Por qué Aitana Bonmatí arrebatará el Balón de Oro a Alexia Putellas y reinará en el fútbol

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Aitana Bonmatí ya puede tocar con la yema de los dedos el próximo Balón de Oro. La centrocampista española, flamante campeona del Mundial de Nueva Zelanda y Australia, reúne todos los requisitos para levantar el trofeo individual más valioso en el fútbol. El cerebro de la Selección española demostró el liderazgo y el talento necesario para sustituir a Alexia Putellas tras la grave lesión que esta sufrió y que, de paso, dejó tanto al FC Barcelona como a España sin su mayor argumento competitivo individual.

Ahora Aitana Bonmatí es la gran favorita para recoger el testigo de su compañera y ascender a la cima del fútbol mundial. A sus 25 años, la española alcanzó la madurez futbolística total. Aitana Bonmatí logró el triplete con el FC Barcelona: Champions League, Liga y Supercopa de España. La grave lesión del ligamento anterior cruzado de Alexia Putellas hizo que la actual ganadora del Balón de Oro y el The Best estuviese en el dique seco 10 meses.

Fue entonces cuando Aitana Bonmatí dio un paso al frente y la sustituyó a la perfección, al erigirse como el motor del Barça y de la Selección española. Autora de los dos primeros goles azulgranas y MVP de la Supercopa de España, Aitana disparó la pasada temporada sus registros goleadores, en una posición con más llegada, despliegue y gol. La catalana logró 19 dianas y 21 asistencias con el Barça y fue la futbolista con más incidencia en el gol, seguida de Oshoala, con 33 (27 tantos y seis asistencias).

La temporada pasada también estuvo marcada por el poco espacio en las vitrinas que le queda a Aitana Bonmatí. La centrocampista catalana fue elegida como la mejor jugadora de la Champions League que el Barça ganó al Wolfsburgo e incluida en el once inicial de la competición de la que también fue campeona. También sumó a su palmarés individual el título de mejor jugadora del Mundial, donde selló el oro en una final apoteósica frente a Inglaterra. Además, en agosto fue reconocida con el premio a mejor jugadora de la temporada 2022-23 por la UEFA y la ESM.

"Estoy en shock. No se puede pedir nada más, a nivel deportivo no se puede pedir nada más. Ha sido un año excepcional", explicó emocionada Aitana Bonmatí en la final del Mundial, tras tumbar a Inglaterra. "Quién me lo hubiera dicho cuando tenía 13 o 14 años y jugaba con los niños en el Rivas o en el Cubelles, cuando estaba en las categorías inferiores del Barça, donde aún no existía el fútbol femenino profesional", añadió Bonmatí.

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El motín que agrietó el vestuario

Además, Aitana recordó a quienes le impulsaron a seguir persiguiendo sus sueños: "Quería agradecer a todas las personas que han hecho camino, porque nosotras hoy levantamos aquí la copa, pero hay mucha gente que se lo ha dejado todo en el camino, que no ha tenido las mismas oportunidades y todas hemos roto barreras para un futuro espectacular", zanjó la jugadora sobre el fútbol femenino. Entre esas personas que no levantaron la Copa del Mundo, están Mapi León, Patri Guijarro, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Nerea Eizagirre y Amaiur Sarriegi. Tres de ellas, compañeras de Aitana Bonmatí en el Barça.

En otras palabras, y conforme se acercaba el Mundial, el motín de las 15 jugadoras que se rebelaron contra el seleccionador y director deportivo, Jorge Vilda, se fue reduciendo hasta quedarse en tan solo siete futbolistas. Luis Rubiales blindó al técnico, ahora seleccionador de Marruecos, y se mostró firme en su deseo de llegar a la gran cita con el madrileño en el banquillo. Las jugadoras empezaron a cambiar de opinión y relajaron las exigencias, con lo que el vestuario de la Selección española se agrietó. Por su parte, Jenni Hermoso, Irene Paredes y Alexia Putellas no enviaron el correo y volvieron también a la convocatoria.

En juego no solo estaba la cita más crucial en la carrera de un futbolista, también había un componente económico muy claro, desde los premios por participar hasta el efecto colateral de los patrocinadores. En el Mundial de fútbol femenino más rentable de la historia, con mayor asistencia y más seguido, las jugadoras se embolsaron 30.000 dólares por participar y 270.000 por ser campeonas del mundo.

"Fue muy difícil. Te pierdes partidos, dinero, patrocinadores, todo. Te matan en la prensa. Pero yo quería participar. Sentía que la Federación Española de Fútbol tenía que invertir más en nosotras. Había que hacer ciertos cambios si queríamos ganar grandes torneos, que es lo que queremos hacer, si no, ¿para qué?", reveló la propia Aitana Bonmatí en The Players Tribune.

"Durante la temporada —y solo puedo hablar por mí— mantuve algunas reuniones con la Federación. Ambas partes estuvimos de acuerdo y aceptamos que algunas cosas tenían que cambiar para que yo pudiera volver. En ese momento, tenía la esperanza de que la Federación nos diera el respaldo que merecíamos. Así que, al final, decidí jugar este Mundial", remarcó la jugadora.

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"Era un momento difícil para nosotras porque no queríamos estar con la selección. Actuamos como nos sentimos en ese momento. Sentíamos que cada vez que nos llamaba la selección, en vez de disfrutar, sufríamos. Queríamos un trato igual de profesional que en el club. La diferencia era muy grande. Y tomamos la decisión de no ir, a ver si se daban algunos cambios", desvelaría la jugadora catalana tras el Mundial en Salvados.

La decisión posterior de la mayoría de jugadoras de volver a la selección para participar en el Mundial también tiene una lógica que la de Sant Pere de Ribes expuso: "Volver no fue una decisión fácil. Sí que habíamos tenido alguna reunión individual con la Federación y nos prometieron cambios. Algunos se hicieron para y durante el Mundial, otros no".

Con Luis Rubiales, Jorge Vilda y el cerebro en la sombra, Andreu Camps, ya fuera de Real Federación Española tras el beso a Jennifer Hermoso del expresidente e involucrados en un largo capítulo judicial, la Selección continúa su camino hacia la profesionalización y la reestructuración del fútbol femenino español. Aitana Bonmatí es una de las nuevas capitanas de España.

Por ello, espera que la mejora siga su curso: "Espero que así sea porque ha habido un compromiso y ha intervenido el CSD, ya no estamos hablando solo de jugadoras y Federación. Me gustaría pensar que todo lo que se habló pasará, pero si nos hemos plantado dos veces, por qué no una tercera... Siempre es una opción", remató en Salvados. El Balón de Oro servirá para dar otro paso al frente e impulsar su importancia.