La jugarreta de Rubiales a Florentino: le ocultó la comisión de Piqué por la Supercopa en Arabia

A diferencia del resto de clubes que han disputado el nuevo formato de Supercopa de España, que este año ha celebrado su quinta edición en Arabia Saudí —aunque la segunda tuvo que celebrarse en Sevilla por la pandemia—, a saber, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Valencia CF, Real Sociedad, Betis y Osasuna, solo el Real Madrid introdujo en los convenios firmados con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) un punto referido al llamado compliance.

De este modo, y aunque lo lógico es que todos los documentos fueran iguales, parece claro que fue por iniciativa del club que preside Florentino Pérez, muy celoso a la hora de ceder cualquier derecho del Real Madrid, y a buen seguro receloso al tener enfrente a Tomás González Cueto y al despedido Andreu Camps, los cerebros jurídicos de Luis Rubiales, el inhabilitado expresidente de la RFEF, quien decidió vender la Supercopa de España a los saudíes por motivos exclusivamente crematísticos.

Así, tal y como puede leerse en la estipulación decimoquinta del contrato que firmaron el mencionado Rubiales, por parte federativa, y José Ángel Sánchez, director general, y Manuel Redondo, director de Gabinete de Presidencia, por la del Real Madrid: "Ambas partes manifiestan, con relación a las transacciones previstas al amparo de este convenio, que se ha dado cumplimiento a las siguientes circunstancias:

a) Se han cumplido los estándares y procedimientos establecidos para combatir la corrupción y el soborno en sus respectivos códigos internos de conducta.

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b) No se ha violado lo dispuesto en relación con la corrupción y el soborno por el Código Penal.

c) No se han cometido, con relación a la otra parte o sus empleados, ninguna de las siguientes conductas: prometer, ofrecer o conceder un beneficio económico o de otra naturaleza, no justificado, con el fin de obtener o conseguir, por sí o por persona interpuesta, un trato de favor, una ventaja comercial, financiera o de cualquier naturaleza, así como conseguir o conservar un contrato u obtener otro beneficio irregular en la realización de sus actividades económicas, induciendo a la realización de un acto injusto o a la abstención de un acto que se debiera practicar en el ejercicio del cargo correspondiente como recompensa del ya realizado".

Y prosigue: "En tal sentido, las partes recíprocamente se garantizan:

1.- Que no existe acuerdo o contrato alguno por virtud del cual se haya pagado o haya que pagar, directa o indirectamente, alguna cantidad por la suscripción de este Convenio a algún directivo o empleado de la otra parte.

2.- Que no tienen conocimiento de ningún acuerdo o contrato por virtud del cual alguna suma o parte del precio pagado por cualquiera de las partes a un tercero, por ejemplo, una comisión u otro pago a un agente relacionado en las negociaciones, si los hubiere, se haya pagado a algún directivo empleado de ninguna de las partes.

3.- Que, si tuvieran conocimiento de alguna información concerniente a la existencia de alguno de estos pagos, informarán a la otra parte de forma inmediata de todos los detalles relacionados con los mismos".

Una comisión de 24 millones de euros

Pues bien, tal y como informó El Confidencial en abril de 2022, el inhabilitado y dimitido expresidente de la RFEF pactó con Gerard Piqué, entonces aun futbolista del FC Barcelona, el cobro de una comisión de 24 millones de euros por el traslado de la Supercopa de España a Arabia. Por más que Rubiales siempre haya negado que la RFEF pagara una comisión a la empresa de Piqué, leyendo el convenio que firmó con el Real Madrid, parece evidente que debería haberles informado.

El ahora exazulgrana no era empleado de la parte federativa, pero el hecho de que no solo hiciera gestiones para llevar la Supercopa a Arabia, sino que incluso participara en ella como jugador del FC Barcelona, atenta claramente contra todos los principios del cacareado compliance, el área que se encarga de identificar, asesorar, monitorear y alertar de los riesgos en que puede incurrir una empresa, pública o privada, para velar por el estricto cumplimiento de la legalidad.

