Ayer este fútbol era invisible, hoy es un negocio: "Habrá cámaras con IA en cada campo"

Durante el día, Fermín Díaz trabaja como dependiente en El Corte Inglés de Goya (Madrid). Pero cuando acaba su jornada, se quita la americana y la corbata verde para enfundarse su otra ropa de faena: la camiseta del Club Deportivo Badajoz.

"¡Buenas, buenas! Blanquinegros, blanquinegras", arranca con su ya habitual fórmula. "¡Bienvenidos a Informe Fermini!"

El nombre de su espacio es un guiño a Informe Maldini, el veterano programa (se emite desde 2006) de Julio Maldonado alias Maldini, el experto en fútbol internacional más conocido de España. Aunque dista un mundo entre ambos formatos —uno se emite en Movistar Plus+ desde hace unos años y el otro lo autoproduce el propio Fermín con su tablet desde casa—, los paralelismos no acaban en la alopecia de ambos presentadores. Si el Maldini original se ufana de ver partidos de un equipo uzbeko, Fermini hace lo propio con los rivales del Badajoz. "Cuando le digo a mi hijo que estaba viendo un partido del Panadería Pulido no se lo cree", explica a El Confidencial.

Lo que empezó siendo un pasatiempo auspiciado por su familia se ha acabado convirtiendo en el canal de referencia para seguir la actualidad en internet del equipo pacense, que actualmente brega en 2ª RFEF, cuarta categoría del fútbol nacional. Hasta hace unos años, la luz de la televisión no llegaba a estas divisiones e incluso los miles de aficionados de equipos tan históricos como el Hércules, con sus 20 temporadas en Primera División, se veían privados de poder seguir sus andanzas por algunos campos.

Sin embargo, esta opacidad se ha roto recientemente gracias a la llegada de nuevos actores, que han visto en el fútbol modesto y olvidado por las grandes plataformas un nicho de potenciales suscriptores.Fermín calcula que, la temporada pasada, pudo ver alrededor de 1.000 partidos: "Todos los partidos del grupo del Badajoz, unas 30 jornadas completas del otro grupo y unos 260 partidos de 2ª RFEF".

Aficionados huérfanos de retransmisiones

Para la prensa deportiva, España es un país dividido entre culés, indios y merengues. Sin embargo, solo hay que echar un vistazo a todas esas ciudades importantes, capitales de provincia o pueblos grandes cuyos equipos están continuamente sumidos en el pozo de las categorías inferiores para revelar que hay cientos de miles de personas huérfanas de un canal donde ver a su equipo del alma.

Los pioneros de este modelo de negocio fueron los creadores de la startup sevillana Footters, que supo adelantarse y colocarse, de facto, como la televisión oficial de 2ª B y 3ª División hace más de cinco años. El proyecto acabó por naufragar cuando Luis Rubiales decidió transformar la tercera categoría del fútbol español en la 1ª RFEF para dotarla de una mayor profesionalidad y, de paso, poder obtener más dinero vendiendo los derechos. Así, una competición que hasta entonces solo interesaba a algunas cadenas autonómicas y a ellos pasó a ser el escenario de una serie de litigios entre productoras y fondos de inversión para ver quién se quedaba con los derechos.

Pero incluso este tipo de servicios, conocidos como OTT, tenían un límite. Para instalar una cámara en un estadio y retransmitir el partido tenía que ser medianamente rentable. Eso hacía complicado emitir cualquier cosa por debajo de la categoría de bronce.

José Sánchez, uno de los fundadores de la citada empresa sevillana, ha seguido en su empeño de convertir el fútbol más modesto en un negocio rentable y el año pasado creó una nueva compañía, Football Club, que ahora se está extendiendo como una mancha de aceite justo por debajo: en 2ª RFEF y categorías inferiores como juvenil, cadete o alevín. "Yo lo que quiero es poder ver los partidos de mis hijos", dice Sánchez a El Confidencial sobre las intenciones de su nueva criatura.

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La idea de Football Club es ayudarse de la inteligencia artificial para reducir al máximo los costes de retransmisión de un partido. "Poner una cámara para un partido te cuesta entre 300 y 500 euros, y hay partidos que como mucho tienen 20 pinchazos", indica. "Buscamos una forma de bajar todos los costes a nivel de producción y que la gente entienda que esa forma es la única que puede haber".

Se apoyan en una empresa estadounidense, Hudl, que también comenzó siendo una startup de Nebraska enfocada en grabar partidos de fútbol americano, pero se ha convertido en un referente mundial en las herramientas para analistas de datos. En 2021 lanzaron un nuevo producto: la cámara inteligente para deportes de exterior. Inicialmente estaba pensada para otros fines, como analizar entrenamientos de equipos profesionales, hasta que Sánchez y compañía pensaron en aplicarla a aquellos terrenos de juego donde una cámara de televisión rara vez entraría.

