Cuando el fútbol modesto es molesto: los clubes no se tragan el órdago de Rubiales

Lo explicó perfectamente Stephen Newman, presidente del Internacional de Madrid, en una entrevista publicada en este diario en noviembre del año pasado: "La intención de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) era crear una competición profesionalizada, como ellos la llamaban. Profesionalizar es convertir una actividad amateur en profesional y, si esta era su intención, debían encontrar la manera de generar los recursos suficientes para poder hacer frente a los gastos que exigen para competir en la Primera Federación". Una competición que, ante la incapacidad de la RFEF de generar esos recursos, ahora amenazan con disolver, aunque da la sensación de que su objetivo es asustar a los clubes para crear división entre ellos. Es decir, el mismo modus operandi empleado con el fútbol femenino.

Newman, dirigente, por cierto, del club madrileño cuya desinscripción de la Primera Federación fue declarada nula por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), ya avisó de lo que iba a pasar: "Tal y como han ideado la competición, tras los fracasos reiterados en la gestión, ya sea la televisión o el naming, pronostico que al final de la presente temporada la deuda de los clubes de esta categoría podría ser millonaria". Así se explica que este miércoles el diario AS asegurase en exclusiva que "la Primera Federación podría tener las horas contadas". Tras hablar de "dos años inmersos en una etapa experimental", este medio no dudaba en asegurar que "la división y polarización de los clubes de la categoría abocan a un suicidio colectivo y a su desaparición en las próximas temporadas".

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Curiosamente, de la misma manera que en la misma información se decía que "el nerviosismo se palpa entre los clubes, que intuyen un final abrupto de la competición debido a su división, mientras que la RFEF evita pronunciarse oficialmente sobre esta posibilidad", a continuación se aseguraba que "fuentes de la RFEF confirman a AS que la decisión está tomada y asumen en privado el fracaso de la competición". Unas fuentes federativas que, lejos de hacer un mínimo de autocrítica, apuntan a que "la división entre los propios clubes sobre el modelo de gestión ha podido ser la gota que ha colmado el vaso en Las Rozas", donde "consideran que los permanentes boicots dirigidos solo han tenido el propósito de generar un conflicto permanente entre los clubes y la RFEF". Es decir, la recurrente campaña orquestada.

Y, claro, tampoco faltó una alusión a esos "más de 20 millones de euros" con los que, según la RFEF, subvenciona a los clubes de la Primera Federación, algo que estos no se cansan de desmentir, pues consideran que 9,3 millones son de los derechos de televisión, y sabido es lo que sucedió la temporada pasada, 3,5 por la compra del 40% de la publicidad de los clubes que quisieron vendérselos, 4,5 los da el CSD y 2 corresponden al fondo de garantía para los futbolistas. Es decir, que esos 20,5 millones se quedarían en 1.200.000 euros, un dinero que, además, se dice que los clubes perderían, cuando, según su versión, tampoco lo reciben. De hecho, aseguran que Rubiales les retiró una ayuda de 70.000 euros al ver que el CSD les daba la mencionada subvención, la cual llevan cobrando desde la época de Villar...

Carta de 18 clubes pidiendo explicaciones

Como apuntó AS, el conflicto generado se debe a los dos modelos de gestión de la competición propuestos por la RFEF para la temporada 2023-2024. Dieciocho clubes, a saber Amorebieta, Balompédica Linense, Eldense, Unionistas de Salamanca, Unió Esportiva Cornellâ, San Fernando, Real Unión, Nàstic de Tarragona, Intercity, La Nucía, Linares Deportivo, SD Logroñés, CF Rayo Majadahonda, Mérida, Numancia, Osasuna B, UD San Sebastián de los Reyes y Talavera de la Reina, remitieron una carta a la RFEF en la que informaron de que, "con motivo de la votación solicitada a los clubes de Primera Federación, en relación con los modelos de gestión propuestos por la RFEF", pidieron a Javier Vich, director de la competición, "una reunión urgente para plantear dudas y aclaraciones sobre la propuesta. Teniendo en cuenta la respuesta de que no corresponde una reunión en estos momentos, nos vemos obligados a trasladarles las siguientes consideraciones".

