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Menotti: "A Futre le faltaron las ganas por ser el mejor, esas ganas que tenía Maradona"
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Entrevista al campeón del mundo en 1978

Menotti: "A Futre le faltaron las ganas por ser el mejor, esas ganas que tenía Maradona"

Jugó junto a Pelé y fue el entrenador con el que Maradona coincidió más tiempo. Tras ganar el Mundial, pasó por dos equipos españoles, el Barcelona y el Atlético de Madrid

Foto: El entrenador César Luis Menotti. (Getty/Ricardo Ceppi).
El entrenador César Luis Menotti. (Getty/Ricardo Ceppi).

Varios deportes entraron en la vida de César Luis Menotti (Rosario, Argentina, 1938) durante su infancia, pero sólo el fútbol se quedó. Fue un "volante ofensivo" y coincidió en el Santos con Pelé. Sin embargo, no fue en el terreno de juego, sino en el banquillo donde creó un estilo, el 'menottismo', la contraposición ideológica al 'bilardismo'.

El estilo lúdico y de posesión que práctico en Huracán le sirvió para ganar una Liga. Y para ser el seleccionador argentino entre 1974 y 1982. Bajo su dirección, Argentina ganó el Mundial del 1978 como local a pesar de descartar a Maradona de aquella lista de convocados.

La carrera de Menotti continuó en España y en Argentina tras su destitución como seleccionador. En la Península Ibérica, entrenó al Barcelona y al Atlético de Madrid. Tras su última experiencia como entrenador en 2007 en México, dejó el fútbol. Sin embargo, regresó en 2019 para convertirse en el director de selecciones de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Un puesto en el que continúa en la actualidad.

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PREGUNTA. ¿Siempre soñó con ser futbolista? He leído que usted también jugó al baloncesto.

RESPUESTA. Nací en un barrio de Rosario donde había muchos clubes en los que se podía practicar cualquier deporte. Jugué al fútbol, al baloncesto, al tenis… Y aprendí a jugar al billar. Más tarde, empecé en el balompié con la aspiración de convertirme algún día en profesional.

P. ¿Cómo explicaría qué es el potrero para alguien que desconoce su significado?

R. Son barrios que tenían lugares generalmente públicos que se transformaban en campos de fútbol, aunque con el tiempo se ha edificado ahí. El mismo club del arrabal usaba los terrenos, cortaban el césped… Hacían un campo de juego. Inclusive se jugaba mucho en las esquinas, cerca de las luces… En esa época, la pelota era casi un hecho cultural en Argentina. El fútbol es un juego educativo como muy pocos.

P. ¿Por qué nombra su época? ¿Ya no se juega en la calle?

R. No, todavía se juega. Hay gente que se dedica a sacar futbolistas y forman lugares para que los chavales jueguen. Ahora no es como en mi época, cuando el fútbol era para todos: jugaban los buenos y los malos. Y no siempre éramos once contra once; a veces éramos quince contra quince, ocho contra ocho… Aquel era un fútbol diferente. En primer lugar, por el profundo respeto hacia el reglamento.

placeholder Gil y Menotti en sus tiempos como rojiblanco. (Imagen de archivo)
Gil y Menotti en sus tiempos como rojiblanco. (Imagen de archivo)

P. Usted tenía ocho años cuando Perón llegó a la presidencia. ¿Cómo era aquella Argentina?

R. Es un tema complejo. Mi padre falleció en 1955, así que imagínese lo que vivió en Argentina. Yo me crié con el peronismo, que no resolvió los problemas de la sociedad. El país tenía una enorme influencia de los inmigrantes y estaba muy avanzado. Por ejemplo, había ferrocarriles en todas las provincias y era muy fácil llegar a Buenos Aires. Sin embargo, cuando llegaron las privatizaciones empezaron los problemas.

P. Antes de llegar a Rosario Central usted probó en varios equipos sin éxito. ¿La suerte se tiene o hay que buscarla?

R. Si no jugás nunca a las cartas, no sabés si la tenés o no (risas). La suerte existe, pero hay que buscarla.

P. ¿Qué tipo de delantero era usted?

R. Era un volante con gol. Yo tenía buena pegada, entendía bien el juego, no corría mucho (risas)… Todavía hoy le pego muy bien a la pelota.

