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Fin a la huelga del fútbol femenino por un puñado de euros y con un aviso: "Aún generáis pérdidas"
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LOS SINDICATOS, LEJOS DE SUS PRETENSIONES

Fin a la huelga del fútbol femenino por un puñado de euros y con un aviso: "Aún generáis pérdidas"

Tras la metedura de pata de Francos, la patronal hace un esfuerzo para evitar un segundo parón que las futbolistas tampoco querían, conscientes de la situación de sus clubes

Foto: Beatriz Álvarez Mesa, en el SIMA. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Beatriz Álvarez Mesa, en el SIMA. (EFE/Rodrigo Jiménez)

"La permisibilidad y connivencia del Gobierno ante los ataques de la Federación ponen en grave peligro el fútbol profesional femenino". Este fue el SOS que hace casi dos meses, es decir, cuando Luis Rubiales aún campaba a sus anchas con la complacencia del Consejo Superior de Deportes (CSD), lanzó la presidenta de la Liga F. Una Beatriz Álvarez Mesa que ha visto cómo los cinco sindicatos que negocian el nuevo convenio colectivo desconvocaron la segunda jornada de una huelga que, paradójicamente, muchas futbolistas ni entendían ni compartían, pues consideraban que era una medida desproporcionada que no beneficiaba a nadie, si bien alguien seguía interesado en que siguiera.

Tras una nueva y maratoniana reunión en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), pues a los recesos que los sindicatos hicieron para consultar con las jugadoras, se unió uno último de la patronal para hacer lo propio con los clubes, finalmente se alcanzó un principio de acuerdo. Después de que el martes el SIMA propusiera un salario mínimo de 21.000, 22.000 y 23.000 euros para las próximas tres temporadas que no convenció a los sindicatos, este miércoles, al filo de la media noche, se acordaron 21.000, 22.500 y 23.500. Es decir, prácticamente las mismas cantidades, un puñado de euros, aunque es verdad que con variables, para poner fin a una huelga que, en cambio, no afectó a la Copa de la Reina, casualmente una competición de la RFEF.

Foto: El Sevilla FC-UD Granadilla, aplazado por la huelga. (EFE/Raúl Caro)

Antes de la última reunión en el SIMA, la máxima representante de la patronal volvió a apuntar al Gobierno al mostrar su "sorpresa" por las declaraciones del secretario de Estado para el Deporte, en las que aseguró que "con el dinero que da el CSD, igual que se pagan sueldos de los directivos, se pueden pagar sueldos de las jugadoras". "Nos sorprende y nos preocupa mucho que, quizá por desconocimiento, nos esté empujando a no cumplir con una resolución que él mismo ha firmado", dijo Beatriz Álvarez Mesa, visiblemente enfadada.

"Quiero pensar que no existe una mala fe en decir esto dos horas antes de la reunión con los sindicatos, lo que puede perjudicar el intento de desbloquear la situación", añadió la presidenta de la Liga F sobre las palabras de Víctor Francos, a quien instó a rectificar, "pues es triste que en esta situación beligerante en la que nos encontramos, un secretario de Estado lance un mensaje que ensucia el contexto de la reunión con los sindicatos, que han recibido una información absolutamente falsa, además de no hablar de la última resolución del CSD, en la que se nos obliga a dar el 20% de nuestros ingresos comerciales a una Federación rica".

"El CSD lo que hace es poner dinero"

La profesionalización del fútbol femenino fue un empeño del Gobierno de Pedro Sánchez, financiado con más de 36 millones de las arcas públicas, que Irene Lozano tuvo ocasión de anunciar prácticamente el mismo día que fue relevada del cargo de presidenta del CSD, pero que pudo sacarse adelante gracias al conocimiento y la habilidad negociadora de Albert Soler, el ex director general de este organismo. "El CSD ni es parte de los sindicatos ni es parte de la patronal, a pesar de que algunos intentan que lo sea", dijo este mismo miércoles Víctor Francos, para a continuación reconocer ese dopaje financiero: "El CSD lo que hace es poner dinero".

placeholder El presidente del CSD, Víctor Francos. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)
El presidente del CSD, Víctor Francos. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

Tras el papelón de Francos, el de Gutiérrez

El problema es que al "desconocimiento o, aún peor, mala fe" de la que Álvarez Mesa acusó a su homólogo del CSD, podemos unir la incompetencia o, aún peor, mala fe de la presidenta de Futpro, el sindicato subvencionado por la RFEF que ha llevado la voz cantante en las negociaciones. Amanda Gutiérrez, que este miércoles sorprendentemente se marchó a Barcelona al poco de empezar la reunión, acusó a la patronal de que "nos dicen que es imposible pagar más, pero lo que vemos es que hay una inversión del Gobierno". Una inversión que para sí hubieran querido otros deportes, y no solo practicados por mujeres, y con fecha de caducidad, de ahí la importancia de la sostenibilidad.

Foto: El ministro de Deportes Miquel Iceta y presidente saliente del CSD, José Manuel Franco, asisten a la toma de posesión de Víctor Francos Díaz. (EFE/Sergio Pérez)

El discurso de Futpro y del resto de sindicatos no solo contrasta con el de la patronal, sino también con el de los clubes. "Que sepáis que el fútbol femenino aún nos genera pérdidas y una huelga, más", les dijeron a las futbolistas en uno de ellos. Aunque cabe recordar que la realidad es muy distinta en los equipos que pertenecen a LaLiga, ahora mismo 12 de los 16, que los cuatro restantes que tienen muchos más problemas financieros. Sirva el dato de que, por ejemplo, un club tan importante como el Real Madrid solo lleva vendidos un millar de abonos para la temporada que ya debería haber empezado. A 80 euros por abono, apenas 80.000 euros de ingresos.

Como dijo el presidente de LaLiga, en una de las pocas intervenciones que se le recuerdan sobre el fútbol femenino, "es un proyecto que debe ir creciendo paulatinamente, así lo hacen sus ejecutivos y sus clubes y no se puede pedir más de lo que se puede dar". "Se habla de que van a llegar muchos patrocinadores, pero no se van a unir a ligas con huelgas y conflictos. No se puede pedir todo o casi todo tras la primera temporada", añadió Javier Tebas, conocedor como pocos de conflictos como el que esta vez le ha tocado vivir a su homóloga Beatriz Álvarez Mesa, con la alargada sombra de la RFEF detrás, ahora ya al menos sin Rubiales.

"La permisibilidad y connivencia del Gobierno ante los ataques de la Federación ponen en grave peligro el fútbol profesional femenino". Este fue el SOS que hace casi dos meses, es decir, cuando Luis Rubiales aún campaba a sus anchas con la complacencia del Consejo Superior de Deportes (CSD), lanzó la presidenta de la Liga F. Una Beatriz Álvarez Mesa que ha visto cómo los cinco sindicatos que negocian el nuevo convenio colectivo desconvocaron la segunda jornada de una huelga que, paradójicamente, muchas futbolistas ni entendían ni compartían, pues consideraban que era una medida desproporcionada que no beneficiaba a nadie, si bien alguien seguía interesado en que siguiera.

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