el Barça. Como sucedió ante el Atlético de Madrid, cada vez que Kroos recibía la pelota, el Al-Awwal Stadium le dedicaba una sonora pitada.

¿A qué se debía este castigo? A unas declaraciones en las que el teutón negaba la opción del fútbol saudí como algo a valorar, asegurando que el único interés es monetario (¡sorpresa!) y señalando el conflicto de países como Arabia Saudí o Qatar con los derechos humanos (¡otra sorpresa!).

placeholder Kroos, otra exhibición. (Europa Press)
Kroos, otra exhibición. (Europa Press)

Tampoco le afectaron demasiado al mediocentro estos abucheos. A 10 minutos del final fue sustituido, otra vez pitos, y otra vez sonrisita sarcástica de Kroos después de un excelso encuentro. Es lo que tiene vestirse por los pies.

Si el fútbol que nace de sus botas es elegante, el alemán volvía a demostrar, y van unas cuantas, que su percha va más allá del césped. Como el escritor Sergio V. Jodar señaló: "Los niños quieren ser Messi o Cristiano, pero los adultos queremos ser Toni Kroos". Y este es el último ejemplo.

Lo bueno | El hambre voraz de Vini, el toque de Carlo

Que Vinícius ha pasado de ser un meme a una estrella absoluta del fútbol de élite ya no se le escapa a nadie. El jugador brasileño fue una centella y brilló en el vértigo de la carrera, donde solo los elegidos son capaces de pensar y ejecutar. Eso que siempre le faltaba, pensar cuál era la mejor jugada en cada momento, la capacidad de decidir la jugada correcta, empieza a ser costumbre para Vini.

Hambriento, e incluso goloso, el extremo fue el gran protagonista del partido con tres tantos: un mano a mano resuelto con regate a Iñaki Peña después de romper líneas; un remate a puerta vacía finalizando un contragolpe perfecto, y, finalmente, un penalti tirado con autoridad y jerarquía.

Foto: Vinícius y Bellingham posan con el trofeo. (Reuters/Juan Medina)

Pero Vini siempre quiere más. Él es así. Es incapaz de parar y serenarse. Se encaró con todos, discutió con árbitros, linieres, compañeros... casi consigo mismo. Esta actitud volvió a servirle a Carletto para, al más puro estilo paternal, afear algún detallito del brasileño ante la prensa: "A mí el tacón no me gusta. Lo ha hecho Vinícius y lo ha hecho Bellingham, solo le he dicho eso, no lo necesitábamos".

Vini, en un gesto que le honra, reconocería después que hay cosas que pulir en su entrega en el terreno de juego. "No soy un santo, a veces hablo demasiado y hago regates que no debo hacer, pero estoy aquí para mejorar, para dar ejemplo a los niños", reflexionó. Vini no será un santo, pero es el demonio que necesita el Madrid.

Lo normal | Qué pena no ver a Brahim

Otro nombre propio que sale reforzado de Arabia Saudí es Brahim. Cuesta creer que el nivel aportado por el jugón hispano marroquí no sea suficiente para ser titular indiscutible en el Real Madrid. ¿En qué equipos del mundo no lo sería? ¿En el Manchester City de Pep Guardiola, quizás? Al margen de hipótesis, la única realidad es que, cada vez que pisa el terreno de juego, Brahim ofrece espectáculo y rendimiento.

placeholder La celebración madridista. (EFE/EPA)
La celebración madridista. (EFE/EPA)

La pareja formada por Vinícius y Rodrygo es inamovible arriba, y los números respaldan a ambos, en gran estado de forma. Ni la exhibición ante el Atleti, con esa icónica carrera ganada ante Jan Oblak para poner el definitivo 5-3 en el marcador, sirvió a Brahim para tener demasiados minutos ante el Barça. El mediapunta llega a los meses cruciales de la temporada en un pico de forma altísimo, y con la Eurocopa a la vuelta de la esquina.

Lo malo | Lunin le gana la partida a Kepa

Quizás el único punto negativo de esta gira saudí del Real Madrid sea la imagen de Kepa Arrizabalaga. El portero, cedido por el Chelsea tras la grave lesión de rodilla de Thibaut Courtois, volvió al banquillo tras su horroroso partido ante el Atlético de Madrid.

Lunin, un guardameta que, indiscutiblemente, está en mejor forma que el español, dio imagen de seguridad y fiabilidad en la portería (poco que objetar en el golazo de Lewandowski). Por mucho que Carletto se empeñe, el guardián de los tres palos en la casa blanca tiene nacionalidad ucraniana. A la espera del regreso de su dueño legítimo.

Lo peor | Siniestro para la 'Xavineta'

Es difícil rescatar algo positivo del FC Barcelona. No se hundió tras los dos tantos iniciales del Madrid y logró reengancharse, por algunos minutos, al encuentro gracias a Lewandowski. Pero... la diferencia era abismal.

El planteamiento táctico que tantas veces le funcionó a Xavi Hernández cuando se ha medido a Ancelotti (una presión incesante en el centro del campo) salió rana y quienes cometieron los fallos defensivos fueron los futbolistas blaugranas. De los despistes de Araújo a los errores groseros de Koundé (y ya van unos cuantos), todo mal.

Foto: El técnico se quita la medalla de subcampeón. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

La defensa culé fue, básicamente, anticompetitiva. Y quedó la sensación de que el 4-1 que reflejó el marcador al finalizar el encuentro se había quedado corto. Muy corto. El rostro de circunstancia de Joan Laporta, hundido en el palco presidencial, exhibió la preocupación del mandatario. La Xavineta no está gripada, está siniestrada, pero esto no lo cubre el seguro. No hay ni mercado para fichar a un entrenador, ni demasiado dinero para gastarse en su ficha, ni, parece, proyecto a largo plazo. Es la hora de las decisiones.

Toneladas de lingotes de oro después, Arabia Saudí vio buen fútbol. Los petrodólares no son solo una realidad para el deporte rey. Son, sencillamente, su mayor fuente de preocupación. A costa del contrato firmado por Luis Rubiales, la RFEF volvió a llevar a Riad la Supercopa de España, y el público nacional fue privado de una final del torneo que enfrentó al Real Madrid y FC Barcelona.

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