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El fenómeno Maldini: cómo un chaval de Leganés se convirtió en experto en fútbol internacional
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Un absoluto loco del balompié

El fenómeno Maldini: cómo un chaval de Leganés se convirtió en experto en fútbol internacional

Con 14 años, empezó a grabar partidos de fútbol. Luego estableció una red de intercambio con extranjeros y abasteció un archivo que cuenta con más de 200.000 encuentros

Foto: El periodista Julio Maldonado, más conocido como 'Maldini', posa con su perra Wendy en su domicilio. (Sergio Beleña)
El periodista Julio Maldonado, más conocido como 'Maldini', posa con su perra Wendy en su domicilio. (Sergio Beleña)

Identificar la casa de Julio Maldonado 'Maldini' (Leganés, Madrid, 1967) es fácil. Basta con dar una vuelta por el barrio para percatarse de que su tejado es el más parecido al Área 51. Está lleno de antenas para nutrir ese archivo de partidos que construye desde 1981. "Debe haber entre 200.000 y 250.000", confiesa a El Confidencial. Un chaval de Leganés, loco por el fútbol, que hizo de su locura su trabajo. Y que con el tiempo se convirtió en el mayor experto en fútbol internacional de este país. Así se inició el fenómeno Maldini.

1974. A sus siete años, el pequeño Julio aún no era un loco del fútbol. Cuando su abuelo quería ver tranquilo los partidos del Mundial, él le pedía que pusiera los dibujos animados. "Me horrorizaba pensar que le había dicho eso mi abuelo", comenta entre risas. Aquello no volvió a suceder.

1981. Solo había una televisión en España, TVE, y dos canales, La 1 y La 2. En aquella época, se emitía un partido de Liga a la semana y alguno de la Copa de Europa. A sus 14 años, Maldini adquirió su primer vídeo para grabar partidos. En 1982, se compró un segundo VHS para hacer copias e intercambiarlos. Sí, como los cromos en el colegio. La diferencia es que el intercambio no lo hacía con amigos, sino con desconocidos.

placeholder Antenas en la fachada del domicilio de Maldini. (Sergio Beleña)
Antenas en la fachada del domicilio de Maldini. (Sergio Beleña)

"Yo quería conocer más allá de lo accesible, que en ese momento era el fútbol español. La única forma que tenía era contactando con extranjeros", explica Maldini. Así estableció una red de intercambio de partidos tras publicar anuncios en las revistas 'Onze Mondial' y 'World Soccer'. Los miembros de ese clan eran gente variada, desde el presidente del Banco de Uruguay a un camarero serbio afincado en Londres.

"Me respondió mucha gente a los anuncios que puse y les contesté a todos. Creé esa red de gente que eran afines a mí, no gurús. Luego los conocí a todos personalmente". Ahora no tiene contacto con ninguno, pero aquello fue el inicio de su archivo. De todos ellos, ninguno se dedicó al periodismo. "Eran solo aficionados. Además, eran mayores que yo y tenían sus trabajos".

El primer encuentro que grabó Maldini data de 1981. Sin embargo, sus recuerdos se van a 1982. "Grabé algo antes, pero el primero del que me acuerdo fue un amistoso que jugaron España y Escocia (3-0)". Aquel año, Julio ya había hecho contactos en Inglaterra e Irlanda del Norte, dos equipos a los que se enfrentó la Selección Española en el Mundial. "Cada vez que me llegaba un paquete, devoraba los partidos".

placeholder Algunas cintas VHS que aún conversa Maldini en su casa. (Sergio Beleña)
Algunas cintas VHS que aún conversa Maldini en su casa. (Sergio Beleña)

Aquella red que Maldini estableció fue clave para conseguir partidos históricos, especialmente de los 60, 70 y 80, gracias a las colecciones de sus conocidos. ¿Eran mejores que las suyas? "No lo creo, porque la mía es producto de mi trabajo. Yo he coleccionado partidos actuales desde hace 20 años. Creo que ellos se dedicaban a conseguir partidos históricos o concretos de algunas épocas. Sinceramente, no creo que haya una colección como la mía en el mundo".

Alfredo Relaño, descubridor de Maldini y exdirector de 'As', discrepa con Julio en conversación con este diario: "Maldini me dijo que creía que sólo uno tenía mejor colección que la suya, un médico de Chicago". El doctor en cuestión responde al nombre de Ed Schauerte, fallecido en 2019.