La primera de ellas fue que "en el marco de la idea de implantar un control económico efectivo en la competición, que tantas veces hemos solicitado los clubes de Primera Federación a la RFEF, entendíamos que las posibilidades que se nos presentarían irían en la línea de crear un nuevo sistema que permita el crecimiento de la categoría, con la seguridad financiera necesaria para las entidades y deportistas que actuamos en ella, y con detalle de las actuaciones y líneas de trabajo, de forma clara y transparente para los clubes; así como la continuidad en la comercialización de los derechos de televisión, ampliando la participación activa de los clubes en la redacción del cuaderno de venta y la supervisión del proceso".

Y continuaban: "Dadas estas premisas, no acabamos de comprender que se trate de incluir en las propuestas, fundamentalmente en la nominada como Modelo B, cuestiones tales como:

1. Negociación colectiva: Creemos que este asunto no puede ser objeto de cesión a la RFEF, aunque se vista bajo el paraguas de coordinación o mediación, ya que la normativa vigente deja claro quiénes son los actores legitimados al efecto.

2. Arbitraje: Se pretende imponer a los clubes el sometimiento a arbitraje de cualquier decisión disciplinaria en Apelación, privándoles de su capacidad para optar por otras jurisdicciones habilitadas por el ordenamiento jurídico.

3. Cesión de activos publicitarios: Se condiciona la comercialización de activos a la intervención directa de la RFEF, sin definir qué se entiende por activos vinculados o relacionados con la Primera Federación, y se nos prohíbe realizar acciones conjuntas para la comercialización de cualquier activo del Club, en un ejercicio de claro agravio comparativo respecto de los clubes filiales, a los que se les consentiría sin limitación alguna".

Hasta 23 clubes no votaron las propuestas

Según los clubes, "ninguna de las tres imposiciones anteriores puede ser aceptada, máxime cuando la RFEF ya ha tratado de incluirlas (en esa línea o similar) en la normativa federativa y han sido rechazadas por el Consejo Superior de Deportes (CSD) cuando se elevaron a su aprobación. Por otra parte, consideramos que incorporar estos requisitos en el Modelo propuesto que mantiene las denominadas ayudas de la RFEF, no constituyen el mejor camino para construir un modelo de gestión de la competición exitoso y que palíe los problemas de los que adolece".

En la misma carta, los clubes firmantes puntualizan que "respecto de la implantación del modelo de control económico (condición que todos los firmantes entendemos esencial para el buen desarrollo de la competición), consideramos imprescindible que se nos facilite el contenido del desarrollo reglamentario que conllevaría su puesta en marcha, así como todo lo relativo a las obligaciones formales y materiales del sistema de control en sí y de las licencias, dada la trascendencia de estas para el desarrollo futuro de la competición".

Para acabar, estos 18 clubes de la Primera Federación, a los que se espera que en breve vayan sumándose más, pues pocos habrán sido los que se haya tragado el órdago de Rubiales, sentencian que "resultando imposible adoptar una decisión sobre los modelos propuestos, sin haber recibido aclaración sobre estos aspectos, solicitamos encarecidamente una reformulación de las opciones presentadas, en la línea que les hemos comentado, con suspensión de la votación que han establecido, reiterando la petición de una reunión con los responsables que correspondan con objeto de poder seguir avanzando". La votación se mantuvo, aunque hasta 23 clubes no votaron las propuestas de la RFEF.

Aquel "roto de más de 9,5 millones"

Cabe recordar que la temporada pasada, como informó 2Playbook, Rubiales ya tuvo que asumir "un roto de más de 9,5 millones de euros con Fuchs" y buscar televisión para la Primera Federación. "La compañía luxemburguesa firmó un contrato hasta 2023-2024, si bien la relación se ha rescindido ante los elevados impagos en su primer año tras la ruptura con Footters", explicó el citado medio. Así las cosas, la RFEF tuvo que "tirar de sus recursos para cumplir con el dinero prometido a los clubes de Primera RFEF en 2021-2022 y 2022-2023". Y eso que Rubiales pensaba que Footters iba a ser su Mediapro...

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Llegados a este punto, y a la espera de que la RFEF haga oficial su postura, de lo que no cabe duda es que entre las numerosas irregularidades de las que está siendo investigado su presidente y una gestión, como en el caso de la Primera Federación, que está poniendo en riesgo el futuro de 34 clubes, pues los seis restantes son filiales de clubes de LaLiga, quienes siguen aguantando en el cargo a Rubiales deberían tomar buena nota, pues tener el fútbol español patas arriba, confundiendo a los clubes modestos con molestos, no parece la mejor carta de presentación de cara a la FIFA a la hora de pensar en traer el Mundial 2030 a España.