"La Bombonera es muy cerrada y parece que la gente también juega"

P. Usted jugó en Boca. ¿Hay algún club en el que se sienta tanta presión?

R. Rosario Central es como Boca porque representas a una ciudad. Los jugadores más grandes de la historia los ha dado el fútbol rosarino. En Central, jugar era tan difícil como Boca. No obstante, en el equipo xeneize tenías una presión diferente por la estructura de La Bombonera. Es muy cerrada y parece que la gente también juega. Esa es la diferencia que había con El Monumental, donde, antes de que quitaran la pista de atletismo, había 80 metros entre la grada y la portería.

P. En 1968, usted fichó por el Santos donde coincidió con Pelé. ¿Qué tal el trato con él?

R. Coincidimos en Brasil y tenemos muy buena relación. De hecho, somos muy amigos. Fue el mejor jugador de la historia del fútbol.

P. Sorprende que sea argentino y no se quede con Maradona.

R. Él fue el más grande. Los mejores, cada uno en su época, han sido Di Stéfano, Cruyff Maradona y Messi. Además de sus cualidades técnicas, físicamente era una pantera. Por ejemplo, no era alto y les sacaba un metro al resto cuando saltaba. Un jugador como él no se repetirá.

Foto: Fernando Signorini, junto a Leo Messi. (EFE/Andreas Gebert)

P. Debutó en los banquillos en Newell’s, algo que sorprendió al ser usted hincha de Rosario Central. ¿Le perdonaron aquello?

R. Yo estaba muy, muy, peleado con los dirigentes de Rosario Central porque le hicieron mucho daño al equipo. Y el club es mi vida porque soy hincha desde los cinco años. En esa época, los directivos de Newell’s eran amigos míos. Me preguntaron por un entrenador y les propuse al 'Gitano' Juárez. Realmente, no fui el técnico salvo cuando enfermó alguna vez.

P. Su siguiente equipo fue Huracán. ¿Por qué sostiene que salvó al fútbol argentino?

R. Lo salvó en el mensaje. La gente volvió a ver en el campo a un equipo que, además de ganar, jugaba como 'La máquina de River', y que priorizaba la tenencia de la pelota. Era muy difícil ganar una Liga como lo hizo Huracán.

P. Usted siempre ha sido un abanderado del buen juego. ¿Qué es jugar bien al fútbol?

R. Hay una relación emocional, incluso una música, entre el futbolista, la pelota y la gente. Si uno no respeta eso, sería otro juego. Algunas veces veo partidos que no me parecen de fútbol. De hecho, me pasó una vez en Italia. El fútbol es maravilloso. En primer lugar, porque la cancha tiene 7.000 metros cuadrados y es muy difícil controlar todo ese espacio con diez jugadores. Por tanto, el balompié es tiempo, espacio y engaño.

placeholder Menotti junto a Scaloni en una rueda de prensa. (EFE)
Menotti junto a Scaloni en una rueda de prensa. (EFE)

P. En 1974 usted fue nombrado seleccionador argentino. ¿Qué novedades introdujo?

R. Un acuerdo con todos los presidentes de los equipos argentinos para que nos cedieran a los jugadores. En esa época, era muy complicado que los clubes europeos permitieran viajar a sus futbolista. Por tanto, decidí que los que integrarían la selección serían de la liga local. Bianchi, Brindisi, Ayala… estaban fuera y tenían problemas para llegar. El primer paso fue que los dirigentes colaboraran con el combinado nacional.

Otra cosa que hicimos fue generar tiempos a favor de la selección. Por ejemplo, suspendimos una jornada del campeonato para enfrentarnos a Inglaterra, Escocia, Alemania Oriental y Occidental… Jugamos domingo, miércoles, domingo y miércoles. Eso fue un milagro.

"Ser seleccionador generaba estrés, pero también fumaba en casa"

P. He leído que usted fumó mucho durante su etapa como seleccionador. ¿Tanto estrés generaba el cargo?

R. Sí, sí, pero también fumaba en casa (risas). El fútbol me dio cosas, pero me quitó muchísimas como la relación con la familia. Recuerdo que una vez viajé para ver un Inglaterra-Italia. Cogí un avión en Buenos Aires, llegué a Madrid, de allí fue a Londres y luego regresé. Eso lo hice muchas veces. Por ejemplo, a Holanda fui y me quedé 15 días.

P. ¿Se siente responsable de la estructura que tiene actualmente la selección argentina?

R. Me siento responsable de la conducción del fútbol argentino. Y de fortificar la relación entre el presidente de la AFA y el seleccionador. Es un compromiso que tenía que adquirir el organismo con el técnico. Y ahora lo tiene.

