El Barça homenajea a Maradona en Nápoles (2-4)

Barcelona y Nápoles son dos ciudades antagónicas. Quizá desde esa explicación se entienda por qué Maradona da nombre al estadio napolitano y no al catalán. En una villa como la del sur de Italia, tan afín al caos, es verosímil que el Barça completara el mejor partido de la temporada. No importó que enfrente estuviera el equipo menos goleado de la Serie A. Los tantos de Jordi Alba, De Jong, Piqué y Aubameyang sirvieron para que el Barça esté en la próxima ronda de la Europa League (2-4).

El mural de Maradona es un lugar de culto y no sólo para los napolitanos. En la previa se desplazó hasta allí el mismísimo Laporta. Quién sabe si con él, el futuro del argentino hubiera sido otro en la Ciudad Condal. Como comparativa, siempre quedará lo ocurrido con Messi: "Su renovación la arreglo en un asado", dijo el presidente. Y ahora Leo están en París.

Si un buen partido servía en el barrio para imaginarse que uno era Maradona, no es complicado imaginar qué visualizarían en sus cabezas los jugadores del Nápoles al escuchar 'Live is life' mientras saltaron al césped. Esa imagen de Diego ejecutando sin darse cuenta el calentamiento más impactante de la historia, no obstante, no sirvió de inspiración al equipo italiano.

El homenaje perfecto a Maradona

La victoria ante el Barça hubiera sido el mejor homenaje posible de los napolitanos a Maradona. Mientras que en una ciudad lo veneraron, en otra salió por la puerta de atrás. No obstante, el Nápoles fue incapaz de hacer gala de la resistencia defensiva que demuestra en la Serie A. En 26 partidos de Liga, han encajado 18 goles (0’7 por partido). Los culés, sin embargo, les han marcado cinco en dos encuentros.

La fiesta empezó pronto para el Barça gracias al tanto de Jordi Alba. Otro que disfrutó de los poderes de Diego: la resurrección. ¿O no recuerdan cómo estaba el Nápoles hasta la llegada del argentino? El lateral izquierdo marcó con la derecha tras pase de Aubameyang. Las excentricidades son típicas de la ciudad napolitana.

A De Jong también se le pegaron esos poderes. A pesar de su paupérrima temporada, el neerlandés completó uno de sus mejores encuentros desde que está en el Barça. Su disparo, que se coló por la escuadra, no dio lugar a estirada posible por parte de Meret. Este sí es el jugador que ficharon del Ajax.

Buen Barça en Nápoles

El Barça estuvo bien, pero no pretendan que de la noche a la mañana sea el de Guardiola. En un balón en largo a Osimhen, salió Ter-Stegen. Cuando el delantero del equipo italiano quiso regatearlo, el portero lo derribó y, previa revisión, el árbitro señaló penalti. De nuevo un homenaje a Maradona, porque Insigne, oriundo de Nápoles y cuyo ídolo era Diego, lanzó un misil.

La distancia en el marcador se redujo, pero no en el campo. Los culés siguieron con el plan trazado, a la espera de las ocasiones. Si usted ve fútbol con asiduidad, comprobará que hay pocos disparos a puerta en los partidos. El Barça, sin embargo, chutó cada vez que pudo. Tal vez por eso la confianza de Piqué en el tercer gol fue enorme.

El rechace de un saque de esquina quiso que, tras un pase, le llegara a Piqué. El catalán debió acordarse de su etapa como delantero cuando era un chaval. Y definió como un delantero centro para que el Barça respirara en el vestuario.

El que se encargó de cerrar el partido tras el descanso fue Aubameyang. Cómo se notan las buenas incorporaciones. Y vaya si el Barça está disfrutando del gabonés. Ante la falta de goles, ha sido el mejor refuerzo. Tras los tres que marcó en Valencia, hoy completó la serie de golazos que lograron los visitantes. A poco del final, Politano maquilló el resultado en un tanto que fue protestado por los culés por posible falta a Nico. No obstante, subió al marcador. El sol, a este ritmo, saldrá de nuevo en la Ciudad Condal.