Silbidos, reproches y mandar callar a la grada: algo se ha roto con "esa gente" del Atlético

Minuto 80 de partido en el Metropolitano. El Atlético de Madrid está haciendo -una vez más- un partido para el olvido, en el que va cayendo por 0 a 1 ante el colista, el Levante, y donde no ha dado un solo síntoma de ser capaz de revertir el marcador. Es Josema Giménez quien tiene el balón, pero no ve claro el desplazamiento hacia adelante, por lo que contemporiza y juega en paralelo con Héctor Herrera... y, en ese momento, algo se rompe en la grada rojiblanca.

La afición, que pedía al Atlético empujar hacia adelante para remontar el partido, veía cómo el uruguayo tomaba una decisión diferente, lo que se tornó en una pitada hacia el central. ¿Qué pasó a continuación? Que Giménez, en claros gestos, mandó callar a la grada, enfadado por entender que no se estaba apoyando lo suficiente al equipo y que se estaba criticando a los jugadores antes de tiempo. Sin duda, el epítome de lo que está pasando este curso en el conjunto rojiblanco.

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Giménez es uno de los jugadores más queridos por la afición por todo lo que representa. Garra, pelea, coraje y pundonor, es una de las claves del poder defensivo del equipo del Cholo Simeone en los últimos años y uno de los grandes responsable de la solvencia de la zaga. Pero este curso, el Atlético no está encontrando la vía para ser feliz en el campo y hacer disfrutar a la afición, algo que está empezando a impacientar a la grada, que lo paga hasta con sus ídolos.

La imagen entre Giménez y la afición es, cuando menos, extraña. Es lógico entender el enfado con el equipo e, incluso, la reacción del jugador, pero lo que suena raro es ver cómo ídolo e hinchada se enganchan en mitad de un partido. Y es que, si por algo se caracteriza el aficionado rojiblanco, es por animar continuamente a su equipo, pase lo que pase. Por eso, ver cómo el uruguayo mandaba callar a la grada ante los primeros silbidos llamó tanto la atención. De hecho, según pasaron los minutos, los silbidos contra el resto del equipo fueron 'in crescendo'.

Pero, posiblemente, la reacción del jugador tenga cierta lógica. Giménez llevaba metido en la cama con covid seis días y, tras realizarles pruebas de última hora, dio negativo. Sin haber entrenado, sin saber cómo se encontraba físicamente y arriesgando su salud, se puso a disposición de Simeone, que decidió hacerle jugar. Es más que probable que el jugador sintiera que se estaba siendo injusto con él, algo que su mujer quiso hacer ver en redes sociales.

"Me da mucho orgullo escuchar a la gente que te apoya siempre y más en momentos difíciles. Seis días en la cama y el séptimo día de la cama directamente al Wanda, fuiste a jugar sin pensar en las consecuencias que podrían haber pasado, como mínimo, y lo menos grave, una lesión. Sos un ejemplo para mí y para nuestros hijos y me quedo con eso. Seguramente no hiciste tanto como para merecer lo de hoy, esa gente tendrá sus razones. Vos quédate con la gente que te quiere, te apoya y que está con ustedes en las buenas pero sobre todo en las malas. Te amo mi amor", expresó Regina Iafolla en Instagram.

Poco después, el propio jugador pidió perdón por su gesto en el campo: "La gente del Atlético sabe el cariño que les tengo, soy lo que soy gracias a ellos, si no, no hubiese sido nada en mi carrera. Si se sintieron increpados, que no es así, son momentos en los que uno, con tantas ganas de ganar y no se dan las cosas, me lo recrimina un sector de la grada. Me dolió mucho, pero esto es una familia y en las familias hay broncas. Solo pedir disculpas, sobre todo a la gente de ese sector que me pitó, que no lo tomen como algo para ensañarse porque no es por allí. La gente que me conoce sabe que yo no soy ese tipo de persona y menos para recriminar algo. En momentos de tensión todos estamos enojados y hace que hagamos actos de los que nos arrepentimos y no queríamos hacer. Pido disculpas de todo corazón a la gente que se lo tomó mal, no tendría problemas de pedir disculpas uno por uno", aseguró tras el choque.

Pero la sensación es que algo se ha roto en el Atlético. Esa comunión entre equipo y grada no parece la misma que hace unos meses, algo que también sucede en el caso de Simeone. A pesar de contar con una de las mejores plantillas de su historia, se encuentra a quince puntos del líder, el Real Madrid, sumidos en una grave crisis de resultados, y sin saber a qué juegan. El Atlético camina por el alambre y la situación entre la grada y Giménez no es más que la confirmación de que la unión de todas las partes en busca de un objetivo común no pasa por el mejor de sus momentos.