P. ¿Cómo recuerda la preparación del Mundial de 1978?

R. Fue mucho más difícil jugar de local. Por ejemplo, es mucho más fácil debutar en el Barcelona jugando de visitante. La relación entre el presidente y yo era muy fuerte porque era el único que estaba comprometido con la selección.

P. ¿Quiénes no se comprometieron?

R. Por ejemplo, los presidentes de los equipos argentinos. No les gustaba nada que le quitáramos a los jugadores para que vinieran a la selección. Eso sí, tras ganar el Mundial colaboraron todos (risas).

"Si no hubiéramos ganado el Mundial, Diego hubiera estado feliz por no ser citado"

P. Maradona nunca le perdonó que lo dejara fuera de aquel Mundial.

R. Era una criatura porque sólo tenía 17 años. En aquel equipo estaban Kempes y otros jugadores con mucha experiencia. Si no hubiésemos ganado el Mundial, Diego hubiera estado feliz de que no lo citase. Luego fui el técnico con el que más tiempo estuvo Maradona. Tuve una buena relación muy buena con él.

placeholder Maradona y Menotti en Barcelona. (EFE)
Maradona y Menotti en Barcelona. (EFE)

P. ¿La figura de Kempes está infravalorada en Argentina?

R. Él fue un futbolista de excepción. Y uno de los más grandes en la historia de la selección y del mundo. Sin embargo, tiene un carácter muy sencillo, simple… Vive en su pueblo y es muy feliz allí. Nunca hizo alardes de nada.

P. ¿Por qué cree que sigue habiendo sospechas de la goleada frente a Perú (6-0)?

R. Eso es una estupidez. Y una falta de respeto porque se está jugando con la dignidad de las personas. No sólo le ganamos a Perú, luego tuvimos que ganarle a Holanda.

P. ¿Cómo recuerda el día de la final?

R. Antes de empezar la prórroga, le dije a los jugadores: "Son 11 contra 70.000. ¿De verdad vamos a perder?". Los holandeses estaban todos muy cansados y los míos muy finos. Les pedí que se fijaran en los rivales.

P. ¿Se recuerda menos ese Mundial que el de 1986 por la dictadura?

R. Ha habido un enfrentamiento en relación a los estilos, que no tiene nada que ver con la política. Es una discusión eterna.

P. ¿Se refiere a Bilardo?

R. No, no, Bilardo era sólo el seleccionador.

"Borges me dijo que debía ser famoso porque su empleado le pidió un autógrafo mío"

P. Tras ganar el Mundial usted conoció a Borges. ¿Cómo era?

R. Le pedí una entrevista, un mes después de lograr el título, porque decía que no le gustaba el fútbol. Entré a su casa, nos sentamos y me dijo: "Usted debe ser muy famoso". "Sí, debe ser. ¿Por qué me lo pregunta", le contesté. "Mi empleada me pidió que le consiguiera un autógrafo suyo".

placeholder Jorge Luis Borges. (Imagen de archivo)
Jorge Luis Borges. (Imagen de archivo)

P. Borges decía que "el fútbol es popular porque la estupidez es popular".

R. Me dijo que él no le había ganado a ningún holandés. Aquel día hablamos largo y tendido. Recuerdo que apareció la palabra arrabal en la conversación por una cosa que cité. Él se quedó en silencio y me comentó que la había usado varias veces. Y me preguntó: "¿Usted me lee?". Le confirmé que sí. "¡Qué manera de perder el tiempo", respondió. Cuando me marché, nos dimos un abrazo muy grande. Creo que se quedó sorprendido.

P. Usted es un buen lector. ¿Qué tipo de libros le interesan?

R. Todos. He leído mucho a Ingenieros, a Borges… Ahora estoy leyendo libros relacionados con los estilos del deporte.

P. Tras el Mundial de 1978, entrenó a la selección juvenil en el Campeonato del Mundo de 1979. ¿Cómo despertaron tanta ilusión aquel grupo de chavales?

R. Yo los estaba entrenando porque antes del Mundial de 1979 jugamos una eliminatoria que nos dio la clasificación para el torneo. Probé más de 400 jugadores, incluso algunos que no estaban en los equipos importantes. Cuando gané el Campeonato del Mundo de 1978, el presidente no quería que dirigiera al juvenil por si perdíamos. Eran vanidades que tienen los dirigentes.

