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El ciclón Xavi y la apuesta de Puyol: cuando al Barça todavía no hay que darle por muerto
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El ciclón Xavi y la apuesta de Puyol: cuando al Barça todavía no hay que darle por muerto

Xavi ha sido cirujano antes que entrenador en el Barça. El primer efecto de su fichaje fue contener la hemorragia. El segundo, reanimar los ánimos; el tercero, ser competitivos

Foto: Xavi durante una conferencia de prensa. (EFE/Alejandro García)
Xavi durante una conferencia de prensa. (EFE/Alejandro García)

Xavi es un recién llegado a los banquillos. No es el mejor entrenador del mundo, por supuesto. Pero es lo mejor que le ha pasado al Barcelona desde el burofax de Messi. Pongamos aquí el detonante del desplome del Barcelona y las consecuencias, innumerables y graves en lo deportivo y económico, sufridas por la institución y el equipo. Una mala gestión y la pandemia agravaron la crisis. Tras la victoria con goleada al Nápoles, Piqué comentó que han vuelto a los orígenes, en la misma línea se expresó Jordi Alba y entre la euforia por la contundencia del resultado y la brillantez del juego, Xavi puso sensatez y lo dejó en un "vamos por el buen camino".

El trabajo, paga. Esto es lo que ha venido haciendo Xavi con insistencia y mucha pasión desde que se hizo cargo del banquillo del Barcelona. En el poco tiempo que lleva ha vivido de todo y, aunque es pronto para dar un diagnóstico más certero, lo que sí se puede decir es que el Barça sale de la UVI. Es un equipo que no está muerto. Tendrá, como todos, partidos malos, regulares y buenos, pero la salud deportiva la ha recuperado. El Barça vuelve a ser un equipo competitivo.

placeholder Jordi Alba durante el partido contra el Nápoles. (EFE/Alejandro García)
Jordi Alba durante el partido contra el Nápoles. (EFE/Alejandro García)

Xavi ha sido cirujano antes que entrenador en el Barça. El primer efecto de su fichaje fue contener la hemorragia. El segundo, reanimar los ánimos en la plantilla y los aficionados. Y el tercero, poner el equipo en funcionamiento con la mejor y única medicina que quita los dolores al barcelonismo. Ganar y jugar bien al fútbol es innegociable para los defensores del estilo Barça. No es nada sencillo este trabajo. Ha tenido momentos críticos, de empeoramiento con la eliminación de la Champions y las derrotas en la Supercopa de España contra el Real Madrid y la Copa del Rey contra el Athletic. Probablemente, si no fuera Xavi, otro entrenador habría estado más cuestionado. Pero Xavi llegó para una urgencia, empezada la temporada, y si algo no transmitió es incapacidad. Sabía lo que quería, conocía la gravedad de las heridas institucionales y deportivas, el vestuario y las necesidades para mejorar el juego y los resultados.

Eleva el listón competitivo

El Barça está vivo. La mejoría ya está aquí y es mérito de la energía y la sabiduría culé de Xavi. Evidentemente, también de los fichajes. Han llegado futbolistas con un rol específico para reforzar posiciones claves para jugar a lo que quiere Xavi. Ferran Torres y Adama Traoré para los extremos, Aubameyang para sumar goles y Dani Alves para darle un plus de carácter. Ha ido recuperando a jugadores lesionados (Pedri, principalmente), en caída (Frenkie de Jong), perdiendo a otros de peso (Ansu Fati), subiendo la exigencia y la forma física de la vieja guardia (Piqué, Jordi Alba y Busquets) y así hasta elevar el listón del compromiso colectivo.

Los primeros buenos resultados aparecen en España y en Europa, las sensaciones son positivas y todavía hay margen de mejora para conseguir un equipo más sólido. "Este partido nos dirá dónde estamos. Es un rival de Champions", manifestó Xavi antes del encuentro contra el Nápoles en el estadio Diego Armando Maradona. Era un día señalado para comprobar la recuperación del enfermo y el Barça fue un ciclón. Barrió al Nápoles, equipo menos goleado del campeonato italiano y aspirante a ganar la Serie A, con múltiples registros futbolísticos. Pero, por encima de todo, con una idea. El Barcelona salió con agresividad, valentía y al ataque. Esta es la promesa que está cumpliendo Xavi desde que se hizo cargo del banquillo. Su equipo podrá tener días brillantes o grises, pero es osado y divertido.

Foto: Kylian Mbappé durante el partido entre el PSG y el Nantes. (REUTERS/Stephane Mahe)

La versión del Barcelona que se vio en Nápoles ilusiona y emociona. Las sensaciones acompañan a los resultados. En los últimos cinco partidos, los registros ofensivos son 15 goles y las ocasiones de peligro se multiplican. Es un Barça que ataca, ataca y ataca. Maneja la posesión y las transiciones. El primer gol al Nápoles, de Jordi Alba, es un contraataque de manual. Una carrera poderosa de Adama y una perfecta definición del lateral izquierdo siguiendo la jugada. Hay que tener piernas y estar enchufado para salir a morder como lo hizo el Barça. Pero, sobre todo, hay que tener hambre. Esto también lo recupera el equipo tras meses de depresión y la moral por los suelos.

Objetivo: Real Madrid

El trabajo de Xavi da sus frutos, pero no está todo hecho. Cada partido en el que tenga un rival de entidad enfrente es una prueba de fuego. En la Europa League los va a encontrar y en la Liga la fecha señalada es el 20 de marzo contra el Real Madrid en el Bernabéu. Es normal que crezca la ilusión, pero es pronto para disparar la euforia. El Barcelona atraviesa su mejor momento de la temporada y las expectativas son positivas. De poner en duda que podía estar entre los cuatro primeros de la Liga pasa a ser una amenaza para el Betis y el Sevilla, tercero y segundo. Tiene un partido menos. Está a 15 puntos del Real Madrid y los más eufóricos sueñan con lo que podría ser una remontada histórica.

"Cuando ficharon a Xavi, dije que ganaríamos la Liga. Me jugué una cena. No sé si la pagaré, pero lo que tengo claro es que este equipo me gusta. Y estoy seguro de que nos dará alegrías más pronto que tarde", es el mensaje que escribió Carles Puyol en su cuenta de Twitter tras la goleada al Nápoles. Puyol es de los primeros que vaticinó que la llegada de Xavi, cuando había dudas de su capacidad por su inexperiencia y las dificultades económicas y deportivas, devolvería al Barcelona en un corto plazo de tiempo a la senda competitiva y ganadora. Parece una utopía que al Barça le dé para ganar la Liga, pero esto es fútbol. Lo que sí puede ganar es la Europa League y quién iba a decir en los meses de octubre, noviembre y diciembre que lo que iba a ser una temporada catastrófica puede acabar con un título.

Xavi es un recién llegado a los banquillos. No es el mejor entrenador del mundo, por supuesto. Pero es lo mejor que le ha pasado al Barcelona desde el burofax de Messi. Pongamos aquí el detonante del desplome del Barcelona y las consecuencias, innumerables y graves en lo deportivo y económico, sufridas por la institución y el equipo. Una mala gestión y la pandemia agravaron la crisis. Tras la victoria con goleada al Nápoles, Piqué comentó que han vuelto a los orígenes, en la misma línea se expresó Jordi Alba y entre la euforia por la contundencia del resultado y la brillantez del juego, Xavi puso sensatez y lo dejó en un "vamos por el buen camino".

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