Que Piqué hiciera gestiones para llevar la Supercopa a Arabia y participara en ella atenta contra todos los principios del 'compliance'

Documentos y audios a los que tuvo acceso este diario revelaron que Rubiales presionó a las autoridades de Riad para que abonaran al catalán dicha cantidad por disputar el torneo en ese país, aunque en todo momento trató de ocultar en el contrato la participación de Piqué en la competición. Cierto es que al Real Madrid no le sorprendió la comisión a Piqué, aunque evidentemente no les pareció ético ni estético, como dijo el exsecretario de Estado para el Deporte José Manuel Franco.

Los tejemanejes de Rubi y Geri

Sobre todo, después de conocer que, cuando en marzo de 2019 Rubi y Geri —como se llaman mutuamente en los audios que se intercambiaron— empezaron la búsqueda de un estadio que acogiera la nueva final-four de la Supercopa, el entonces presidente de la RFEF le informó de que iba a reunirse con el Real Madrid para plantearle la posibilidad de que los tres partidos se disputaran en el Santiago Bernabéu.

"Como el Madrid me va a decir que no, eso nos viene de puta madre para justificarnos de cara al futuro", comentó Rubiales a Piqué.

"Como el Madrid me va a decir que no, eso nos viene de puta madre para justificarnos de cara al futuro", llegó a comentarle Rubiales a Piqué

El expresidente también contó al accionista de la empresa Kosmos que el Madrid le había dicho que no contemplaba salir fuera de España por menos de 8 millones de euros. "Si es un tema de dinero, si ellos [el Real Madrid] por 8 irían, hostia tío, se paga 8 al Madrid y 8 al Barça... a los otros se les paga 2 y 1... son 19, y os quedáis la Federación 6 kilos, tío. Antes de no quedaros nada, os quedáis 6 kilos. Y apretamos a Arabia Saudí y a lo mejor le sacamos... le decimos que, si no, el Madrid no va... y le sacamos un palo más o dos palos más...", fue la respuesta de Piqué.

Rubiales envió al central del Barça un documento que le habían remitido los saudíes en el que ya se hablaba de comisiones. Las cifras no eran las que esperaba el presidente de la RFEF, pero el catalán le respondió que no se preocupara.

"Rubi, él [el representante de Arabia Saudí] se está refiriendo, no a que la comisión la paguéis vosotros. Así vosotros recibíais los 25 millones sin la comisión. Entonces, él lo que está diciendo es que no le apretemos tanto y que dentro de los 25 se incluya la comisión. ¿Entiendes?", explicó Piqué. Aun así, Rubiales incluyó una adenda en el contrato con Arabia para poder romperlo si Geri no cobraba.

Visto lo visto, y dejando la pregunta en el aire de por qué la RFEF no firmó el mismo convenio con todos los clubes, el colmo hubiera sido que el FC Barcelona —el equipo en el que aún militaba Piqué cuando la Supercopa de España se disputó por primera vez en Arabia— hubiera tenido un punto como el del Real Madrid referido al compliance.

Piqué cobra más del doble que Osasuna

Es lo último que le hubiera faltado al entonces presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, aunque mejor le iría al club catalán si hiciera las cosas como el que preside Florentino Pérez, a pesar de la jugarreta que le hizo Rubiales. "Esta Supercopa está hecha para que la jueguen Madrid y Barça, nosotros venimos aquí porque es nuestra profesión", se quejaron los jugadores de Osasuna tras su derrota de este jueves ante el Barça, de nuevo con polémica arbitral.

El club navarro, al que se le ha faltado al respeto al decir que los otros tres participantes habían renunciado a 200.000 euros cada uno para que pudiera cobrar más, tenía complicada su andadura en una competición en la que, incluso de haberla ganado, no habría ingresado más dinero del que se lleva Piqué, quien, por cierto, ha estado estos días en Arabia, donde se reencontró con Joan Laporta. "¡Hombre, presi, haber avisado!", le dijo el exjugador tras encontrarse en un restaurante.