El Maldini americano

Uno de sus hijos, Michael Schauerte, habla en El Confidencial de la colección de su padre. "No estoy seguro de que la colección aún exista, porque en sus últimos 20 años de vida cambió el fútbol por el rugby (debe ser que el balompié se hizo demasiado popular para su gusto en Estados Unidos). Espero que la colección siga en algún sitio, pero es difícil porque el sótano de nuestra casa se inundó varias veces. Probablemente, se perdió o se tiró con el cambio al rugby". El doctor era otro loco del fútbol que llevó a sus hijos a Inglaterra en 1978 para que vieran por televisión el Mundial.

Schauerte instaló una antena parabólica en el patio trasero de su casa para grabar partidos de todo el mundo. Al igual que Maldini, no intercambió partidos con una sola persona. "Mantuvo correspondencia con al menos media docena de personas, la mayoría europeos. No sé cuántos partidos grabó, pero lo hacía constantemente". El trueque no siempre fue de partidos, la música también entró en escena. "Había un tipo en Bolonia cuya pasión por la música country era la misma que la de mi padre por el fútbol. Mi padre grababa ese tipo de música para cambiarla por partidos. Muchas veces, cuando estaba viendo la tele, me interrumpía para grabar 'The Grand Ole Opry' (programa estadounidense sobre música country)".

placeholder Maldini nos enseña su archivo de partidos. (Sergio Beleña)
Maldini nos enseña su archivo de partidos. (Sergio Beleña)

Algunos de los miembros de la red que estableció se conocieron entre ellos, aunque Maldini no fue el nexo. Al principio, Julio contactaba con gente que grababa partidos sin ánimo de desarrollar un colección. Luego, fueron auténticos coleccionistas las personas con las que intercambió las cintas. "Se conocían entre ellos segurísimo. Por ejemplo, si aparecía una final histórica, en un mes la teníamos todos. Eso es porque la iban intercambiando. Por eso hemos conseguidos prácticamente todos los partidos importantes desde los 60".

1983. La red ya estaba establecida y funcionaba a las mil maravillas. Las cintas llenaban el piso de los Maldonado-García en Leganés. ¿Servía para algo a nivel profesional todo esta locura? "Yo quería dedicarme al fútbol, pero profesionalmente era imposible. No obstante, yo sabía que mi vida tenía que estar dedicada a esto y había opciones. Una de ellas era el periodismo deportivo, que me apasionaba. Cuando yo comento un partido, disfruto tanto como si lo estuviera jugando. Por eso desde los 16 años tuve claro que quería ser periodista deportivo".

1985. Maldini se matricula en Periodismo en la Universidad Complutense. Mientras tanto, la colección va en aumento. Hasta ese momento, no había colaborado en ningún medio. Su debut, que fue tardío, llegó más por voluntad que por fortuna un lustro más tarde.

placeholder Varios ejemplares de 'El Gráfico' en la hemeroteca de Maldini, donde también están 'Don Balón' o 'France Football. (Sergio Beleña)
Varios ejemplares de 'El Gráfico' en la hemeroteca de Maldini, donde también están 'Don Balón' o 'France Football. (Sergio Beleña)

1988. Todavía no había televisiones privadas en España cuando Maldini le escribió una carta a José Ángel de la Casa, jefe de Deportes de TVE. En ella, redactó con detalle su lista de partidos para ver si era posible intercambiarlos. En un giro del destino, aquella carta acabó en las manos de Alfredo Relaño, director de Deportes de 'El País'.

De la Casa le entregó la carta a Relaño porque pensó que le sería de interés. Cuando vio aquella lista, Alfredo llamó a casa de los Maldonado-García. Así lo cuenta: "Se puso la madre y me preguntó si quería hablar con el padre o con el hijo. En cuanto le mencioné la colección, llamó a Maldini. Le dije que era un simple principiante a su lado y quedamos en conocernos personalmente. Me chocó la voz tan aflautada que tenía".

Habla Maldini: "Mandé la carta pensando que De la Casa tendría partidos históricos y no tenía ninguno". Aquello, sin embargo, le permitió conocer a Relaño y que lo conocieran a él. "Aunque no hubiera mandado esa carta, la pasión hubiera salido por algún lado".

placeholder Maldini nos enseña el primer artículo publicado en 'El Gráfico' sobre Maradona, firmado por el propio Diego. (Sergio Beleña)
Maldini nos enseña el primer artículo publicado en 'El Gráfico' sobre Maradona, firmado por el propio Diego. (Sergio Beleña)

El refrán dice que de tal palo, tal astilla. Y se cumple en el caso de los Maldonado. El padre de Maldini también era coleccionista, aunque en este caso de discos. Quizá de ahí nació el interés de su hijo por almacenar tantos partidos. "Pensé que sería un coleccionista, un buen aficionado, no un periodista. Además, creía que tenía una cierta edad por todos los partidos que tenía. Y que sería propietario de un tienda de electrodomésticos por el dinero que representaban tantas cintas", relata Relaño.