Del cielo al pozo, ¿y ahora qué?

Solo este tipo de equipos-ascensor saben lo que es disfrutar de los beneficios (económicos y de imagen) de estar en 2ª División y de repente, un par de años más tarde, vértelas contra un recién ascendido de 3ª RFEF en un estadio sin gradas. Es justo lo que le ha pasado a la UD Logroñés —uno de los dos equipos de la capital riojana, el otro es la SD Logroñés, que nacieron para suplir el vacío del CD Logroñés, desaparecido en 2009— que, tras un periplo por las categorías de plata y bronce, ha acabado también en la cuarta división nacional. Con el oprobio de verse superado por su equipo gemelo y sin los parabienes televisivos.

"Hemos estado en Segunda División, en 1ª RFEF y ahora en 2ª RFEF", explica José Andrés, responsable de Comunicación del equipo. Antes, con otros presupuestos, podían permitirse también más personal para diversas funciones. "Ahora, pues... hay que hacer de todo", resume.

Por eso, cuando vieron la oportunidad de instalar una cámara inteligente en Las Gaunas, no lo dudaron. "Creo que de nuestro grupo ya se pueden ver todos los partidos en la plataforma", explica José Andrés. Según datos de la empresa, ya tienen a 50 de los 90 equipos de la categoría. Los más reacios a acceder son los filiales de equipos como el Athletic de Bilbao, el Real Zaragoza o la Real Sociedad, que suelen emitir los partidos de sus equipos inferiores en sus propios canales. "La alternativa a esto habría sido negociar determinados partidos con televisiones locales, en nuestro caso La 7 y TVR, si les hubiera interesado, pero surgió esta propuesta y al equipo le pareció mucho mejor".

Básicamente, el acuerdo conlleva una cesión de la cámara y un reparto de los beneficios generados por las suscripciones, por lo que, en principio, es un win-win para ambos. Fuentes del sector estiman en unos 150 suscriptores el mínimo como para que ambas partes puedan darse por satisfechas, aunque los equipos grandes como Hércules, Badajoz o Numancia podrían estar ya triplicando esa cifra.

"No hay tanta diferencia entre los equipos de 1ª RFEF y un club de barrio"

"La gente piensa que en 1ª RFEF o 2ª RFEF hay mucho dinero y te das cuenta de todo lo que hay de voluntariado en estos clubes, no hay tanta diferencia entre estos equipos y un club de barrio", dice Sánchez. "El aficionado a veces espera de su equipo cosas de un equipo de La Liga o de Segunda División y no se da cuenta de la realidad de su estadio, que lo mismo el tío que está pintando las líneas del campo no cobra".

Su idea con este tipo de retransmisiones low cost es no solo ofrecer visibilidad al equipo, sino una nueva fuente de ingresos donde antes era absolutamente imposible. Los equipos pequeños capaces de generar algo de revenue lo hacen "básicamente por la cantera, esos padres que pagan 200 euros al año y luego 35 al mes por tener a los niños apuntados", dice Sánchez, "para algunos equipos no supondrá mucho ingreso, pero ya es un ingreso, y de hecho algún club me ha dicho que con los 150 euros que han obtenido por esta vía ya les ha dado para pagar los bocadillos del equipo".

Son cantidades sorprendentes para estar hablando de fútbol, ya que estamos acostumbrados a manejar los millones de euros como divisa, pero no olvidemos que todos los futbolistas en España arrancan sus carreras sosteniendo esos bocadillos imposibles de masticar bajo una uralita en campos de albero o césped artificial multideporte. El propósito de estos sevillanos es que, en un futuro próximo, cualquiera pueda visionarlo, ya sea en directo o con un servicio de vídeo a demanda.

"Nuestra idea es poder colocar una cámara en cada campo de España", sentencia el CEO. "Pero hay que ver qué funciona mejor con cada club, en muchos casos no es tanto el directo como el VOD, porque el padre que ha ido a ver a su hijo al campo quiere tener luego el partido para verlo, o el que ha metido un gol quiere enseñarlo a la familia en la comida de Navidad".

Ahora, todo ese fútbol que inundaba los barrios y pueblos del país ha pasado a ser monetizable y a su alrededor se está construyendo una modesta industria audiovisual con rostros como el de Fermín Díaz. Eso sí, si su cuerpo es capaz de resistir otra temporada de cientos de partidos de calidad cuestionable, que solo toleramos cuando el que juega es nuestro equipo: "Ayer estuve viendo un CD Atlético Paso-Illescas, y madre mía", resopla Fermín, "¡me tendrían que haber indemnizado!".