Así defenderán Montmeló y Barcelona su continuidad en la F1 junto con Madrid

La llegada de la Fórmula 1 a Madrid a partir de 2026 ha acentuado la incógnita sobre el futuro de Barcelona y el Circuit de Montmeló. Sus respectivos contratos con FOM (Formula One Management) coinciden en su inicio y término, respectivamente. Con las dudas que genera la convivencia de dos grandes premios en sendas ciudades españolas en un entorno de gran demanda internacional de la Fórmula 1.

Sin embargo, desde el Circuit de Cataluña y las entidades responsables de su gestión se está aplicando un importante giro estratégico a todos los niveles para convencer a Liberty de la continuidad de Barcelona y su circuito como sede de un gran premio. Los responsables del Circuit visitaron Madrid para explicar el giro de gestión empresarial y mercantil, que incluye un ambicioso plan de renovación de sus infraestructuras.

Sin duda, la fallida edición de 2022, las subsiguientes exigencias de Liberty para elevar los estándares del evento, y la llegada de Madrid han logrado alinear a todos los sectores políticos, sociales y empresariales en torno a la defensa del Gran Premio en Montmeló. En definitiva, se trata ahora de fortalecer las opciones de Barcelona y el Circuit para lograr la renovación a partir de 2026.

Un calendario 'híbrido'

Liberty y FOM pretenden un nuevo modelo de grandes premios, como evidencian con la llegada de Riad, Miami, Las Vegas, y ahora Madrid. Sin embargo, el promotor de la Fórmula 1 persigue un calendario híbrido, es decir, un equilibrio entre circuitos convencionales y urbanos. No obstante, aquellos entre los que se incluye Montmeló deben adaptarse a una nueva filosofía que amplíe su oferta más allá del concepto meramente carrerista.

Oriol Sagrera, consejero delegado del Circuit, y Josep Lluís Santamaría, su director, explicaron ese nuevo rumbo estratégico. Por un lado, ante las exigencias de Liberty para la renovación ante 2026. Por otro, para modernizar la gestión del Circuit en todos sus ámbitos, no solo para aspirar la continuidad de la Fórmula 1. De no llevarse a cabo este nuevo rumbo, Montmeló habría quedado descartado a partir de 2026.

Por un lado, el Circuit ha comenzado a gestionarse con distintos criterios empresariales que desbordan el mero fomento de la competición y la promoción de pilotos. Se desarrolla ahora una nueva lógica de funcionamiento hacia nuevos productos y diversificación de la actividad, vinculando al Circuit al ámbito no solo deportivo, sino también industrial y de entretenimiento, con el objetivo último de una sustancial mejora de la cuenta de explotación.

Dicho esquema corresponde a una estrategia en línea con los nuevos requerimientos de Liberty para los grandes premios, con una oferta amplia de atractivo social y de experiencia para el aficionado. Una oferta que será visible en los próximos años, que también alcanzará a Barcelona, y que pretende convencer a la Fórmula 1 de que la ciudad está operativamente identificada con los objetivos de Liberty. Sin embargo, los responsables del Circuit han querido ir más allá de las exigencias del promotor de la Fórmula 1 en línea con la nueva visión empresarial.

50 millones en nuevas infraestructuras

Obviamente, dicha estrategia también se plasma en la renovación de las infraestructuras de Montmeló, inmersas en un gran plan de modernización que supone una inversión de 50 millones en estos dos últimos años. No solo en las instalaciones, sino también en su conectividad y apuesta por la sostenibilidad. El trazado catalán recibió la calificación de circuito más sostenible del mundo en 2022, y fue segundo el pasado año.

En los últimos tres años, los trabajos de actualización se han centrado en la pista y zona de público. Ahora, entran en una nueva fase. Así, el edificio de boxes, que serán renovados, que incluyen además la cobertura de 6.000 metros cuadrados de la terraza superior. También está en fase de construcción un nuevo centro de dirección de carrera, con nuevas oficinas adyacentes.

La gran novedad es la construcción de una espectacular pasarela de 16 metros de altura que conectará el paddock con la zona del estadio, con varios pisos que incluyen también zonas para hospitalities y amplias vistas al circuito. Dicha pasarela estará lista para el Gran Premio de Fórmula 1.

Inversión totalmente pública

Los responsables del Circuit destacan como ha quedado atrás la ambivalencia política y social en torno al Gran Premio, con un alineamiento total de todos los sectores no solo sobre su continuidad, también ante la importancia del impacto social y económico que supone la instalación. Y su funcionamiento durante todo el año.

De aquí que la inversión para este plan de modernización sea de carácter público. El Circuit es una empresa mixta público-privada, en el que el 74% es de la Generalitat, el 12% del Real Automóvil Club de Cataluña y el resto del capital del Ayuntamiento de Montmeló. Los estudios de impacto arrojan más de 60 millones de euros de captación fiscal, con un retorno indirecto de más de 250 millones.

El Circuit de Montmeló y sus responsables han metido la sexta velocidad en todos los sentidos, popularmente hablando, para lograr la continuidad de la Fórmula 1 a partir de 2026. Se mantienen esperanzados, gracias al plan empresarial y logístico en marcha. Y las conversaciones mantenidas hasta ahora con Liberty. La llegada de Madrid ha supuesto un gran estímulo y acicate. Sin duda, nada como una sana competencia para que España siga contando no con uno, sino con dos grandes premios de Fórmula 1. Pocos países podrían decir lo mismo.