Uno de sus mejores amigos y excompañero de piso, Antoni Daimiel, se percató con rapidez de las similitudes entre el padre y el hijo. Así lo relata en El Confidencial: "Cuando visité la casa de sus padres en Leganés, vi algo raro. Siempre nos atendía la madre". Parecía que el padre no estaba, pero luego siempre aparecía. "Él hacía la misma vida que su hijo: encerrarse en su habitación y dedicarle tiempo a lo que le gustaba. En este caso, a escuchar música".

Relaño emplazó a Maldini en su casa para conocerse personalmente. Allí charlaron de todo: sus estudios de Periodismo, la red de intercambio… "Me creó una obsesión que pudiera tener tantas cintas", relata Alfredo. Pocos días después de conocerse, cenó con un amigo suyo, profesor de Julio. En esa cena, le enseñó un examen de Maldonado. Además de un loco por el fútbol, también era buen estudiante.

placeholder Portada especial que el 'As' le entregó a Maldini cuando se casó con su mujer, la exatleta Maite Zúñiga. (Sergio Beleña)
Portada especial que el 'As' le entregó a Maldini cuando se casó con su mujer, la exatleta Maite Zúñiga. (Sergio Beleña)

El siguiente paso en la relación entre Relaño y Maldini fue conocer la colección. En la primera visita a la casa de los Maldonado-García, también estuvo presente José Antonio Sánchez Araujo, 'El Maestro'. "Viajé a Madrid para retransmitir un partido y Relaño me recogió en el aeropuerto. Me dijo que iríamos a casa de un chaval en Leganés (Maldini) y me lo presento diciéndome que estaba ante un gran periodista. Conocí todos esos vídeos y el mundo tan desconocido en el que se había adentrado", cuenta Araujo a este periódico.

"Maldini tenía cintas hasta debajo de la cama de sus padres, en los altillos… Estaban por todos lados, como esas personas que tienen muchos libros en una habitación”, explica Relaño. Julio, hijo único, todavía vivía en un modesto piso de Leganés junto a sus progenitores. Habla Maldini: "Aquello creció demasiado y no había apenas espacio. Cuando me independicé, las llevé todas a mi casa".

Relaño se quedó fascinado con la colección. Y prendado del chaval. Desde entonces tuvo claro que tenían que trabajar juntos. Sin embargo, tardaron dos años en coincidir en una redacción. Alfredo lo intentó fichar para la SER cuando él era el director de Deportes, pero uno de los directivos se opuso por la voz aflautada de Maldini. "En la SER siempre ha habido tipos, como hasta hace nada García Egea en el PP, que se hacen con el control y tocan los huevos por tocarlos. Quería ficharlo como comentarista de fútbol internacional, porque esa figura no existía".

placeholder Julio Maldonado posa para El Confidencial en el despacho de su casa. (Sergio Beleña)
Julio Maldonado posa para El Confidencial en el despacho de su casa. (Sergio Beleña)

La afición de Maldini y Relaño por el fútbol los mantuvo unidos entre 1988 y 1990, cuando por fin trabajaron juntos. "Quedábamos para ver partidos y nos lo pasábamos muy bien juntos", cuenta Alfredo. En esas reuniones, tenían un acompañante de lujo, Jorge Valdano. "Relaño me llamaba para ver si me habían llegado los partidos. Era la época del Milan de Sacchi y no se veía nada en España. Desde que me enviaban la cinta hasta que llegaba a casa, pasaba una semana", aclara Maldini.

1990. Aparecen las primeras televisiones privadas, Telecinco y Antena, ambas en abierto. Por su parte, PRISA tenía otros planes: crear la primera cadena de pago en España, Canal+. A Relaño, que ya había trabajado en 'El País' y en la SER, se le encomendó la dirección de Deportes de esta nueva cadena. Aquello supuso el debut de periodistas reconocidos en la actualidad como Nico Abad, Daimiel o Maldini, al que fichó de inmediato. "Me contrataron sin saber realmente qué iba a hacer", explica Julio.

