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El Valencia envía a la grada a un canterano de 15 años por no querer renovar
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El Valencia envía a la grada a un canterano de 15 años por no querer renovar

La versión oficial del club es que es decisión del entrenador, mientras que fuentes de Mestalla justifican que es una situación habitual en el sector. Expertos señalan los peligros de estas prácticas para la salud mental de los niños

Foto: Rubén Baraja, técnico del primer equipo, durante una rueda de prensa. (EFE/Biel Aliño)
Rubén Baraja, técnico del primer equipo, durante una rueda de prensa. (EFE/Biel Aliño)

"Es una práctica común. Yo no lo haría, pero lo hacen todos los clubes, que piensan: 'Si yo no voy a tener a este jugador el año que viene, ¿por qué voy a promocionarlo?". Las palabras son del encargado de la cantera de uno de los clubes más importantes de España. Y se refiere al último ejemplo: el Valencia CF ha enviado a la grada un jugador de 15 años, del Cadete A, que era titular y segundo capitán, por negarse a aceptar la oferta de renovación.

En la sociedad de Mestalla, en un primer instante, lo niegan: "Es una decisión técnica del entrenador (Vicent Amposta), que prefiere contar con otros chavales. La plantilla es amplia", dice un representante de la ciudad deportiva de Paterna, pero después lo reconoce implícitamente: "Nosotros trabajamos siempre para la temporada que viene y, si un jugador no va a estar, mejor que juegue el que se va a quedar".

La edad es muy importante en este tipo de situaciones. Antes de cumplir los 16 años, los jugadores son totalmente libres para cambiar de equipo. El pez grande se come al pequeño. El Barça y el Madrid, especialmente, son una amenaza para los demás conjuntos, de la misma manera que los más poderosos de Europa son una amenaza para los dos gigantes españoles.

"Es algo que el niño no va a entender y le va a generar una frustración"

Si el niño se va antes de los 16, el club de origen solo recibirá una compensación en concepto de derechos de solidaridad o de formación si el chico, posteriormente y desde su nuevo club, es traspasado a una entidad extranjera antes de los 25 años. A partir de los 16, el contrato ya es laboral y se impondrá una cláusula de rescisión. El adolescente del Valencia CF, que ha recibido ofertas de los principales equipos de la LaLiga, se pasará ahora siete meses en la grada por no dar el visto bueno a la propuesta valencianista.

"Es algo que el niño no va a entender y le va a generar una frustración", interviene José Carrascosa, psicólogo deportivo, director de la empresa Saber Competir (equipo de psicólogos del fútbol profesional), con una extensa trayectoria en conjuntos de Primera División. "Desde el punto de vista del desarrollo integral del chico o de la chica, no tiene sentido. Ninguna lógica. Desde el punto de vista comercial, puede que sí".

placeholder Foto: EFE/Alejandro Prieto.
Foto: EFE/Alejandro Prieto.

"Y que la práctica esté extendida", añade Carrascosa, "no lo justifica. Antes era una práctica extendida poner a los niños de rodillas y cara a la pared en los colegios". En efecto, hay prácticas en el mundo del deporte que siguen atentando contra los derechos del menor, cosa que ya no sucede o mucho menos en Educación.

Carrascosa apunta un fenómeno que se está extendiendo en los últimos años en el fútbol profesional. "El mercado ha enloquecido y se paga muchísimo por los jóvenes. Al futbolista joven se le ha empoderado. Pero salir de un club a otro a los 15 años y dejarlo todo, lejos de su contexto más próximo, entraña muchos riesgos. Tenemos los testimonios de los triunfadores, pero no de los juguetes rotos".

A los representantes les interesa mover al niño en el mercado

Y aquí entran en acción los representantes, a quienes les interesa mover al niño y, muchas veces, no son parados por los padres. Pocos se resisten a la expectativa de firmar un suculento contrato: 150.000 euros en tres años es un salario medio para un chico que destaca en esas categorías.

"Lo que más me duele es que se instrumentaliza mucho a los niños y, a veces, desde el ámbito más cercano", aporta Iñaki Alonso, director de una consultoría en el ámbito de la prevención de la violencia en el deporte. "Es un mundo mercantil y en ese tránsito de niño a deportista y a futbolista, se pierde cada vez más la condición de niño y se gana en la de futbolista. Se pierde la esencia del niño. Ahora que se habla tanto de la salud mental, habría que saber qué es el bienestar del deportista".

Alonso aboga por que, llegados estos casos tan difíciles de gestionar para los niños, si deciden marcharse de un club lo planteen abiertamente y el club responda con la misma seriedad: respetando la decisión del chico. En caso contrario, puede afectar a la salud mental del chaval.

"Es una práctica común. Yo no lo haría, pero lo hacen todos los clubes, que piensan: 'Si yo no voy a tener a este jugador el año que viene, ¿por qué voy a promocionarlo?". Las palabras son del encargado de la cantera de uno de los clubes más importantes de España. Y se refiere al último ejemplo: el Valencia CF ha enviado a la grada un jugador de 15 años, del Cadete A, que era titular y segundo capitán, por negarse a aceptar la oferta de renovación.

Peter Lim
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