P. Su siguiente Mundial fue el de España en 1982. ¿Qué falló en ese torneo?

R. Ese campeonato fue clave para que la FIFA tomara decisiones y cambiara el reglamento. En un reportaje que emitieron en Alemania sobre la final que perdieron ante Italia (3-1), eliminaron todas las escenas en las que aparecían los italianos por las atrocidades que hicieron. De hecho, una de las más graves fue frente a nosotros. ¿O no se acuerdan del marcaje de Gentile a Maradona? No se podía jugar al fútbol. Ante de los 20 minutos, a Italia tendrían que haberle expulsado cuatro futbolistas.

"Maradona me dijo que si me quedaba no se iba al Nápoles"

P. Maradona dijo que usted fue el mejor entrenador que tuvo en su carrera.

R. Lo entrené mucho. En aquel momento, yo era como su padre, aunque los suyos eran maravillosos. Su progenitor era una persona muy tímida. De hecho, venía a ver todos los entrenamientos y se escondía. Tuvimos una relación muy afectiva. En una comida que hicimos en Barcelona, antes de que yo me marchara, me preguntó: "Si usted se queda, yo no me voy al Nápoles". Pero yo tenía muchas ganas de volver a Argentina. Si me hubiese quedado, igual su vida hubiera sido diferente.

P. En 1982 ya era Grondona el presidente de la AFA. ¿Qué tal con él?

R. No me gusta mucho hacer análisis. El fútbol argentino estuvo bien dirigido hasta 1990 porque de ahí en adelante fue sólo el mundo de los negocios.

P. Bilardo fue su sucesor en el cargo. ¿Cuándo nació el enfrentamiento?

R. El enfrentamiento ha sido de ideas futbolísticas, nunca fue nada personal ni familiar. Por ejemplo, Simeone dijo una vez que lo único que le importaba era ganar. Y no me gustó porque no se puede decir eso. Sin embargo, a la prensa le gusta inventar y cuando manifesté mi desacuerdo con esa afirmación dijeron que yo estaba enfrentado con él. Nada de eso. Hay frases que no corresponden a los entrenadores. ¿Si yo gano soy buen entrenador, pero si pierdo no sirvo para nada? No estoy de acuerdo. Todos buscamos resultados, pero hay maneras.

placeholder Carlos Bilardo. (EFE/Cézaro de Luca)
Carlos Bilardo. (EFE/Cézaro de Luca)

P. A usted también le importa la forma.

R. No se puede ganar de cualquier manera. ¿Qué quiere decir eso? ¿Meter un gol con la mano, agarrar de la camiseta, hacer 40 faltas…? No. Menos mal que modificaron el reglamento tras el Mundial de 1982. Maradona en esta época hubiera sido 100 veces más de lo que fue. Yo quiero ganar, pero jugando bien. Con el fútbol que a mí me gusta. Por ejemplo, me gusta ver al Manchester City y al Liverpool.

P. ¿Qué equipos españoles le gustan?

R. Veo muy poco buen juego en España. No están bien ni el Madrid ni el Barcelona. Tampoco veo el resto de partidos porque no los emiten y, por tanto, no puede opinar. La Liga está bastante confusa.

P. Ha hablado del Manchester City. Guardiola ha estado más de una vez en su casa.

R. Sí, sí, nos quedamos hablando de fútbol hasta altas horas de la madrugada. Estuvimos conversando antes de que decidiera ser entrenador, antes de que entrenara al Barcelona y antes de que se marchara a Alemania. Tenemos una excelente relación. Recuerdo que lo conocí un día en el vestuario del Barcelona. Yo estaba hablando con Cruyff, él entró y Johan me dijo: "¿Cómo querés que gane el campeonato con este? Mira lo flaquito que es". Le hace muy bien al fútbol un entrenador como Pep.

P. ¿Ha sido Cruyff la persona más influyente en la historia del fútbol?

R. Sí, sí, aunque también hubo gente que lo acompañó. Por ejemplo, Rinus Michels. Un día comiendo en casa de Johan también estaba él. Y explicó por qué se podía ganar jugando al fútbol de otra manera.