Maldini tuvo plenos poderes en la parcela del fútbol internacional en su llegada a Canal+. "Él sabía muchísimo", dice Relaño. Sin embargo, no fue lo único a lo que se dedicó. Julio trabajó también en 'El Día Después'. A los redactores de ese programa, Alfredo los apodó 'Los Panaderos'. "Trabajaban toda la noche para que las imágenes estuvieran listas por la mañana. Se iban a dormir a las nueve de la mañana".

placeholder Julen Lopetegui, junto a Luis Suárez Miramontes, exseleccionador español al que ayudó Maldini. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Julen Lopetegui, junto a Luis Suárez Miramontes, exseleccionador español al que ayudó Maldini. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Los derechos de las imágenes apenas estaban regulados en esa época, así que el archivo de Maldini fue de gran utilidad para Canal+. Así lo explica Relaño: "De vez en cuando poníamos goles en los programas y utilizábamos sus partidos". Luego esa práctica la repitió en el difunto programa 'Fiebre Maldini'.

Ese mismo año se disputó el Mundial en Italia. El seleccionador español era Luis Suárez, amigo de Relaño. En la fase de grupos, España se enfrentó a Corea del Sur. Y el entrenador no habían visto ningún partido de ellos porque era imposible. "Yo tengo un amigo que quizá tenga alguno", le dijo Alfredo a Luis. "Quedamos Suárez, Maldini y yo. Julio tenía todos los partidos de la fase de clasificación y algún que otro amistoso. Le explicó que en las eliminatorias les faltó su figura porque se había roto el cruzado… Luis se quedó maravillado con él. Le propuse a la RFEF montar un servicio con sus partidos, pero no quisieron. Tampoco LaLiga".

1991. El Estrella Roja gana su primera y única Copa de Europa en penaltis ante el Olympique de Marsella. Una de las estrellas del equipo era Robert Prosinecki. Ese mismo verano, el Madrid lo fichó con la ayuda de un chaval de Leganés. Sí, Maldini asesoró al presidente blanco, Ramón Mendoza, para fichar al croata.

placeholder Maldini tuvo mucho que ver en el fichaje de Robert Prosinecki por el Madrid. (EFE/Fehim Demir)
Maldini tuvo mucho que ver en el fichaje de Robert Prosinecki por el Madrid. (EFE/Fehim Demir)

"El Madrid quería fichar a Savicevic. Como nadie tenía vídeos del Estrella Roja en esa época, me llamaron y fui con Relaño al despacho de Mendoza. Les llevé un Estrella Roja-Zalgiris Vilnius. Curiosamente, en ese partido se salió Prosinecki. Y me dijeron que lo ficharían", cuenta Maldini. La participación en el fichaje fue indirecta, pero confirmó la influencia de sus vídeos en aquella época.

Ese mismo año, nació el pseudónimo con el que se le conoce desde entonces. Relaño comenzó a llamarlo 'Mensaca' porque iba en moto a la redacción con un macuto negro lleno de cintas. Además, vestía siempre un anorak de color gris y naranja. Entonces entró en escena Juan Carlos Crespo y sugirió: "Deberíamos llamarlo Maldini. Lo merece más". Hasta hoy.

1993. Maldini se independiza y continúa con sus grabaciones en otra casa, la que comparte con Nico Abad y Daimiel. Ambos, compañeros de piso y en Canal+ de Julio, descubrieron de cerca su pasión por el fútbol. "Los días que no trabajaba, veía tres, cuatro o cinco partidos. Se sentaba delante de un monitor que había en el salón, cogía un folio y apuntaba las alineaciones y tomaba notas… Luego se iba al cine, veía dos películas y se ponía a ver fútbol de nuevo", cuenta Daimiel en conversación con El Confidencial.

Foto: Monchi, director general deportivo del Sevilla, durante la entrevista. (Jorge Álvaro Manzano)
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90 minutos por cinco partidos son 450 (siete horas y media), además de otras cuatro que pasaba en el cine. En sus días libres, la ecuación era posible, pero no cuando le tocaba trabajar. ¿De dónde sacaba tiempo Maldini para ver tanto fútbol cuando no descansaba? Contesta Relaño: "Me contó que veía los partidos al doble o triple de velocidad y que se enteraba igualmente".

