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La desagradable cara de Gareth Bale en el Real Madrid... o cómo debilitar su moral
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zidane quiere que tire la toalla

La desagradable cara de Gareth Bale en el Real Madrid... o cómo debilitar su moral

Gareth Bale tiene tres años de contrato para hacer inamovible su postura y Zidane demasiada munición y poderes para torpedear su posición

Foto: Los jugadores del Real Madrid en el avión con rumbo a Montreal. (foto vía Realmadrid)
Los jugadores del Real Madrid en el avión con rumbo a Montreal. (foto vía Realmadrid)

Gareth Bale es un rebelde silencioso. No oculta su enfado porque se le haya comunicado que no entra en los planes de Zidane y, a la vez, se comporta con profesionalidad. Ahora, que no se le pida estar de buen humor ni arrimar el hombro. Tiene pinta de hacer lo justo mientras esté con Zidane. Estará, en día y hora, en el lugar que marque la cita. Se presentó el primer día, pasó el reconocimiento, se subió al avión con destino a Montreal, entrenará y hará acto de presencia en la reuniones tácticas. Es una situación que acabará siendo insostenible y difícil de llevar si no se produce un acercamiento entre ZZ y el galés. Hoy parece poco probable.

Lo que le interesa a Zidane es seguir demostrándole que no va a contar con él para debilitar su moral. Que acabe tirando la toalla y entienda que si se queda será un bulto sospechoso. Si lo hizo en la última jornada de Liga en el Bernabéu, contra el Betis, cuando le dejó en el banquillo todo el partido, ahora con las nuevas caras tiene más argumentos para descartarle. Bale tiene tres años de contrato para hacer inamovible su postura y Zidane demasiada munición y poderes para torpedear su posición por muy aleccionado que esté el galés con el respaldo de su agente, Jonathan Barnett, que tiene enfilado al técnico. La gestión de Bale en la pretemporada pondrá en evidencia las diferencias de sintonía que va a tener el entrenador con Edén Hazard, por ejemplo, y el galés. Con los que llegan nuevos y los que tienen el respaldo del ‘staff’ técnico. Bale no debería cerrar su ciclo en el Real Madrid como un marginado y sus razones para quedarse pueden ser tan validas o más que las de Zidane. Pero entre el entrenador y el galés, Florentino se pone del lado del primero.

[El peso que se quita Luca Zidane con su salida del Real Madrid]

La otra solución es que Florentino Pérez ataje el problema de raíz y acceda a pagarle los 51 millones de euros que le quedan por las tres temporadas de contrato. Parece imposible imaginar esto. La situación pasa, entonces, por quedarse con Bale a disgusto. Con un jugador que, si ya de por sí era frío cuando entraba en los planes del entrenador, puede convertirse en una situación desagradable. En estas primeras imágenes oficiales del club dentro del avión están por un lado el grupo de los brasileños (Marcelo, Vinicius y Rodrigo), otro más amplio con Sergio Ramos, Varane, Benzema, Kroos, Modric, Nacho, Carvajal y Mariano… Se aprecia a Lunin con Jovic. Nada de Bale. Ni rastro. Quizás un error por su parte no mostrar una actitud cercana y diferente si lo que pretende es quedarse en el Real Madrid. Esa posición de estar ausente lo que transmite es más desgana y refuerza a Zidane en su idea de que es más un problema que una solución.

placeholder Marcelo posa con Rodrygo y Vinicius dentro del avión. (foto vía Real Madrid)
Marcelo posa con Rodrygo y Vinicius dentro del avión. (foto vía Real Madrid)


Indiferente

El Real Madrid puso rumbo a Montreal para empezar la pretemporada y en la expedición se vieron caras de alegría. Sonrisas que contrastan con la seriedad de Gareth Bale. Las primeras imágenes que ofrece el club en sus medios oficiales son las de unos jugadores que posaron, a pie de pista en el aeropuerto de Madrid, para inmortalizar el inicio de la temporada 2019-20. En ella se ve a los 27 jugadores de la plantilla con el ánimo subido y las pilas cargadas para iniciar la vuelta al trabajo. Desentona uno. Se trata de Gareth Bale, que se mantiene en un segundo plano en la fotografía de grupo y con un rostro indiferente. Transmite la sensación de un jugador desconectado.

En las fotografías ya dentro del avión se forman diferentes grupos y en ninguno de ellos está Bale. O no se quiso fotografiar con nadie o en el club tampoco conviene dar visibilidad a un futbolista con un futuro incierto porque Zidane no cuenta con él. La actitud del galés en el regreso al trabajo no parece que vaya a cambiar con respecto a la que tuvo en el tramo final de la temporada. Ha decidido que si no tiene una oferta que le cuadre en lo deportivo y en lo económico va a cumplir su contrato. La postura es firme hasta que no aparezca ese equipo y esa ciudad en la que pueda decir que no pierde la calidad de vida que tiene en Madrid.

Gareth Bale es un rebelde silencioso. No oculta su enfado porque se le haya comunicado que no entra en los planes de Zidane y, a la vez, se comporta con profesionalidad. Ahora, que no se le pida estar de buen humor ni arrimar el hombro. Tiene pinta de hacer lo justo mientras esté con Zidane. Estará, en día y hora, en el lugar que marque la cita. Se presentó el primer día, pasó el reconocimiento, se subió al avión con destino a Montreal, entrenará y hará acto de presencia en la reuniones tácticas. Es una situación que acabará siendo insostenible y difícil de llevar si no se produce un acercamiento entre ZZ y el galés. Hoy parece poco probable.

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