P. Usted hizo amistad con Serrat en Barcelona. ¿Qué estilos le gustan?

R. Podría decirte como en el fútbol: la buena música (risas). Me encanta Paco de Lucía porque comí con él y charlamos mucho. Tengo mucha admiración por los grandes músicos.

placeholder Joan Manuel Serrat. (EFE/Toni Galán)
Joan Manuel Serrat. (EFE/Toni Galán)

P. ¿Cómo nació su relación con Serrat?

R. Yo lo había escuchado antes de ser entrenador del Barça y siempre fui admirador de él. Cuando me mudé a Barcelona, comenzó nuestra relación porque iba a vernos jugar. En esos años, lo acompañé en una gira que hizo por la Ciudad Condal cuando cantaba en lugares más pequeños.

"Las noches con Gil eran apasionantes porque contaba buenas historias"

P. Su segunda etapa en España fue en el Atlético de Madrid. ¿Cómo fue su relación con Jesús Gil?

R. A mí no me echó, me fui. Yo tenía muchas peleas con él porque decía cosas que eran insólitas. Una vez, Salinas falló dos o tres mano a mano. Y quería que lo multase. Era muy simpático. Además, eran apasionantes las noches con él porque contaba buenas historias. Por ejemplo, cómo manejó sus negocios desde la cárcel. Era un personaje.

P. El fichaje estrella de aquel Atleti fue Futre. ¿Cree que fue el primer galáctico del fútbol?

R. No sé si galáctico. Era un enorme jugador y una gran persona, pero le faltaban las ganas de ser el mejor. Tenía una personalidad muy fuerte. A pesar de sus grandes cualidades, no era muy competitivo de carácter. Le faltaron esas ganas que tenía Diego. Si no, hubiera sido uno de los futbolistas más recordados.

P. ¿Con qué ciudad se queda, con Madrid o con Barcelona?

R. En Madrid viví muy poco, mientras que en Barcelona fui muy feliz. La ciudad que más me gusta es Sevilla, no tengas dudas. También me atrae mucho Cádiz. De hecho, he paseado muchas veces por allí y me he encontrado a gente cantando en la calle. Y he pensado: los vecinos los van a matar.

placeholder Javier Clemente. (Reuters/Amr Abdallah Dalsh)
Javier Clemente. (Reuters/Amr Abdallah Dalsh)

P. Cuando Clemente entrenó a la Selección, usted dijo: "España tiene que decidir si quiere ser toro o torero". ¿A qué se refería?

R. A la manera de jugar. Hubo una época en la que el estilo de la Selección era no dejar jugar al rival. Cuando conocí el fútbol español, vi que se podía jugar de otra manera. Y me salió esa frase.

P. ¿Cree que Argentina es candidata para ganar el Mundial de 2022?

R. Siempre es candidata, como Alemania, Brasil o España. Esta selección ha jugado bien, pero falta mucho para el Mundial. Me gusta el cuerpo técnico actual porque estamos bien representados. Argentina tiene ahora una base.

"El fútbol argentino tiene que decidir si quiere ser toro o torero"

P. ¿Qué estado de salud presenta el fútbol argentino?

R. Estamos en una situación muy relacionada con el país. Todavía tenemos que decidir si queremos ser toro o torero (risas).

P. ¿Por qué cree que la selección se ha llevado 27 años sin ganar un título?

R. Eso no es tan importante. Ha jugado finales, ha tenido épocas buenas… La suerte también juega un papel. Hasta 1990, se defendía a la selección. Desde entonces, se cambió mucho de entrenador y a los que se traía no los protegían. Era muy difícil ser entrenador con Grondona.

P. ¿Cuáles son sus principales tareas como director de selecciones?

R. Facilitar la tarea del seleccionador e inculcar el respeto por los entrenadores. También estar a disposición de los jóvenes para su formación. Yo tengo 35 tapas de la revista 'El Gráfico', he entrenado a los mejores equipos del mundo, soy un enfermo del fútbol… Estoy para lo que necesiten los entrenadores de la selección.

P. ¿Qué le costó más, dejar el banquillo o dejar el tabaco?

R. Los dos por igual (risas). Dejé el cigarrillo cuando dejé de ser entrenador. De hecho, tengo la última cajeta de tabaco en la estantería desde hace diez años.

Varios deportes entraron en la vida de César Luis Menotti (Rosario, Argentina, 1938) durante su infancia, pero sólo el fútbol se quedó. Fue un "volante ofensivo" y coincidió en el Santos con Pelé. Sin embargo, no fue en el terreno de juego, sino en el banquillo donde creó un estilo, el 'menottismo', la contraposición ideológica al 'bilardismo'.

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