"La casa tenía cuatro habitaciones. Julio se quedó dos, en la que dormía y en la que guardaba todas las cintas. Realmente, las cintas las tenías en ambas porque estaban por todos lados. No nos entorpecía en absoluto porque había sitio de sobra", detalla entre risas Nico Abad a este diario.

Aquella vivienda era amplia, pero a Julio se le quedó pequeña para almacenar tantas cintas. "Llegó un momento en el que prácticamente no tenía habitación, solo videoteca", dice Abad. En esa casa, sin embargo, no grababa sus partidos. Maldini llamaba a su madre, le pedía que colocara el satélite y estuviera pendiente de las grabaciones. Luego él las recogía.

Foto: Alfredo Relaño. (EFE)

Habla Nico: "Algunas veces llegábamos a casa y escuchábamos un ruido". No se asusten, nadie le robó aquel tesoro a Maldini. "Julio se había quedado dormido, pero el vídeo seguía encendido. Y el partido seguía emitiéndose".

2000. Maldini fundó la empresa Maldinisport, a través de la que operó con los equipos de Primera. Casi todos estaban suscritos a sus servicios. "Además de los españoles, también trabajé con equipos de fuera como el Ajax y el Olympiakos". El Sevilla también estaba entre ellos. Así lo confirmó Monchi en una entrevista en El Confidencial: "Yo lo llamaba y le pedía que me enviara partidos de algunos equipos. Luego me llegaba un paquetón con un montón de cintas".

¿Cómo llegaban esos equipos a Maldini? La historia es maravillosa porque, de alguna manera, se cierra el círculo. "No lo recuerdo bien, pero algunos lo hicieron a través de una carta. También se correría la voz porque al final las directivas de los equipos se conocen entre ellos".

placeholder Agapito Iglesias le ofreció a Maldini la dirección deportiva del Zaragoza. (EFE/Ana Escobar)
Agapito Iglesias le ofreció a Maldini la dirección deportiva del Zaragoza. (EFE/Ana Escobar)

2007. El nuevo propietario del Zaragoza, Agapito Iglesias, le ofrece a Maldini la dirección deportiva del club. "En aquel momento dudó, pero a posteriori fue obvio que acertó. El destino le había llevado por el lado correcto", recuerda Daimiel. Los maños no han sido los únicos que le han ofrecido trabajar en un club. "Ha habido acercamientos de más equipos (no da nombres) para estar en la dirección deportiva, pero les he dicho que no. A mí me encanta lo que hago", dice Julio entre risas.

El experto en fútbol internacional es ahora un perfil presente en las redacciones deportivas. Antes, sin embargo, sólo existía Maldini. ¿Son comparables Julio y los periodistas actuales? Así lo ve Relaño: "Es imposible. Sería como comparar a alguien con Cristóbal Colón. Antes no había ese perfil, había gente que tenía mínimos conocimientos de fútbol internacional. Por ejemplo, yo, que compraba 'El Gráfico'. Sin embargo, Julio aportó esos conocimientos a través del vídeo. Eso no lo había hecho nadie". "No sé si fue el pionero en fútbol internacional, pero sí el primero que documentó todo el trabajo que hacía", dice Abad.

Foto: El egipcio no olvida. (Reuters/Lee Smith)

El perfil de Daimiel es parecido al de Maldini. Es el comentarista de referencia del baloncesto en España, que, además, también conecta bien con el público joven. Sin embargo, Antoni no ve similitudes: "No tengo la obsesión por el baloncesto que tiene Julio por el fútbol. No sé si por desgracia, a nivel profesional para mí. Él fue un pionero en aparecer de la nada y en convertirse en un analista especializado en ese campo. Yo seguí esa línea en baloncesto. La posición del especialista se ha saturado".

Su entorno ha sido fundamental en su obsesión por el fútbol. "Julio le ha restado, con gusto, muchas horas a su vida social y familiar para ver el fútbol. Y su entorno ha sido comprensivo con él. Esas condiciones no se dan en casi nadie", explica Antoni.

placeholder Antoni Daimiel (derecha) es un perfil parecido a Maldini, pero en el baloncesto. (EFE)
Antoni Daimiel (derecha) es un perfil parecido a Maldini, pero en el baloncesto. (EFE)

Julio reconoce que le cuesta desconectar del fútbol "incluso en vacaciones" y que tiene otros intereses como el rugby, el cine y el atletismo, su "segundo deporte favorito". Incluso antes de casarse con su mujer, la exatleta Maite Zúñiga. "Tengo prácticamente todos los Europeos y Mundiales grabados desde 1950".

Stop. Ahora resulta que este loco no solo tiene partidos de fútbol, que también hay espacio para el atletismo. Y para el rugby. "Quizá tenga en mi archivo en torno a 10.000 o 12.000 partidos de rugby. De las cinco o seis grandes naciones, tengo casi todos desde los 60". Lo suelta como si fuera un detalle sin importancia.

El archivo de fútbol de Julio es inmenso, en torno a 250 terabytes (más de 250.000 gigas). "A la semana, igual se añaden 400 partidos". Ahora no es su madre la que se ocupa, sino un trabajador contratado por él. "Le monté en su casa una instalación parecida a la mía. Él tiene acceso a mis aparatos y, además, tiene los suyos. En total, se pueden ver 50 partidos a la vez. Graba todo lo que le digo".

placeholder Maldini tiene almacenados entre 10.000 y 12.000 partidos de rugby. (REUTERS/Brian Lawless)
Maldini tiene almacenados entre 10.000 y 12.000 partidos de rugby. (REUTERS/Brian Lawless)

La lista no es precisamente corta. "Apunta en el cuaderno porque vas a alucinar", dice Maldini. "Grabo absolutamente todos los partidos de las selecciones, incluidas las categorías inferiores. De los clubes, grabo todas las competiciones internacionales: Champions League, Europa League, Conference League, Copa Libertadores, Champions de Asia…". ¿Para qué querrá la Champions de Asia? "¿Si lo puedes tener, por qué no? Además, actualmente no ocupa espacio físico. Es importante tenerlos porque nunca sabes qué vas a necesitar. Cuando te abonas a una biblioteca en la que hay 500.000 libros no los vas a leer todos, pero va a estar el que tú necesites".

Las ligas nacionales también tienen espacio en su almacenamiento. Tanto la Primera como la Segunda de algunos países. "Grabo todos los partidos de la Liga española, francesa, inglesa, alemana, italiana, rusa y turca. Y de todas las sudamericanas salvo la venezolana y la ecuatoriana, además de la estadounidense y la mexicana. También la Segunda División de España, Inglaterra, Alemania e Italia. De Dinamarca, Noruega, Suecia y Escocia hago una selección de los tres o cuatro equipos más importantes antes de que empiece la temporada y esos son los que grabo". A todo este archivo, del que Julio tiene una copia de seguridad, puede acceder a través de un servidor desde su tablet o teléfono. El servidor tardó cinco años en construirse. Primero hubo que pasar los partidos de VHS a DVD y luego a MP4. "No se podía directamente de VHS a MP4".

El archivo, sin embargo, no es perfecto porque faltan algunos partidos. Entre ellos, el debut de Maradona en la selección argentina. Fue ante Hungría en 1977 (5-0). "Se lo dije a Diego cuando comentamos juntos el Mundial de 2006 e intentó conseguirlo, pero fue imposible. Con el cambio de régimen en Argentina se borraron muchos archivos".

placeholder El debut de Maradona con la selección argentina es uno de los partidos que no tiene Maldini en su archivo. (EFE)
El debut de Maradona con la selección argentina es uno de los partidos que no tiene Maldini en su archivo. (EFE)

Otro de los torneos que no ha conseguido Julio y que le gustaría tener es el Mundial juvenil de 1979. "Tengo dos o tres partidos, pero lo quiero entero. También me faltan finales de Copa Libertadores de los 70, aunque sí tengo todas las de los 60. Aquellas no hay manera de conseguirlas porque hay un vacío en esos años".

La conclusión es: ¿hay algún día sin fútbol en la vida de Maldini? "Es muy difícil. Suelo ver en torno a dos o tres partidos diarios, a veces cuatro. Algunos ni los acabo porque no aportan nada". Si no hay fútbol, hay espacio para otros deportes como el rugby o el baloncesto. La vida de Julio es redonda en forma de balón.

Identificar la casa de Julio Maldonado 'Maldini' (Leganés, Madrid, 1967) es fácil. Basta con dar una vuelta por el barrio para percatarse de que su tejado es el más parecido al Área 51. Está lleno de antenas para nutrir ese archivo de partidos que construye desde 1981. "Debe haber entre 200.000 y 250.000", confiesa a El Confidencial. Un chaval de Leganés, loco por el fútbol, que hizo de su locura su trabajo. Y que con el tiempo se convirtió en el mayor experto en fútbol internacional de este país. Así se inició el fenómeno Maldini.

Alfredo Relaño
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